Deseo
Deseo: dirección personal, emanación fisiológica de un individuo que le indica hacia dónde encaminar sus acciones y su atención, compleja tensión que pide algo que no siempre resulta del todo claro pero que en ningún caso puede ser evitado o desconocido sin graves consecuencias. El deseo, tendencia espontánea que se plantea problemáticamente y sin embargo es la principal referencia ordenadora de una vida, exige a la persona un camino de constante desarrollo y transformación. Cumplido es fuente de felicidad y contento, e inspira la aparición de nuevos deseos que auguran también futuras felicidades y contentos. Existe la teoría que dice que el deseo nunca se satisface y que su origen es la carencia, pero dicha teoría expresa una visión escéptica e impotente de la realidad, poniendo a la infelicidad en un primer plano como si se tratara de una condición inevitable, cosa que no es. Dichas objeciones o miradas proclives al vacío deben responderse así: el deseo no es una instancia metafísica ùnica, englobadora de la experiencia total de la persona, sino una multiplicidad de pseudópodos conquistadores que emanan de la sensibilidad personal y son capaces de satisfacción; el origen del deseo no es la carencia sino la firmeza consistente de una emocionalidad que quiere más mundo, lo que se prueba en el hecho de que de la carencia no surge riqueza sino reproche, queja, fastidio, frustración y nunca acción de crecimiento y conquista. Esta grave confusión inunda la cultura humana, especialmente en sectores pseudo lúcidos y volcados a la crítica.
La pintura es de Scharff.
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