martes, noviembre 06, 2007

Preguntas y respuestas sobre la literatura de auto ayuda

¿Son libros de recetas acerca de cómo vivir?

No, son libros dedicados a ayudar a lograr el desarrollo personal, es decir, textos destinados a promover el crecimiento del lector. Distintos autores plantean distintos recursos. El temor de que se trate de prescripciones o recetas está extendido como prejuicio en el universo de la cultura, pero se trata de un género vigente, útil, con un público extenso: un fenómeno valioso y vital.

¿No ofrecen estos libros una extrema simplificación de cuestiones complejas?

El problema no es el de la simplificación (si no terminaríamos por valorar a los textos oscuros por ser oscuros): la simplificación es siempre el punto de llegada de un conocimiento o visión del mundo, su más alta aspiración, lograda a través del arte en la forma del decir. El problema, lo que creo que hay que considerar, es la visión del mundo que se está simplificando, si es adecuada o no, para qué sirve, adónde apunta, qué propone. En general la literatura llamada de auto ayuda o de desarrollo personal busca que las personas avancen, concibiendo ese avance en muchos sentidos posibles: maduración emocional, crecimiento económico, superación de un estado de apocamiento, despliegue y enriquecimiento de la fuerza propia, de las posibilidades, anulación de una conciencia extenuante, por crítica o inhibitoria, o ignorante (que es más o menos lo mismo), etc.

¿Quién tiene que leer este tipo de libros?

Todo aquel que busque sentirse protagonista de su aventura de vivir, el que quiera pensar y reflexionar sobre su realidad, observarla y adoptar en ella una actitud activa, de movimiento, el que quiera más para sí y para los suyos, el que acepte que puede aprender cosas útiles para su vida, el que entienda que pensar tiene que ver con vivir, y que el objetivo de ese pensamiento debe ser el de mejorar la calidad de vida, su producción de riqueza y felicidad.

¿Para qué hay que leerlos?

Para encontrar ideas, frases, perspectivas, que nos desafíen, que se proyecten en nuestra experiencia cotidiana como un estímulo al desarrollo que se busque. Para adquirir el hábito de la auto observación y para dejar entrar visiones operativas, que ayuden a vivir el riesgo de buscar y crecer.

¿Qué tienen que ver estos libros con la filosofía?

Constituyen una actualización de la tarea de elaboración del sentido de la vida y de las cosas que representa la tarea de la filosofía. El pensamiento vital, elaborativo, real, útil, está más presente en este tipo de libros que en muchos de los que se ubican en la sección “Filosofía” de las librerías. Distintas calidades hay en todas partes, pero en este enfoque hay una voluntad de enfrentarse con la realidad mucho mayor que en la literatura que el intelectualismo favorece. Nietzsche estaría de acuerdo con esta idea, cosa que puede comprenderse al recordar la siguiente cita, tomada de su Ecce Homo:

“…estas co­sas pequeñas –alimentación, lugar, clima, recreación, toda la casuística del egoísmo– son inconcebiblemente más importantes que todo lo que hasta ahora se ha considerado impor­tante. Justo aquí es preciso comenzar a cambiar lo aprendi­do. Las cosas que la humanidad ha tomado en serio hasta este momento no son ni siquiera realidades, son meras ima­ginaciones o, hablando con más rigor, mentiras nacidas de los instintos malos de naturalezas enfermas, de naturalezas nocivas en el sentido más hondo; todos los conceptos «Dios», «alma», «virtud», «pecado», «más allá», «verdad», «vida eterna».”


¿Qué tiene que ver este género con la psicología?

Este es un género psicológico, en el que se promueve la expresión y la superación de las inevitables trabas presentes en el desarrollo de la vida del individuo. Psicología aplicada, directa, relacionada con una constante observación de las experiencias vividas. Algunos psicólogos han escrito textos que pertenecen a este género, y otros se benefician del estímulo que proveen a sus pacientes. No hay que suponer que una terapia psicoanalítica, por poner un ejemplo extremo, entre en conflicto con estas lecturas: por el contrario, colaboran con el objetivo de lograr que el paciente despliegue sus problemas y elabore sus salidas o soluciones.

