Fábricas de pastas
Las fábricas de pastas alumbran la ciudad. Son focos de vitalidad, sabiduría y placer, centros de arte, recordatorios del amor, fuentes de sentido, convocatorias al regocijo y el encuentro.
Esta es la tapa de la caja de ravioles de una casa de pastas de mi barrio. La expongo como un sentido homenaje a los ya deglutidos cuerpitos de harina y pollo y verdura, y a su casa de origen, muy recomendable.
6 comentarios:
Ja ja ja, me dio gracia este posteo. Sos un fenomeno. Concuerdo con tu opinion, es linda la caja...
Hace un tiempo me tocó vivir durante un año en Madrid, y fue realmente terrible: No hay fabricas de pasta!!! (así como tampoco hay heladerías, y el "delivery" es en general algo muy exótico, que usa muy poca gente)
¡Aleluya! Las cajas de la Hispano Americana (Estados Unidos al 400) no son tan vistosas como las de tu barrio pero los patrióticos ravioles de mi almuerzo fueron una gloria. ¿Para cuándo el libro "Fábricas de pastas notables de Buenos Aires"? Habría que plantéarselo a Lombardi...
Es muy creativo el diseño del packaging (o como se escriba), pero me parece que es un mensaje sub, o mejor dicho superliminal para atraer gente a la zoofilia más que a la degustación de pastas caseras.
mmmm... como no reconocer una de las delicias que nos ofrecen en San Telmo!
buenisima la caja, inmejorables los ravioles de los domingos!
Aye
hola, tengo una fabrica de pastas en barcelona.....les invito a conocerla.
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