Género: Humor (The Kids in The Hall again)

Transmitiendo desde el hall del Hotel Argos, antes de irme a dormir -tras la cena copiosa y sincera con los anfitriones: el problema, en los programas de humor diario, es que hay que ser tan sano y curado y genial y creativo como para vivir siendo capaz de divertirse todos los días. Y la mayor parte de los humoristas reales no logran tanto. Pero el promedio es bueno, y además: quienes lo hacen lo desean, es decir, lo hacen buscando una felicidad personal.

(Lo pienso escuchando de rebote al msmnos de Gianola y recordando mi trabajo como guionista con Gasalla –y las interacciones con Veronelli, un artista verdaderamente capaz y genial pero retenido por algo, o tal vez no- y con Juan Acosta –talento natural, pluriartista, pibe raro (lindísimo todo ello, por la calidad de humanidad encantadora)-. El oficio de humorista es un destino superior, y el arte de ejercerlo extraño y difícil.

En ese género, para mí lo mejor es: The kids in the hall.

¿No es lo más, el género humorístico, y más propiamente el del sketch?

La imagen es un regalo para los fans (como yo): Kevin McDonald con un fan (o quien sea), años después de KITH, mostrando con el gesto y su madurez, una faceta oculta de lo que intuíamos de él.