Chicos del S XII
Es increíble, este documento es sensacional, enternecedor, impresionante...
Es el ejercicio de escritura de un nene del S XII
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Etiquetas: imagenes
Sí, me doy cuenta que en primera instancia parece ridículo pensar que uno pidió nacer, pero creo que lo más adecuado para entender qué es uno es darse cuenta de que no hay nacimiento que no sea expresión de un deseo de vivir del ser que nace. Por lo general, quien dice “yo no pedí nacer” oculta, intencionalmente o no, este origen.
Nacer es haber querido nacer. Lo que uno llama querer no es siempre una voluntad consciente sino algo que está en la base de los hechos.
Decirlo así supone volver a pensar qué es el deseo, de qué manera se manifiesta la voluntad. Y entender que la voluntad se manifiesta más a través de los hechos que de las palabras. Ya lo dijimos alguna vez: decir te quiero no sirve (o no sirve si es la única manifestación de amor, mejor dicho), sirve hacer las cosas que expresan de manera concreta y cierta ese querer.
Quien dice que no pidió nacer expresa una emoción que indica que no puede entenderse, avalarse, creerse, sentirse ser. Decir eso es hacerse un poco a un lado de sí mismo, recostarse en cierta indolencia esencial.
La persona puede sentir que no quiso nacer porque ahora no quiere vivir, porque está deprimida, porque tiene problemas que está intentando ver cómo arregla pero por momentos siente que no va poder e intenta el truco de la huida, o busca al quejarse dejar de lado su responsabilidad. Yo no pedí nacer: alguien me tiene que arreglar esto. Pero lo cierto es que sí, que pediste nacer y que el que lo tiene que arreglar es precisamente uno, el que está a cargo, el jefe de su vida.
El que no quiere vivir, y dice no pedí nacer, como si fuera otra cosa que un ser vivo dotado de fuerza de vida, forma parte de lo que Nietzsche llama “el hombre moderno”. Cito: “Yo no sé qué hacer; yo soy todo es que no sabe qué hacer suspira el hombre moderno”. Y sigue: “de esa modernidad hemos estado enfermos: de paz ambigua, de compromiso cobarde, de toda la virtuosa suciedad propia del sí y el no modernos…durante largo tiempo no supimos donde ir con nuestra valentía, nos volvimos sombríos”. ¿No suena a “yo no pedí nacer”? Decir yo no pedí nacer es como tirar la piedra y esconder la mano, es el principio de la irresponsabilidad.
No, no pedimos nacer porque nacer no se pide. Pero quisimos nacer, somos una fuerza de vida que quiso vivir, y conviene que nos hagamos menos los desentendidos y tratemos de comprender y acompañar esas ganas de vivir que son la esencia de todo ser.
Link: "Ideas falsas" en Bienvenidos a mí.
Link: Librería Capítulo dos.
Etiquetas: libros
En los camerinos, a Jimi le interesó sobremanera hablar con Jerry Miller, de Moby Grape, al que había conocido en el Spanish Castle de Seattle. Bromearon sobre el tamaño del pecho de Gail Harris, una adolescente que solía cantar con los Fabulous Wailers. Después, esa misma noche, en uno de las muchas jams improvisadas, Jimi le pidió prestada a Miller su guitarra Gibson L5 para probarla. Jimi subió con la guitarra a un escenario alternativo rodeado de gente dormida. “Los del público refunfuñaron cuando lo vieron, porque no sabían quien era y querían dormir un rato –recordaba Eric Burdon-. Jimi se puso a tocar ese material melódico hermoso y triste, y lo hizo evolucionar hacia una jam alegre.”
Las versiones sobre los músicos que había en escena difieren, pero en algún momento de la noche el público somnoliento pudo ver a Jimi en el escenario con Ron “Pigpen” McKernan, de los Grateful Dead, Jorma Kaukonen y Jack Casady, de Jefferson Airplane, y, posiblemente, a Jerry García, de los Grateful Dead, interpretando “Walking the dog” y “Good Morning Little Schoolgirl”. “Entonces no éramos ninguna leyenda –recordaba Jack Casady-. Lo más extraordinario de Monterey fue que todos esos músicos se conocieron.” El domingo, Jimi encabezó otra jam en la zona de camerinos –durante el pase de los Grateful Dead- en la que figuraron Janis Joplin, Mama Cass, Roger Daltrey, Eric Burdon y Brian Jones, todos cantando “Sgt. Pepper´s”. “Metíamos mucho ruido –recordaba Burdon-, y Bill Graham. bajó del escenario para decirnos: “¡Callaos de una puta vez! Estáis ahogando a los que están actuando!””.
