
Cena: relajada acumulación de grasas y toxinas, feliz abandono de los controles alimenticios ejercidos durante el día; comida para compartir y soltarse, para la felicidad y el aterrizaje tras la jornada; pollo, carne, papas, perejil, romero, berenjenas, fideos, tomate, salsa, queso, tenedor, cuchara, vino, contento; recompensa alimenticia que supera la pesadez vivida en horas anteriores, en las que hubo que ceñirse a un plan de acción necesario pero no siempre disfrutado; huída hacia la despreocupación ayudada por la sustancia a ingerir y por la cercanía de los propios que se arraviolan un poco en la llegada de la oscuridad, que se hornean en la experiencia compartida de la ingesta nocturna, verdadero punto de llegada del viaje del día, meta imprescindible, afectiva y sustancial, horizonte necesario que muchos queremos tener en claro desde la mañana en la que encaramos nuestros deberes, porque esa promesa de cierre para las andanzas vividas da sentido a muchos cabos sueltos que de otra forma quedarían sin integrar.
No, la imagen no es de mi familia, es una que agarré de por ahí, de Internet...
Como siempre, Alejandro, para mí es un verdadero placer leerte. "Diccionario: Cena" es, para mí, la perfecta descripción de una de las costumbres nocturas más placenteras. Gracias.
ResponderEliminarTe invito a visitar mi blog: www.nataliaamaral.blogspot.com
Un abrazo. Natalia
Hola, Alejandro.
ResponderEliminarMe encantó la definición de cena y tintorero. Muy divertidas y a la vez, reales.
¿Te puedo hinchar un poco?
Sabés, me gustaría que en la serie de "Diccionario" pongas tu descripción de la palabra "Machismo".
Realmente me interesa ver tu mirada sobre eso.
Gracias.
Alejandra van Gelderen
El verbo "arraviolar" es un hallazgo que ya mismo incorporo a mi vocabulario.
ResponderEliminarPero no todas las cenas son festivas.
ResponderEliminarHay familias que no se hablan durante la cena, que se escudan en la televisión para no pensar en que la gente con la que comprate la mesa son las que eligiò (a veces equivocadamente) para vivir.
Tu definición me parece más una definición de elegir bien en la vida y le cabe a la cena y al desayuno y al almuerzo y al té
(Te aclaro que mis cenas son como las que vos definís, pero trato de no olvidarme que hay gente que no tiene tanta suerte)
"promesa de cierre..." me encanto! asi lo vivo...
ResponderEliminarCoincido con el pibe del cerebro magnetizado, "arraviolar" es un hallazgo.
ResponderEliminarSaludos.
Tan buena la definición que me abrió el apetito. El apetito afectivo, carnal, emotivo. La comida quedó pequeña al lado de tanto derroche...
ResponderEliminarjajaja hace cuanto que no comés con tu familia?, yo que tu viejo te excomulgo, te saco el apellido y si existiesen te mando a un Gulag... lamentablemente el totalitarismo Stalinista ya no está de moda... como safaste... abrazo!
ResponderEliminarJuan; tu comentario muy boludo. Y no lo digo por Ale, ya que no conozco su situación familiar, y tampoco me interesa demasiado.
ResponderEliminarPero tu comentario me cayó mal, típico de un nabo.
Chau Juan...
Mi mama tiene un ropero como ese y la misma valija lo que me hace sospechar que alguien mas tuvo una infancia como la mia.
ResponderEliminar