Vattimo sobre el Zaratustra
En un texto llamado "Zaratustra" Gianni Vattimo hace explítica una sensación que el libro aludido suele despertar en casi todos: es por momentos incomprensible y por lo tanto también bastante plomo. Creo que la popularidad de "Así habló Zaratustra", de Nietzsche, se debe a que hay en él algunos capítulos especialmente interesantes y abordables, y en los que es fácil encontrar frases parecidas a proverbios, que resumen en una formulación poética una visión significativa y original. A otros, es cierto, el tono bíblico que tiene les resulta un valor, porque lo sienten cercano a lecturas hechas en otros contextos, probablemente en el pasado de una vida que ahora busca otra cosa, y disfrutan usando ese mismo tono exaltado para combatir la exaltación primera.
El trabajo de Vattimo empieza así:
Hay muchas razones para considerar Así habló Zaratustra la obra más significativa de Nietzsche. De hecho, contiene, en un cierto sentido, toda su doctrina; sintetiza, tanto en el plano del contenido como en el del estilo, toda la ambigüedad que ha caracterizado la enseñanza y la figura misma de este extraordinario filósofo. Como el mismo Nietzsche, el Zaratustra («un libro para todos y para ninguno», como dice el subtítulo) es una obra que atrae y rechaza, que inquieta justamente por la inextricable ambivalencia de sentimientos que suscita. Es difícil pensar que algún lector haya amado alguna vez de manera incondicionada el Zaratustra, como, por lo demás, se «prescribe» en muchas páginas del libro, en el que el maestro invita repetidamente a sus discípulos a liberarse de él, y anuncia continuamente su propio ocaso.
Al atractivo que representan muchas páginas verdaderamente poéticas, profundamente fascinantes, se contrapone con mucha frecuencia, en el ánimo del lector, una ciertamente justificada intolerancia por el estilo redundante, hinchado, «retórico» en el peor sentido, de muchas páginas.
Me gusta encontrar que Vattimo padece de lo mismo que muchos y aun me gusta más cuando acepta y legitima una limitación general respecto del Zaratustra:
No es posible -y nunca se ha intentado de manera sistemática- compilar un diccionario exhaustivo de los símbolos que aparecen en el Zaratustra; el trabajo de los intérpretes de Nietzsche, hasta ahora, no ha llevado a una construcción sistemática atendible de su doctrina, que no sólo resuelva el problema del desciframiento de los símbolos del Zaratustra, sino que supere y concilie las contradicciones que parecen subsistir entre aspectos diferentes, y todos esenciales, de la doctrina que en él se anuncia. Esta imposibilidad de llegar a soluciones definitivas y exhaustivas es, sin embargo, menos grave de lo que parece (...)
Y también saca la mejor consecuencia posible de esto, la invitación a formular hipótesis y a inventar usos para estas ideas:
El Zaratustra, corno ciertos textos de las Sagradas Escrituras, no puede ser entendido sólo en un sentido literal, y, por lo tanto, el lector no puede dejar de arriesgarse, mucho menos que respecto a otros textos, en el juego de la interpretación. Ciertamente, Zaratustra también pretende esto cuando repite su invitación a los discípulos porque lo malinterpretan, lo abandonan, lo traicionan, lo olvidan.
A mí me gustan los capítulos que voy a trabajar en el curso que empiezo el martes que viene, y encontré en ellos algunas frases que me resultan claves importantes en el armado de todo su pensamiento.
Lo importante de una lectura es que uno encuentre algo que sienta que puede usar, es decir, integrar a su visión del mundo con una función satisfactoria. Esa satisfacción es anímica, claro, uno siente el aporte con el cuerpo.
(La foto de Nietzsche es tremenda, da un poco de impresión verlo así. El suyo es un pensamiento apasionante, pero no es él un tipo querible. Se disfruta de su cercanía, pero -como diría Ximena, y también Yalom- no hace contacto con facilidad).
Link: Zaratustra, por Vattimo, en Nietzsche en Castellano
Link: Información sobre el curso
Link: Compilación de algunas de las frases que me gustan del Zaratustra
1 comentario:
A partir de algunos de tus escritos releí El Anticristo, y reproduje un párrafo sobre los creyentes.
Publicar un comentario