Aunque nadie pudo predecir la importancia histórica de Monterrey, Jimi era muy consciente de que el concierto representaba el debut de la Experience en Estados Unidos, y que en gran parte se la jugaban allí. “Para Hendrix fue un regreso un tanto extraño –observaba Noel-. Había dejado el país tocando en un grupo de versiones de rhythm and blues y volvía con un grupo de rock con dos chavales blancos. Un cambio muy grande para él.” Jimi no había conseguido triunfar antes en Estados Unidos, y el estrellato aún no estaba asegurado; el éxito en Inglaterra no garantizaba nada en Estados Unidos. Con ganas de destacar, Jimi se pasó la tarde pintando su Stratocaster con remolinos psicodélicos.
La organización de Monterey era bastante informal, y no se había decidido un programa definitivo para el domingo. Los Mamas and the Papas serían los últimos en actuar y Ravi Shankar iniciaría los conciertos, aunque no se sabía cuando iban a tocar Jimi o los Who. “Cuando los Who y Jimi llegamos a Monterey, todos teníamos unas ganas desesperadas de ser reconocidos –recordaba Pete Townshend-. Hacíamos actuaciones muy cortas y competíamos entre nosotros. En modo alguno quería salir después de Jimi.” Y Hendrix pensaba lo mismo, no quería salir tras los Who. Los Grateful Dead, que esa noche también estaban programados por la tarde, aceptaron tocar “en cualquier momento”. El organizador John Phillips finalmente decidió zanjar el asunto por el procedimiento de la moneda al aire. El ganador saldría en primer lugar y el perdedor, después. Los Who ganaron y Jimi fue el pobre perdedor. “Si me toca salir detrás de ti –le dijo Jimi a Townshend con una voz amenazante- voy a salir a por todas”. Jimi se largó en busca de líquido para encendedor, mientras los Who salían al escenario y montaban un tremendo concierto que los lanzaría al estrellato en Estados Unidos. Cuando Townshed destrozó la guitarra al final de la actuación, lo hizo con tanta furia que los pedazos cayeron sobre el cineasta D.A. Pennebaker, que estaba a diez metros de distancia.
Del libro: "Jimi Hendrix, la biografía. A Room Full of Mirrors", de Charles R. Cross
""Hace 17 años , cuando aún era un bebé, los padres de Spencer Elden introdujeron a su hijo en una piscina de California para que Kirk Weddle le hiciese una exclusiva sesión fotográfica. Curiosamente una de las imagenes tomadas en dicho momento acabó convirtiendose tiempo después en la portada de “Nevermind” de Nirvana; posiblemente la caratula más recordada de los últimos 20 años". De:
Link: MiLithium
Etiquetas: imagenes
Los estatistas llaman “estado” a una mafia de privilegios y abuso de lo público. Confunden, buscan confundir, llamando de una manera equívoca a su propio beneficio.
Etiquetas: política
La realidad, ¿es singular o múltiple? Al descubrir la realidad de la diferencia nos gusta decir que hay tantas realidades como miradas, pero esto no toma en cuenta que es a la confluencia de esa multiplicidad a la que en última instancia le corresponde el nombre de realidad. Si nos referimos al contenido o al carácter de la realidad, entonces sí, hay que decir que su ser escurridizo se debe a que cada perspectiva concreta tiene un orden distinto, y que por ese lado la realidad, como algo único y definido es un término adecuadamente puesto en duda.
La realidad se conquista, es la dimensión que aparece con el ejercicio de la propia fuerza. ¿Poder? Querer. La realidad se abre por el querer.
Realidad abierta y realidad cerrada. Cuando la realidad real está cerrada aparece la realidad imaginaria. Allí uno no es rey ni dueño de nada y el querer, en vez de adquirir realidad real sueña y crea realidad imaginaria.