¿Qué autores o libros recomendarías?

Hay infinidad de libros interesantes, de distintas épocas y con distintos enfoques. Existen vías espirituales (Osho, Chopra) y vías empresarias (Peters, Covey), vías psicológicas (Goleman, Gray) y vías new age (Hay, Gawain). Lo interesante es recorrerlas todas, tomando de cada libro el rasgo que uno sienta apropiado para su momento. La recomendación es entonces la siguiente: hay que probar sin prejuicio y aceptando la propuesta como un desafío de auto observación. Algunas terminan por darnos algo de valor, otras no. Como en todos los casos y en todas las cosas, cada uno arma su selección personal.

18 comentarios:

AOF dijo...

Estoy de acuerdo, generalmente este tipo de libros son despreciados, subestimados y desacalificados; supongo que el genero debe su dudosa reputación a ciertos chantas que andan dando vueltas y que alguna vez plagiaron a otros. A la enumeración de géneros que haces al final te recomiendo agregarle la rama de la PNL de Bandler y Grinder, que tiene muy buenos exponentes y que está muy bien explicada, es la tecnología que toma al cerebro como una computadora, inclusive hay un un libro que se llama "The Brain's User Manual" que resume la idea a la perfección. Antonhy Robins combina todas las tecnologías y paradigmas en sus libros.

Anónimo dijo...

Los detractores de la autoayuda también dicen que estos libros sirven para tapar, ya que sólo sugestionan. Mi opinión es que un poco de sugestión y un poco de mapa psicológico orientador e inspirador, son buenos.

Tomás Grounauer dijo...

Qué contundente la cita de Nietzsche!

Anónimo dijo...

son libros que hay que actuarlos, porque con leerlos solamente no pasa nada. Son libros que hay que usarlos de guia para la accion, si uno no los usa, subraya, pone en sus propias palabras, vive, no va a tener muchos resultados. yo soy un amante de estos libros, no me gustan todos pero los que me gustan me gustan mucho.
Saludos,
Ramiro

Iñigo Biain dijo...

Excelente y desprejuiciada síntesis, Alejandro. Ayer me tocó cenar con Alex Rovira (que me dicen hizo "capote" en ExpoManagement) y conocerlo también me ayudó a librarme un poco de mi prejuicio con los libros de autoayuda.
No está mal que simplifiquen algunas cuestiones, es verdad; después de todo, como decía Ortega, la claridad es la cortesía de los filósofos.

Lisandro FT dijo...

Según mi amigo Martín (cancerdeque.blogspot.com) Playboy también es de autoayuda.

Saludos!

Lisandro

Charles dijo...

Coincido totalmente. En mi camino de estos años leí mucho, de Dyer a Krishnamurti (aunque clasificar a este último como "autoayuda" es decididamente erróneo), pasando por supuesto por Chopra.

Uno de los libros "new age" que leí con curiosidad y me atrapó aunque sea durante un tramo de ese camino fue "La novena revelación" (The Celestine Prophecy). Rescato de este libro que me hizo reflexionar mucho sobre la cantidad de modelos que son aplicables a la vida cotidiana y que de hecho encajan y la explican, que funcionan como el mango de la palanca con la que uno puede comenzar a generar cambios. Hay muchos modelos, todos potencialmente válidos, y algunos nos llegan más que otros. Es cuestión de encontrar uno personal.

OliverX dijo...

Mi autoayuda se motorizó con Nietzche, especialmente con Zarathustra. Inspirador y superador.

José Luis dijo...

