miércoles, julio 27, 2005

Programa de Tom Peters



Ayer en la tercera clase del curso “Ver (y vivir) lo nuevo” trabajamos la serie de tres puntos fundamentales que Tom Peters propone como programa (“programa” dijo Aurora Echeverría, mejorando la palabra “plan”, a la que yo no encontraba alternativa) para desarrollarse en estos tiempos actuales que son el objeto de nuestra reflexión compartida.

Son estos:

  1. No eludir el fracaso sino buscarlo. No quiere decir que se fracase adrede, la idea invita a valorar más la osadía de la experimentación que la seguridad. Como dice Peters en otro libro, vale más tener en el currículum un par de fracasos importantes a un montón de éxitos mediocres. Es interesante lo que esta posición propone para la consideración de nuestros fracasos personales: en vez de castigarnos o culparnos o estancarnos por ellos deberíamos valorar el intento, mejorar la puntería, volver a tratar.

  1. La planificación no es tan importante. Dice Peters que es absurdo hacer, en el ritmo actual de cambio, planes a cinco años. Que con suerte podemos hacerlos a cinco semanas. Sí, podríamos objetarle la idea (todas sus ideas podríamos objetarlas, pero es más interesante aceptar el desafío que proponen), pero es interesante tener una actitud laboral o personal en donde se ponga énfasis en lo que sucede momento a momento y en donde el plan –si existe, y tal vez no es malo que exista- esté constantemente sometido a reconsideraciones y actualizaciones. Es un buen consejo para los que nunca pudimos planificar mucho, porque nos reconcilia con nuestro aparente “desorden” y lo entiende como fluidez y vitalidad.

  1. No a la calidad total. La obsesiva idea de que se trata de hacer lo que uno sabe hacer cada vez mejor debe ser reemplazada por el abordaje de buscar hacer otra cosa o hacer lo que uno hace de otra manera. La calidad total era un buen plan empresario para la vieja economía, dice Peters, pero hoy en día es una actitud suicida. El cambio es tan rápido y tan extremo que llama a re imaginarlo todo (por eso el título del libro que estamos leyendo: Re Imagina). Cita a importantes figuras de la empresa que entendían la dinámica de este movimiento. Si tenían éxito eran ellos mismos los que en vez de quedarse en ese éxito lo destruían antes de que lo hiciera la competencia, buscando nuevos productos, nuevas formas, nuevos procesos.

Y podríamos incluir un cuarto punto:

  1. El imperativo de la destrucción. Prolonga lo que venimos diciendo. Cito: Cambia las reglas antes de que lo haga otro. Tiempo para hacerse cargo, tiempo para destruir. El orden antiguo está condenado. Marca una fecha de caducidad a cada unidad de negocio. Busca religiosamente clientes desconocidos y proveedores desconocidos, etc. Algunas de estas últimas frases vienen de un texto llamado “20 formas de autodestruirse”.

Lo interesante, como ya dije en otra oportunidad, es tomar estos enfoques para aplicarlos a otros temas distintos del de la empresa, pensando en la experiencia personal, laboral o íntima. Sugiere un tipo de movimiento muy atrevido y me parece que también muy valioso.


3 comentarios:

EnriqueD dijo...

Hola Alejandro

Nada es dos veces igual en la vida, supongo.
Al momento siguiente de escribir este comentario, soy otro. Y asi todo el tiempo.
Obviamente, hay algo que se mantiene imperturbable, como si de antemano todos los otros que puedo llegar a ser estan regidos por uno principal que no se manifiesta de forma muy precisa, pero que esta ahi.

Me parece buenisima la idea de ver el mundo de esa manera; es decir, magnificar esa caracteristica de que todo el tiempo el mundo es otro y a la vez el mismo.

(Se me acaba de ocurrir que en general cada uno vive magnificando una determinada caracteristica del mundo, y todas con el mismo grado de validez y el mismo grado de debilidad)

Lo que a veces puede resultar un poco dificil, o en todo caso, engañoso, es determinar la importancia de cada cambio que se va produciendo.
Se podria pensar que despues de este post, soy otro pero no muy distinto del que era antes de escribirlo.
Pero no se puede saber: quizas al escribir esto descubri algo que me va a servir para en algun momento resolver las cosas de otra manera, mas eficaz.

Si esta inquietud se desplaza al analisis del mundo en la vida cotidiana, se vuelve mas dificil todavia: Como saber a que hay que prestarle mas atencion, o que cambio minimo pero esencial se nos escapo de la estructura de las cosas?

Y despues, a la inversa: Si (por decir un ejemplo medio pavo) la rueda nos sirvio todo el tiempo, la seguimos usando o la cambiamos por otra cosa, ya a esta altura?

Saludos

Enrique

Maximiliano Galin dijo...

Claros e inteligentes
Sólo comparto dos definiciones distintas a lo convencional que encontré:
Claridad: lo evidente, cierto y expresado con sinceridad y desenvoltura.
Inteligencia: historia llena de intrigas, con muchos personajes -la percepción, la memoria, la imaginación, los sentimientos- enlazados en una trama de competencias y dominaciones.
Es saber pensar, pero también tener ganas o valor para ponerse a ello.
Eso son Peters, y Alejandro -a través de él llegué a Peters- para mi: CLAROS e inteligentes.
Ah, del libro "Teoría de la inteligencia creadora", de José Antonio Marina las saqué.

. dijo...

Alejandro: tambien siento hasta ahora, que este texto me reconcilia con partes de mi.
Al producir cambios constantes de lugar,(en el hacer)se obtiene cierta calidad maleable para emprender ciertas problematicas, que en general no son fijas, o sea, no me especializo en determinada tarea puntual, sino que aprendo a solucionar englobadamente problemas parecidos, el exito reside tal vez, en aportar una idea eficaz aunque sean otro los que las aprovechen, es tu idea y vos te vas con ellas a otra empresa o relacion, etc. Y como te sobran las ideas no tenes miedo de dejarlas en manos de otros, aparte de que es probable de que si no planteaste como usarlas, se terminen modificando a gusto de quien las use.
Hay otro tema que surgio en el curso , que fue el de la burocracia : ¿que partes de mi son burocraticas? Y me hice esta pregunta:¿Es necesario que me resfrie (queme, quiebre,o cualquier situacion relacionada al cuerpo.)para reconocer conscientemente que no quiero que cuenten conmigo, que no tengo ganas de estar, para reconocer que ya no puedo o no quiero ir (a donde sea)?. No seria mas sano, "estar sano" o "no enfermarse" y quedarse a disfrutar de un tiempo necesario y permitido, sin culpas, ni autoexcusas...(si estoy a favor de mentir... hasta que algun dìa no sea necesario)
Es solo un ejemplo más que se me ocurre, te toca a vos abstraerlo y traducirlo (je).
Me sigue gustando la movida de ideas.

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