
Desde que Julián Gallo me contó la frase que usan en España ("No es mi problema si tu modelo de negocios cambió") me volví un partidario del libre intercambio de contenidos. Pero no conozco tan profundamente el tema como para darlo por cerrado.
Tiendo a sentir que la música, tan accesible, quedó libre. Que ya no se puede proteger el derecho de autor como antes, que los músicos se la tienen que ingeniar de otra manera. Gallo también dijo: ¿desde cuando los músicos son ricos?
Como autor, me resigno a la vulnerabilidad. No pongo on line los títulos que se comercializan en librerías, pero si el texto se vuelve público me voy a tener que joder.
Los derechos de los libros y de la música vencen pasados 50 años de la muerte del autor. Con las películas tendría que pasar lo mismo. O todos los derechos tendrían que vencer antes...
Alguien dijo: "están transformando a nuestros hijos en delincuentes", es decir, al penar bajarse música on line todos los chicos terminan cometiendo delitos, y en ese caso es el delito el que está mal concebido, los chicos no son delincuentes.
Es gracioso que muchos artistas populares defiendan el privilegio de una situación que ya no rige, diciendo que los que hacemos copias de su música le hacemos daño a la música. Le hacemos daño a las empresas, que tendrían que reformular sus estrategias, como corresponde.
Piratear un programa me parece ya más delicado. No sé...
¿Qué opinan? ¿Cómo piensan el tema?
(La foto es también, además de que es linda, porque el mundo vegetal, con su reproducción por gajos, ofrece una metáfora interesante para pensar el tema).