Los tipos de realidad son sus modalidades dinámicas: a veces ella es invasora, concluyente, a veces es equívoca, a veces inapresable. Con esta cualidad llega el valor y el sentido de las cosas. Hay realidad de cosas fijas y realidad de cosas fluctuantes; hay realidad interior, solitaria, y realidad exterior y compartida. Hay realidad amada y realidad casi no tolerada. El tipo de la realidad cuenta con la modalidad de sus personajes humanos para definirse.
Que pasamos sucesivamente por distintos tipos de realidad quiere decir que nuestro ánimo es la secuencia de una alternativa de realidades constante, como si fuéramos a cada momento una persona en distinta sintonía. No son simplemente facetas de mi personalidad, son realidades mismas que se alteran, en cada una de las cuales tengo algo distinto que querer y que hacer, en cada una de las cuales valen cosas distintas. Así uno dice a cada rato las cosas más inverosímiles, y cuando se le pide a alguien que “piense” se le pide que reúna una realidad determinada y que mire desde allí. O se le indica que acuda a la realidad convencional, o mundo medio, una especie de realidad portátil para armar el intercambio general. Una realidad visible y comunitaria.
La imagen es de Pedro Coronel.
Esto es un fragmento de la Teoría de la realidad, que forma parte de mi libro "Conciencia rockera".
Link: "Conciencia rockera" en mi site, Bienvenidos a mí.
Las vidas de los filósofos los muestran como personajes narrativos y dan a sus ideas el contexto que merecen. Por supuesto, desde un punto de vista humano. Desde su interés vital. Contexto quiere en este caso decir: qué le gusta, con qué se divierte, qué forma de chambonismo humano tiene, porque todos tenemos alguna. En cuanto a las ideas, creo que valen o no valen por si mismas, y no me parece fértil el contrapunto de niveles que lleva a plantear cosas del tipo: "este pensaba asi porque vivía de esta forma".
Me gusta encontrar que Vattimo tiene sentido del humor, que no oculta su homosexualidad (yo no sabía que él, un poco contra su voluntad, había integrado un partido político homosexual y revolucionario -aunque no era una revolución homosexual la que planteaban, creo-), que habla de sus amores (cosa que Sebreli en su autobiografía no hace, porque nunca deja de pensar sociológicamente, es decir, con pocos recursos para abordar la sustancia real de una aventura vital y se oculta o se desconoce, o las dos cosas que son la misma), que no se toma la cosa muy en serio y que eso le permite inventar, etc. Lo encuentro liviano, interesante, querible.
De su obra recuerdo la "Introducción a Nietzsche", que me gustó mucho, pero que saca de Nietzsche una figura completamente distinta a la mia. (Las visiones más corrientes hacen de Nietzsche una figura de la metafísica, yo creo que no se toman en serio que él iba para otro lado, por más que lo digan no lo siguen en su camino).
Leer su vida me hace sentir un poco más filósofo a mi mismo, porque creo que le caerían bien algunas de mis formulaciones, esas que resultan raras o inadecuadas a la filosofía mal entendida. No tenemos por qué estar de acuerdo, y Vattimo juega a la filosfía con ese sabio criterio: decimos cosas, buscamos, somos distintos. La filosofía como lo que es, una obra estética literaria, una visión del mundo entre visiones del mundo.
(El otro autor es el que lo ayudó armar la obra, una autobiografía en capítulos breves).
Link: Librería Capítulo Dos (entrega en Capital gratuita)
El Primer Festival Internacional de Música, que después sería conocido en todo el mundo con el nombre de Monterrey Pop, había surgido del deseo de elevar el respeto cultural que se otorgaba al rock´ n´ roll. “Hubo una conversación entre John Phillips (de los Mamas and the Papas), Paul Mc Cartney, yo mismo y algunas personas más –recordaba el coproductor Lou Adler-, acerca de que el rock no era considerado una forma artística, cosa que sí ocurría con el jazz”. La ABC TV proporcionó financiación con la idea de mostrar imágenes de los tres días de actuaciones, como película de la semana. Se contrató a D. A. Pennebaker para que filmara el acontecimiento, que se celebró en el parque de atracciones del condado de Marin.
