martes, febrero 22, 2011

"Messi" (artículo mio en Yahoo!)



Empieza así:

Lio Messi es un jugador genial, pero también un símbolo, un sueño, un personaje mítico, un gnomo futbolista, un semidios encarnado que captura la imaginación y las emociones de millones de personas en el mundo. Por eso, algunas reflexiones sobre el fenómeno:

* Para los argentinos, que lo sentimos nuestro, es la prueba de que podemos. Si un argentino puede tanto, otros también tenemos chance. El talento superior de un deportista admirado mundialmente eleva la vara y también las posibilidades de las aspiraciones y los sueños compartidos. Lo mejor puede darse en Argentina. No hace falta ser del primer mundo, siendo de acá el primer mundo puede estar a tus pies. Sí, después podemos hacer ajustes a la idea: no fue en Argentina sino en Barcelona donde se desarrolló tal talento, no es lo mejor supremo sino lo mejor deportivo, etcétera. Sin embargo, su valor de aspiración cumplida y motivante no se discute. A no ser que pensemos que las más grandes figuras, a la vez que nos exaltan, nos deprimen: tanto talento desanima a quien realistamente ve que nunca podrá llegar a tanto. Es el doble filo de las deidades: motivan, aunque también destruyen, opacan, pesan.

* No sería la misma pasión si el personaje no fuera, además, encantador. No me refiero solamente a que es humilde y sencillo, sino a que tiene cara de pajarón. Se ve en su sonrisa, en su ternura, en su forma de ser, todo muestra que Messi pertenece a la clase de los normales vulnerables. Por eso destaca su fuerza, porque no va acompañada de ningún gesto de soberbia o engreimiento. Hay que ser fuerte para tener tanto talento, mucho más para bancarse ese nivel de exposición mundial, esa exigencia de excelencia en el deporte más mirado del mundo. No va acompañada de ningún gesto de soberbia o engreimiento: no tiene Messi apariencia de superhéroe despreciador, tiene look de chambón. Esa mezcla de debilidad con superioridad es lo que nos desarma y lo hace tan querible.

* Es un caso más en donde lo que deslumbra es la simpleza. Su juego es limpio, claro, directo. La eficacia parece fácil. Su extrema velocidad es un don, pero al ver su juego todo parece elemental y obvio. Resulta una linda metáfora para inspirar otros logros, una que nos ayuda a eludir el camino del rebusque y la complejidad excesiva. Messi juega fácil, libremente. Su maestría no revela casi esfuerzo. Esto genera también la ilusión de que sus logros no lo son tanto, si bien cualquier mortal sabe que se trata de un efecto ilusorio: esa liviandad no se da con la frecuencia que uno desearía y requiere dones innatos. (Algo de eso pasa cuando uno ve a un jugador de básquet encestar: uno siente que si tuviera la pelota en la mano haría lo mismo sin problemas, pero la decepción no tarda en verse, cuando finalmente probamos…)

* Completa el mito la historia de su ida al Barcelona: la enfermedad superada, el apoyo de los padres, su persistencia, su agradecimiento posterior, devenido goleadas sucesivas e inagotables. El suyo parece un "caso ejemplar" para un libro de lectura del futuro. El chico con dificultades que se la rebanca y termina siendo rey de todos los chicos. Porque Messi es un ídolo infantil, foco de atención para la infancia mundial, una especie de Peter Pan: el nene que logró realizar la mayor fantasía, el niño que sigue siendo niño pese a que forma parte del mundo adulto.

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6 comentarios:

Gustavo dijo...

Me gustó mucho el artículo, aunque no coincido con tu juicio sobre Maradona. Si hubieras evitado esa agresión innecesaria, la nota me hubiera parecido perfecta. saludos y gracias por el espacio

David dijo...

¿No es que la crítica no sirve para nada? ¿Por qué sos tan terriblemente duro con Maradona? Digamos, además, que Messi tiene mucho potencial, pero por el momento no alcanzó ni un cuarto de lo que alcanzó Diego.

Ramiro dijo...

Los que crecimos en Argentina tenemos que tener cuidado de cualquier tipo de idolatria, sea positiva o negativa. Yo creo que si vamos a buscar modelos, habria que buscarlos en otras areas mas replicables, no en el deporte. Messi no es el tema, sino que el tema a tratar somos nosotros mismos, que estamos intentando reemplazar cuando nos preocupa tanto la vida de Messi o de Maradona. No es normal idolatrar a futbolistas, no lo considero saludable. Son tipos que tienen habilidad con la pelota, y nosotros podemos tambien tener otras habilidades, y tenemos que salir del sofa y buscar pulir esas habilidades. Cuando nos fijamos como voyeurs en lo que hacen los demas, estamos queriendo "vivir" a traves de estos tipos. Me parece que en general este tipo de idolatria o fanatismo es "mal-adaptive" como se dice en Ingles, o sea, no es saludable. saludos!
Ramiro

Anónimo dijo...

Se nota que Alejandro no es muy futbolero. Justamente no se considera a Messi muy argentino que digamos, en razón de que está radicado en Barcelona desde los 13 años, y de que toda su carrera se hizo allá. Por eso los reparos a sus actuaciones, que son superlativas en su club, y bastante discretas en la selección. Identidades híbridas, diría García Canclini. Saludos. Christian.

PORKETEKIERO dijo...

Alejandro, no te hacia futbolero.Quiero a Messi porque me dicen que juega COMO LOS DIOSES!!!porque es humilde, porque no se olvida de donde viene y porque es lo que parece, UN BUEN PIBE. Con Maradona tenemos dos epocas, como futbolista-INDISCUTIBLE-y...ahora.No te olvides de comparar los origenes de ambos, esto explica-y mucho-la personalidad de ambos.

Li Po Po Tamo dijo...

eh alejandro
fijate quien es Brian Toledo

el pibe es un capo mundial del atletismo
y entrena en el gran buenos aires

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