Libertad de gustos
Seamos liberales con el gusto, y no molestemos a los demás (ni dejemos que nos moleste nadie): el gusto es el gusto, libre, puro, inocente, a cada uno le gusta lo que le gusta y no hay mucho más por decir. Lo que se abre a partir del gusto es un camino personal de disfrute y crecimiento. El juicio estético que se pretende universal traba esta dimensión primordial de la relación con la belleza. Asumamos una completa y total libertad de gustos.
8 comentarios:
Completamente de acuerdo con el post. Crecí escuchando a mis mayores afirmar "vive y deja vivir". Es importante dejar al otro ser...
Una curiosidad: ¿de dónde es la imagen?
Gracias!
Me gustaron los últimos posts
me pareció ver por allí en tu blog, otro post que hablaba sobre "los gustos cambian" ( o similar ) y hay un pulso que en uno mismo también va virando, transformando,,,si uno deja que se transforme no? me pasa en este caso con volver por tu sitio que dejé de visitar hace tiempo...
Libertad básicamente nos hace poder "gustar" con mas placer?
un saludo!
Como diría mi abuela, "sobre gustos no hay nada escrito". Y con los años uno aprende que tenía razón. Sabiduría ancestral, diría mi otra abuela. Los gustos de uno se van modificando con los años, de la misma manera que uno va cambiando. Somos lo más parecido a un collage eterno, en donde vamos agregando, quitando, sumando, restando cosas. Somos lo que, en definitiva, el tiempo y nuestra libertad hacen de nosotros. Wow... me parece que me zarpé...
No todos tienen gustos tan puros e inocentes y en ese caso dudo que el camino sea de disfrute y crecimiento...para esas personas sería un mal consejo,digamos!
Saludos!
El gusto nace inocente. La perversión viene de otro lado; pienso, sobre la reflexión de Flor Azul, que lo peor que puede hacerse contra lo que consideramos un "gusto" peligroso de alguien, es reprimir el gusto en sí mismo.
Qué bello que el mundo se dejara vivir en paz, que dejara que "el otro" sea "otro", con su gusto.
Nacerá puro...dudo de que se mantenga así.
Sería muy bello,si...mientras el gusto de otro no se meta con mis hijos.
El gusto de alguien nunca "se mete" con otro. Los actos pueden dañar -mucho- a otros. Entiendo la lógica según la cual, actos terribles se realizan porque un sujeto se deja llevar por su "gusto" y entonces el "gusto" queda como algo "malo" que habría que reprimir. Pero creo que la explicación de un acto terrible es más compleja. Creo también, que cuando consideramos algo bello, lo respetamos, como hacemos la mayoría, por ejemplo, con los niños -siempre hijos de otros-.
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