jueves, mayo 20, 2010

¿Qué es el Bicentenario?, artículo mio de hoy en La Nación on line


Empieza así:

Un excesivo amor por los números redondos más que por la patria, frente a la que no sabemos muy bien qué sentir luego de tanta impostura patriótica y sin poder tampoco desentendernos del todo porque sabemos que es cosa nuestra. El Bicentenario es el truco de celebrarle al país un cumpleaños largo, importante, como un modo de hacernos creer a nosotros mismos que tenemos clara la emoción de la nacionalidad y que estamos contentos con ella, cuando en realidad el cúmulo de sentimientos contradictorios hace que el asunto sea mucho más complejo y que el país se nos desdibuje constantemente.

El Bicentenario es la oportunidad de darnos cuenta de que si queremos celebrar al país tenemos que hacer cosas constructivas para darle entidad, que el país no está en sus símbolos sino en sus realidades, que no se trata de hacer un sentido homenaje sino de tomar a un difícil toro por las astas, para ver si conseguimos sacarlo de una pobreza patológica que nos deja congelados, sin capacidad de reacción. El Bicentenario es el momento de entender que no se participa con la mera crítica, que hacen falta aportes, que amor en obras consiste, como decía Lope de Vega, es decir, que querer es siempre un hacer que demuestra ese querer, porque sin esa prueba de realidad el amor es palabras que se lleva el viento, emociones fingidas, y no amor real. Dignos sentimientos sin capacidad de impacto son dignidades representadas, sin valor, mímicas intrascendentes. Himnos, escarapelas, ideologías, altisonancias no son la patria, son un vacío simbólico inflado para simular serlo.

Link: Artículo completo

14 comentarios:

Pato dijo...

Alejandro: hoy me desperte y mientras desayunaba leía tu artículo. Es muy bueno porque fundamentalmente hacés hincapié en levantar el culo de la silla y hacer algo por la patria.
Soy una estudiosa de la historia y mi etapa preferida es la de las guerras de independencia. Lo que me pasa con el Bicentenario es que para mi es un homenaje a aquella gente (conocidos o no) que dieron la vida por luchar por la independencia de este país. Belgrano es un claro ejemplo. Abogado, que decidió dejar el sillón y el escritorio para hacer algo por su patria. Y ese algo era poner en juego su vida, nada mas y nada menos. Por otro lado, pienso en esa gente y en qué pasaría si puedieran ver en qué se convirtió la Argentina 200 años después.
Pero, a la vez, pensar que lo que pasa hoy en día no es algo fortuito. Es decir, mientras algunos daban sus vidas, en Buenos Aires, inmediatamente después de la formación de la Primera Junta, comenzaron las luchas por poder, cagándose literalmente, en aquellos que luchaban (Belgrano, San Martín y Güemes, por nombrar algunos, no tenían hombres, ni armas, ni víveres, porque el gobierno no se los mandaba, porque se ocupaban de pelearse por el poder!!!!) Entonces la verdad, lo único que me queda es recordar, en este Bicentenario, a esa gente que realmente hizo algo por su patria.
Por último, me parece que lo más apropiado sería recordar con honor a esta gente, PERO, FUNDAMENTALMENTE, comenzar a pensar y a hacer algo para cambiar a nuestro país los próximos 200 años. Porque lo que pasó pasó y es inmodificable. El futuro, por suerte, es aún maleable. Gracias y perdón por la extensión!

delivery post-crucifixión dijo...

Básicamente estoy de acuedo con lo que decís.
La bandera, la escarapela, el himno, en definitiva; los símbolos son re-descubiertos como energizadores de sentido si uno está jugado en un proyecto personal, creativo y que contagie posibilidades de transformación comunitaria.

A mis hijos les vamos enseñando quienes fueron los próceres a partir de nuestro estar-en-familia, a partir de nuestros planes personales.

Es decir, Belgrano, San Martin y Güemes (cito a Pato) adquieren toda su relevancia a partir de nuestra interacción viva con la comunidad en que estamos insertos.

En ese sentido se puede decir; ¡viva la Patria! Entendiendo por Patria el lugar del crecimiento, donde se puede ser capaz de superar sin rencores los momentos difíciles y la constante búsqueda del arraigo.

Un abrazo-

R.P.

Amelio Luna dijo...

Más o menos lo mismo que planteé en mi artículo de ayer, con la diferencia de mi nula formación académica. Creo que es la opinión de muchos, que como siempre, pasa inadvertida ante tanta propaganda populista. Estoy un poco bastante podrido...

Matías dijo...

Coincido con tu nota Alejandro, y también me parece bueno lo que dice Pato.

Yendome de tema un poco, pero a su vez quedandome en el bicentenario.. ¿era necesario que los festejos del 25 sean con Leon Gieco, Pablo Milanes, Victor Heredia? Mirá que tenemos artistas eh..
Vamos a tener que aguantar a Gieco una vez más con "solo le pido a dios"..