Por lo que vengo leyendo acá, me van a querer matar, pero bueno: no me gustan esos libros. Admito que por ahí hay algo de prejuicio, he leído poco de éstos, mayormente en mi adolescencia y uno hace poco, Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus, y me sigue quedando una sensación de porquería, como de recetita, de vida prefabricada (cuando tenga este problema con su esposa, hágale una carta que diga esto y esto, y después... andá a cagar) y al final todas se parecen. ¿Qué pasó con esos tiempos en los que se leía a Sartre o a Camus y uno tenía que ir a tomar el significado, en vez de recibirlo premasticado y facilongo como ahora? Discrepo con Iñigo en la mescolanza de los términos "simplificación" y "claridad" que los pone casi como sinónimos. La claridad efectivamente es una virtud importante, pero la simplificación es otra cosa, por definición siempre deja cosas afuera, y corresponde a una visión o a un modelo particular que puede ser válido sólo para determinadas circunstancias. Cita por cita, Einstein decía que había que hacer las cosas lo más simples que fuera posible... pero no más. Y la vida no es facilonga, ni las cosas se arreglan solamente con buena voluntad. No estoy diciendo que estos libros no sirvan a algunos - a muchos inclusive (aunque no sé), lo que digo es que a mí me parece que necesitarlos es un poco deprimente.

Anónimo dijo...

Jose Luis, me parece que no leiste de los buenos, ese de Venus y la Luna suena a malo. Lo vi un par de veces en la libreria y pase de largo. Son libros que son para mejorar como persona, hay gente que piensa que no necesita y me parece bien.

Alejandro Rozitchner dijo...

"Los hombres son de marte y las mujeres son de venus", o al revés, tiene unas ideas buenísimas. No lo leí, me leyeron pedazos.

Anónimo dijo...

Alejandro, sabes que es el Feng Shui? Yo recien me estoy informando, pero es bastante practico (mas practico imposible) es una practica China milenaria para mejorar la vida. No es para escepticos, pero tiene cosas que son muy practicas. Tipo de orden en la casa, donde poner la cama etc. Saludos,
Ramiro

FV dijo...

José Luis,

Poder simplificar es espectacular. Y dejar cosas afuera como parte de este proceso es una muestra clara de que se ha podido tomar una decisión. Es la antesala del crecimiento. Simplificación y claridad son casi sinónimos.

Leo toneladas de estos libros, fundamentalmente los de corte empresario. Allí encontré las ideas más geniales y las explicaciones más sensatas acerca de cómo funciona el mundo.

En mi opinión los tiempos de Sastre y Camus son tiempos idos. Ahora no hay porqué ir a buscar el significado a ninguna parte. Simplemente lo ponemos nosotros. Y a esto ayudan los libros de autoayuda.

Saludos

José Luis dijo...

fv, gracias por tu comentario. Mi argumento de que la cosa "no es sencilla" ni muy simplificable que digamos, lo mantengo y trato de explicarlo mejor. Como un gil, no expresé lo que quería poner en el post anterior: que con UN libro no vas a NINGUN lado. Que "la solución" es un engaño. Que la realidad es siempre compleja. Y algunos de estos libros te proponen la ilusión de darte un modelo y soluciones para ese modelo. Que puede ser parecido a TU modelo en un momento dado, pero ya sea uno o la circunstancia de uno cambia, y se te desajustan las recetas. Vos mismo ponés "Leo toneladas de estos libros". ESO ES RAZONABLE, ahí sí, y refuerza mi argumento de que NINGUNA simplificación que haya en uno solo de ellos es muy abarcadora (de vuelta, hay que leer toneladas para armarse un modelo propio), y a veces ni siquiera válida. Pero ¿dónde está la "simplificación" si al final me tengo que leer 1.000.000 de válidos pero "simplificados" libros para que las cosas empiecen a tener sentido? Me jode la ilusión que te venden de "simplificación". Las cosas SON complejas, multifacetadas y encima cambiantes. La recetita de escribirle una carta de amor a la esposa que diga tal y tal cosa que te propone "Los hombres son de Marte..." cuando las papas pelan (es un ejemplo, por ahí me acuerdo mal de la "receta", pero ese no es el punto) quizás funcione la primera, la segunda... a la tercera te la queman junto con tu foto y un muñequito con alfileres en un altarcito vudú mientras vos te preguntás qué será ese gustito raro que tiene hoy la sopa.