La Experience llegó el viernes en que empezaba el festival. Los organizadores habían traído a Monterrey 100.000 orquídeas, y todo el mundo llevaba flores en el pelo. Los promotores del festival habían calculado 10.000 fans, pero como mínimo se desplazaron 90.000, y más allá de las puertas del festival se levantaron escenarios “alternativos” para realizar actuaciones improvisadas. Tal vez de forma más acorde con el signo de los tiempos, el famoso químico Augustus Owsley Stanley III distribuyó gratuitamente LSD a los músicos en los camerinos. El color preferido de Owsley para su LSD autoproducido era el púrpura, y a Jimi le sorprendió descubrir que a la droga se la llamaba purple haze (“niebla púrpura”), por gente que había escuchado sus sencillos ingleses.
La Experience no tenía que actuar hasta la noche del domingo, de modo que el sábado Jimi se mezlcó entre el público, acompañado de Buddy Miles de Electric Flag, Erci Burdon y Brian Jones. Jimi lucía su antigua chaqueta militar con una insignia con el lema “soy virgen”, mientras que Jones vestía un antiguo abrigo de mago. “No podían tener un aspecto más estrafalario –observaba Eric Burdon-. Brian iba vestido como una vieja rica con pieles, y Jimi era simplemente escandaloso”. Aquel sábado, Jimi vio actuar a Electric Flag y después a Big Brother and the Holding Company, pudiendo ver a Janis Joplin ofrecer una de las actuaciones definitorias del festival. Aunque el momento álgido del Sábado fue Otis Redding, que encantó al público con su saber hacer y talento. Steve Cropper tocaba acompañando a Otis, y Jimi habló brevemente con el guitarrista en los camerinos. Tan solo hacía tres años que un desconocido Jimi había visitado a Cropper en Stax.
La sensación es como si, al hacerse imposible el consumo, la civilización hubiera llegado a un límite. Pero es sólo nuestro temor o nuestra angustia lo que nos hace adoptar tan falsa e imposible perspectiva. Ni el consumo se transformó en imposible, ni es cierto que hayamos llegado a un borde. Parece que hay una voluntad apocalíptica que está dispuesta a aflorar cuando encuentra un estímulo apropiado.
Es también una de las formas de base de la culpa la que aflora, y en muchos adopta la forma de una absurda crítica del materialismo. La crisis despierta un trasfondo clásico de emociones que nos hace retroceder miles de años. Hay que tener cuidado y no ceder a sentimientos de catástrofe.
Belgian photographer Filip Dujardin makes images of unexpected buildings – that is, he "combines photographs of parts of buildings into new, fictional, architectonic structures," Mark Magazine explains.
Link: BLDG BLOG / Resampled Space
Este posteo es el mismo que publiqué hace unos días pero ampliado, con otras ideas y más párrafos. Lo hice parte de un artículo que publico semanalmente en Ciudadano Diario de Mendoza:
Ahora que soy padre termino de entender de qué se trata ser padre. Padre masculino, no genérico. Es muy importante. Algunos fracasos que conozco se me rebelan ahora más graves aun que nunca. ¿Qué sentían? ¿No se sentían conectados con sus hijos? ¿Tan débil o pobremente se sentían conectados? ¿Qué otra cosa más importante tenían que hacer?
¿Tantos problemas personales tenían, como para no poder querer estar más y mejor? ¿Cómo llegaban a tener una sensibilidad en la que no era primordial estar cerca de esas plantitas humanas que eran sus propios nenes?
Muchas de esas opciones de descuido están avaladas por causas históricas. Como si algunos hombres se sintiesen más llamados por la humanidad que por los humanitos concretos que le caminan por encima. La otra variables es la indiferencia: hombres a los que no les importa ni la historia ni su descendencia, que prefieren distracciones banales, tal vez porque toda intensidad les resulta demasiado problemática e intolerable.
Lo importante que es para un chico tener un papá, es algo increíble. Hay cosas que se aprenden sólo de ahí, y ni siquiera son "cosas", es una perspectiva, una densidad, una entereza, un ingrediente básico de la experiencia de vivir. Un apoyo. Un padre es como un andamio interno, una base de fuerza, una viga maestra del ser, una losa de la personalidad. Un padre es también el factor que corrige y complementa a la madre, el otro pomo del poxipol de la crianza.
