Rutina
Siempre se suele hablar mal de las rutinas, como si en esa repetición se perdiera el encanto de la aventura de vivir. Pero lo contrario también es cierto. Una serie de pasos establecidos estructuran una vivencia agradable y plena del tiempo y permiten la variación allí donde esta es significativa. Uno puede repetir todos los días la rutina de levantarse y esccribir, por ejemplo, pero no va a escribir siempre lo mismo. La rutina es un marco para lo nuevo. Tampoco es cierto que toda relación esté condenada a padecer
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