El tema de los valores es algo más que una oportunidad para hacerse el bueno
En respuesta a algunas preguntas que han surgido sobre el curso que empieza el martes que viene, llamado Nueva Moral: valores para gente que quiere vivir, esbozo aquí en 4 puntos algunas ideas fundamentales para la visión que me propongo desarrollar:
1. Hay un par de valores extremos, el bien y el mal, y hay una moral que se basa en la aplicación exclusiva de estos valores de alto contraste. A esta moral la realidad suele escapársele, porque no logra dar cuenta de las complejidades del mundo concreto. Un camino sería el de proponer, como suele hacerse con frecuencia, la necesidad de captar los matices que separan a estos puntos límites, por ejemplo, hablando de los grises intermedios.
Pero hay otra posibilidad, más libre, más amplia, capaz de otros sentidos aun más útiles y más necesarios. Podríamos pensar en una paleta moral en colores, de valores que signifiquen algo más que una posición en relación con los términos demasiado abstractos del bien y del mal. Este curso intenta pensar esa paleta en colores del valor.
2. Para eso, el curso observa la generalmente no pensada evolución moral de nuestra época. La serie convencional conformada por los valores de la decencia, el respeto, la seriedad, la planificación, el sacrificio y la racionalidad, deja paso a la serie conformada por los valores del entusiasmo, la innovación, la intimidad, la comunicación, el ensayo, la organicidad, la distensión y el bienestar. El rigor deja paso a la aventura, ¿cómo pensar este cambio?
3. La idea de fondo es que estamos un poco atascados en el uso de valores que nos parecen válidos pero traban nuestra acción. Tenemos que reconocer y aclarar esos otros valores que nos ayudarían en cambio a crecer.
4. No vamos a hablar de moral para hacernos los buenos, vamos a intentar comprender los valores que pueden funcionar como recursos para desarrollar las cosas que queremos desarrollar.
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