Me encanta ser padre. Me importa mucho. Debe ser lo más importante que voy a hacer en mi vida. Y no digo que no sea exigente, eh. Aun así. No creo que haya nada más crucial, de lo que pueda hacer a lo largo de mi existencia, que ser un atento formador de esas nuevas vidas. Y no me lleva el deber, me lleva un querer que me atraviesa y se me impone.
Y no creo para nada en la idea del sacrificio en la paternidad. No porque no haya dificultades que soportar o exigencias que responder, que las hay, y muchas, sino porque el sacrificio se define por la realización de algo que va en contra de uno, algo que supone sufrimiento sin producir ningún beneficio posterior. Lo que se da en la paternidad, y en la maternidad aun más, es el esfuerzo: hay cosas difíciles, pero que uno acepta como el precio a pagar por el inmenso placer y la enorme satisfacción de ver a esos nuevitos volverse hombres o mujeres plenos.
Si aquel día el público quedó asustado y desconcertado por la embrollada actuación de Jimi, igual de perplejos los dejó Pink Floyd, el grupo telonero. Tres días después, en Londres, Jimi asistió al concierto de los Floyd y vio que el local estaba casi tan abarrotado como en sus propias actuaciones. Con su potente sonido psicodélico, Pink Floyd ensanchaba los límites más incluso que Jimi, y la intrepidez del grupo inspiró al guitarrista. La misma semana había salido en Inglaterra Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles, que fue el único impedimento para que Are You Experienced alcanzara el primer puesto de las listas. A Jimi le encantaba Sgt. Pepper´s y pensaba que era cosa del destino que los Beatles estuvieran explorando el mismo terreno psicodélico que él.
Del libro: "Jimi Hendrix, la biografía. A Room Full of Mirrors", de Charles R. Cross
Que Jimi se mostrara violento era raro, y todo acto violento normalmente iba ligado a los excesos con la bebida. El incidente del Bag O` Nails era también una demostración de lo rápido que Jimi cambiaba de temperamento, lo que contrastaba mucho con su amable comportamiento habitual. El mismo rasgo que hacía de él un músico de gran talento –la capacidad para perderse en el momento de actuar- hacía también que Jimi reaccionara con inmediatez ante sus deseos o impulsos, en ocasiones con temeridad. Ello le permitía ser un gran improvisador en el contexto de la música, aunque su carácter voluble, casi infantil, podía resultar doloroso para cualquier persona de su entorno.
Una noche, tras un concierto en Manchester, Etchingham sorprendió a Jimi haciendo el amor en unos lavabos de señoras con una chica a la que acababa de conocer. Kathy ya se había acostumbrado a tales engaños. Usó la resignación para solucionar la papeleta: “Date prisa o perderemos el tren de vuelta a Londres”. La excusa de Jimi fue: “La chica quería un autógrafo”. Aunque Kathy era la persona de su entorno con la que Jimi tenía más intimidad, solían pelearse tan a menudo que Chandler llamó a capítulo a Kathy y la exhortó para que no se peleara en público con Jimi. Chas pensaba que un escándalo público podía dañar la imagen de Jimi. Etchingham le dijo a Chas que eso era ridículo, y ella siguió con las disputas con Jimi, en ocasiones incluso en los pubs londinenses.
Del libro: "Jimi Hendrix, la biografía. A Room Full of Mirrors", de Charles R. Cross
¿Las crisis tienen lados buenos? Todo lo tiene, por más que nos sorprenda admitirlo. ¿De qué estamos hablando en este caso?
Las crisis permiten reintroducir en nuestro escenario vital la certeza del límite (en última instancia la muerte) y la necesidad de actuar frente a él. Dicho de otra forma: nos hace salir del error de creer que la vida es o debe ser una línea constante de crecimiento sin accidentes y hacer presente en la escena un primer criterio de realismo productivo: el camino de la civilización es accidentado y depende de nuestra acción la posibilidad de ciertos logros.
Las crisis llevan gente a la participación social. En el 2001 pasó eso de forma muy notoria. ¿Volverá a pasar esta vez? ¿Tendremos otra oleada de personas que, conscientes de la necesidad de involucrarse en la marcha de las cosas, decidan no permanecer al margen de todo?
