El sentido se construye. Hace falta valor, eso sí para tirar por la borda los sentidos erróneos y como en la ciencia cambiar rápidamente de paradigma, por ejemplo para desechar la religión impuesta o el partido político marketineado sin reflexión. Pero creo que para adquirir sentido la capacidad de reflexión y la elasticidad para cambiar es tanto o más importante que el valor.
El termino se pone medio heavy cuando aparece la palabra "valiente". Me imagino una carga de caballería contra los cañones de Napoleón. Es una palabra que viene de otros tiempos y que se ha vuelto algo sospechosa merced a cierto exceso de psicoanálisis, donde el valor, como sinónimo de arrojo, podría ser una manifestación inconsciente de cierta pulsión de muerte. Creo que vivimos una época con permiso para ser cobardes, a tal punto, que olvidamos que también es posible ser su anverso. Obviamente, en nombre del valor, se han cometido desmadres infernales, pero su mal uso, no debería excluirla del universo de posibilidades. Jugar con el valor y el sentido me hace ver que lo primero debiera ser encauzado por lo segundo. Funcionan como un circulo virtuoso. El buen sentido podría ser un combustible formidable para el buen valor, entendido este, como una carga de caballería contra la falta de imaginación y la autocomplacencia barata.
Sabiduria -4; No importa donde estas, importa a donde vas!
ResponderEliminarEl sentido se construye.
ResponderEliminarHace falta valor, eso sí para tirar por la borda los sentidos erróneos y como en la ciencia cambiar rápidamente de paradigma, por ejemplo para desechar la religión impuesta o el partido político marketineado sin reflexión.
Pero creo que para adquirir sentido la capacidad de reflexión y la elasticidad para cambiar es tanto o más importante que el valor.
El termino se pone medio heavy cuando aparece la palabra "valiente". Me imagino una carga de caballería contra los cañones de Napoleón. Es una palabra que viene de otros tiempos y que se ha vuelto algo sospechosa merced a cierto exceso de psicoanálisis, donde el valor, como sinónimo de arrojo, podría ser una manifestación inconsciente de cierta pulsión de muerte.
ResponderEliminarCreo que vivimos una época con permiso para ser cobardes, a tal punto, que olvidamos que también es posible ser su anverso. Obviamente, en nombre del valor, se han cometido desmadres infernales, pero su mal uso, no debería excluirla del universo de posibilidades. Jugar con el valor y el sentido me hace ver que lo primero debiera ser encauzado por lo segundo. Funcionan como un circulo virtuoso. El buen sentido podría ser un combustible formidable para el buen valor, entendido este, como una carga de caballería contra la falta de imaginación y la autocomplacencia barata.
Hola Alejandro,podrias decirme de donde son las imagenes de este post?
ResponderEliminarNo sé, las saqué de un remate en Sotheby´s...
ResponderEliminar