Santiago dijo...

me equivoque recien de post perdón, por favor bórramelo Alejandro.
Ta muy, muy bueno este post. Impresionante todas las cosas que se te ocurrieron, ayuda a reflexionar.
Las fechas conmemorativas -como esta tan importante del bicentenario- son motivo para recordar y luego celebrar, son el momento de respirar, de quitarnos las mascaras ideológicas o partidarias y así descansar un minuto de este agonismo social extenuante y muchas veces ridículo. Y este parate lo deberíamos aprovechar para poder celebrar sinceramente -no para caretear- y en esta celebración quizás lograr lazos o miradas mas autenticas sobre lo que verdaderamente somos y vinimos a hacer acá.
Saludos y que pasen un buen 25 de mayo, yo me rajo pa mis pagos.

astroboyesgay dijo...

Lo que más me impactó es la idea de ponerse en marcha, de accionar.
Es una idea poderosa considerando que, sobre el tema, leí comentarios que van desde lo fabuloso que es el advenimiento de un fin de semana largo hasta el lamento por no recibir la misma calidad de regalos que en 1910.
Las propuestas más osadas se congelan en cambiar tu foto en Facebook por una bandera.
Supongo que debe haber otras estrategias para conseguir que sea provechoso.

Nario Vicente dijo...

Un jardin lleno de Bicentes?

Unknown dijo...

Pato, a mi tanbien me gusta el periodo de la guerra de la Independencia. Pero difiero con vos, en el sentido de atribuirles motivaciones nobles.
Belgrano anduvo por el Norte, porque estaba interesado en llegar al Alto Peru, sede poderosa y asentamiento del mayor tesoro de la corona: las minas de plata. El plan era ver si se podía derrotar militarmente al bastión español para asegurar la Independencia y de paso hacerse de un rico botín.
Guemes, aliado del Gobierno en esta aventura, no midió las consecuencias económicas de esa lucha, que por cierto no era del todo bien vista por los comerciantes salteños. Si vas a Salta, vas a ver que tiene un pasado colonial muy rico, pues al ser lugar de paso del comercio con el Alto Peru, dicha comunidad había prosperado mucho.
No hay absolutamente nada malo en esta clase de aventuras. Era una época jugada y los tipos se arriesgaban a mucho. Lo que no me gusta es la "sacralizacion" de los héroes. Pues nos lo pintan como superhombres desprovistos de las pasiones reales de gente de verdad.
Si hay algo que es cierto en la Argentina Politica, es la pasión y la lucha por el dinero. Obviamente esa verdad constrasta con la verdad noble y mentirosa que nos inyectaron. Pero si le damos a los hombres, su lugar en el concierto de las pasiones y las ambiciones, la historia deja de ser una fabula, para ser una ciencia.
No obstante me parece que se merecen el homenaje. Eran terriblemente osados, cualidad que no nos vendría nada mal practicar en esta fase gris de nuestra historia.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola, alejandro será que podés venir a Venenzuela a leer y releer este hermoso y vailiosísimo text??? Thanks...

Anónimo dijo...

EN ESTE CONTEXTO EL BICENTENARIO ES UNA GARCHA. PORQUE LOS KIRCHNER SE APROPIARON DE LOS FESTEJOS PARA TAPAR SUS CHANCHULLOS!!!!
CARIÑOS ALE.
LOLI

Anónimo dijo...

Me viene a la cabeza una frase de Self Reliance de Emerson que es asi:
"Familiar as the voice of the mind is to each, the highest merit we ascribe to Moses, Plato, and Milton is, that they set at naught books and traditions, and spoke not what men but what they thought"
Crudamente traducida seria decir que aunque estemos muy familiarizados con los logros de personajes geniales que nos precedieron, el gran merito que tuvieron fue dejar de lado el statu quo y jugarsela de acuerdo a lo que ellos pensaban, sentian y querían.
La escarapela la llevas con merito cuando te la llevas a jugartela por algo mejor, por tu aporte a la humanidad, no para usarla como un paraguas que te incluya en una masa necesitada de confort y auto complacencia.
Si vas a agarrar la bandera, llevala lejos, no la uses para arroparte en el confort de la casa o la fiesta con amigos.
La patria hoy necesita a los excepcionales mucho más que a los alineados.

Anónimo dijo...

...y como dice Loli, tenemos de "festejo" del bicentenario de la Nación una cortina de humo para no ver en que la hemos transformado. Un lamento muy doloroso.

José M. Lauricella dijo...

Me encantó "patriotismo impostado".

Mirta dijo...

En el vacío y desasociego que me produce ver tanto entusiasmo y festejo (patriotismo impostado) por algo (la Argentina)que por más que me esfuerce, no consigo que me mueva un pelo; me siento identificada, acompañada en eso del "cúmulo de sentimientos encontrados" y "país desdibujado" (siempre das en la tecla con esas expresiones). Y en cuanto a participar para cambiar, me resulta algo así como "la aguja en el pajar K,peronista, etc". Ya sé, necesito una dosis de entusiasmo, pero hoy me sale así.

Related Posts with Thumbnails