Las crisis producen realidades mejores. No habría Comunidad Europea sin las dos guerras mundiales. No habría EEUU sin la guerra civil. No habría democracia sin violencia política en la Argentina si no hubiera habido un enfrentamiento desastroso entre fanáticos y delincuentes en la década del 70. Tras los hechos espantosos aparece un fruto valioso. (No tenemos que ser entonces productores del mal, sólo invito a considerar los pasos de crecimiento que suceden tras ciertos horrores que hubiéramos preferido evitar).
Las crisis generan inteligencia. Al tener que enfrentarlas inventamos cosas que antes no habíamos inventado. Sabemos perfectamente que así sucede en las crisis personales, ¿por qué no captar este giro en las realidades sociales? Y además de captarlo, ¿podemos producirlo?
El quilombo estético que ilustra esta idea es de Frank Stella.
Hace un par de años, cuando Pino Marrone me dijo que lo que hacía Bill Frisell le parecía lo más interesante que se producía en la actualidad (o algo así) yo le respondí que a mí me resultaba muy frio. Ahora, que lo estoy escuchando bastante, me parece que no es frio, sino colgado. Colgadísimo y sutil, sencillo y emotivo. Me encanta. Quiero seguir conociendo su obra
Jimi Hendrix pisó suelo británico el sábado, 24 de septiembre, tras su llegada a Heathrow a las nueve de la mañana. Un integrante del equipo de gira de los Animals pasó la guitarra de Jimi por la aduana, por las leyes que restringían que los extranjeros emigraran a Inglaterra a la búsqueda de empleo, una impresión que Jimi no quería dar en ningún momento. A pesar de ese pequeño subterfugio, Tony Garland, el agente de prensa de la oficina de Michael Jeffrey, se reunió con ellos en el aeropuerto y se pasó dos horas para tramitar el permiso de trabajo de Jimi. “Tuve que inventar la historia de que Jimi era un cantante famoso que venía a Inglaterra para cobrar sus royalties –recordaba Garland-. De otro modo, no le hubiesen dejado entrar.” Al final, se le concedió un visado de una semana y le dejaron entrar.
Volviendo del aeropuerto, se pararon en casa de Zoot y Ronnie Money, en Fulham. Zoot era el líder de un grupo de éxito, mientras que su esposa siempre estaba presente en la escena de los clubes, y a Chas le interesaba presentar a su nuevo intérprete lo antes posible. Jimi sacó su Stratocaster e intentó tocar algunas canciones enchufándola en el tocadiscos de los Money. Como el asunto no funcionó, Jimi tomó una guitarra acústica y se puso a tocar. Andy Summers, que una década después fundaría Police, vivía en el sótano de la casa de Money y oyó el alboroto. Cuando subió para unirse a la fiesta informal, fue testigo de la técnica de Hendrix, y se convirtió en el primero de la multitud de guitarristas británicos que quedaron intimidados y deslumbrados por Jimi.
Kathy Etchingham, una chica de veinte años, vivía en el piso de arriba y estaba durmiendo en la cama. Era una atractiva muchacha de ojos castaños que trabajaba de peluquera y como DJ a tiempo parcial. Anteriormente, Había salido con Brian Jones, de los Rolling Stones, Keith Moon, de los Who, y algunas estrellas del rock más. Ronnie Money fue a despertarla para hablarle de la nueva sensación que estaba en el salón. “Recuerdo vagamente que la cama se movía por el alboroto que había en el piso de abajo –declaraba Etchingham-. Ronnie decía: “Kathy, despiértate, tienes que bajar y ver al tipo que ha traído Chas. Parece el salvaje de Borneo.” Dicha denominación se convirtió más tarde en uno de los varios apodos de Jimi en los tabloides londinenses, por su raza y aspecto descuidado, ambas cosas extrañas en la escena musical de Londres, como si se tratara de un nuevo descubrimiento antropológico. Con Chandler, que lo acompañaba para presentarlo, en cierta forma Jimi lo era. Por supuesto que el apelativo era racista y no se hubiera aplicado jamás a un músico blanco. Pero a Jimi le gustó el apodo: le hacía parecer interesante y foráneo, cualidades que esperaba cultivar. Los periódicos también lo llamaban “Mau Mau”, lo que también generó polémica, ingrediente importante a la hora de presentar a un artista nuevo en los medios de comunicación.
Del libro: "Jimi Hendrix, la biografía. A Room Full of Mirrors", de Charles R. Cross