Alejandro Rozitchner dijo...

José Luis: ningún libro es la solución a nada, ni Nietzsche, ni la Biblia, ni Sartre ni ninguno. O sea que decir que la lit de autoayuda es limitada en base a eso no me parece válido. POdrías decir que esa literatura promete serlo: me parece que siempre es explícito que las cosas están en manos de cada uno. Y de ninguna manera acepto que sean libros de superficiales y para superficiales, hay más inteligencia en ser capaz de hacerse cargo de su vida que en leer a Heidegger. Lo dije desde siempre: una secretaria que lea TUS ZONAS ERRONEAS y se lo tome en serio realiza un trabajo de pensamiento más serio del que hacen la enoooooorme mayor parte de los egresados de filosofía. Sin ánimo de ofensa, y saludándote,

José Luis dijo...

Alejandro,
1. Ninguna ofensa, al contrario. Si lo dijiste porque pensaste que yo tenía algo que ver con la filosofía... no, soy un ex desarrollador de software ahora a cargo de un área comercial :).
2. Voy a leer "Tus zonas...", a ver cuál es la propuesta, ahora me quedé con la espina.
3. No digo que la literatura de autoayuda es limitada. Digo que toda literatura es limitada (inclusive Sarte, Nietzsche, Heidegger), y que las síntesis tienden a ser personales, a medida.
4. En cierta manera es conmovedora tu frase de la secretaria y los egresados de filosofía. Me gustó mucho. La tomo.
5. Esto es mi experiencia, que es parcial y personal, pero que me hace opinar de esto: en mi vida profesional, en capacitaciones, he visto a mucha gente que, ante modelos o herramientas de gestión o de organización personal que se les proponen, se enganchan totalmente y tratan de aplicarlo a rajatabla y con mucha pasión y empeño, seguros de que eso les va a mejorar la vida laboral (y, ergo, la personal), y a veces hasta forzando el paradigma, esfuerzo que al final lamentablemente los lleva al fracaso (o fracaso parcial) y a la desilusión, que los deja peor que cuando empezaron. Ese es un escrúpulo que tengo con la literatura de autoayuda. ¿Vos no has verificado cosas por el estilo? ¿Son mayormente "historias de éxito"?

Un saludo,
JL

PMS dijo...

Tenía los mismos pensamientos de Jose Luis sobre estos libros, hasta que me ayudaste a conocer los ámbitos a los cuales nos invitan a participar estos libros, reflexionar sobre la vida, comportamientos, esquemas, etc, y lo que más me sirvió fue a darme un tiempo para poder elaborar mi propio análisis a partir de diferentes pensamientos.
No intento descubrir verdades absolutas ni derrotar paradigmas históricos. Creer que un libro nos puede dar la llave de la vida o la explicación de todas las situaciones, es un poco ambicioso, para mi lo constructivo fue, solo tratar de obtener de cada uno algo que me sume a esta mágica aventura de vivir, como denominas, una gota más de entusiasmo o un poco más de “excitación” al día de mañana.
Un abrazo

Unknown dijo...

Leí "Tus zonas erróneas" a los 23 años y me gusto mucho. No siento que luego de su lectura haya cambiado algo, pero viéndolo en perspectiva, (tengo 44), creo que un montón de cosas de mi vida se las debo a la matriz mental que inconcientemente ese libro me configuró, como a muchos de los tantos que leí.
Es interesante el momento en que uno compra esos libros. A veces; solo te queres comprar algo que leer y te cierra el título o la temática. Otras, vas como si fueras a la farmacia y buscas algo que alivie lo puntual que te sucede y no sabes manejar; o queres seguir indagando sobre un concepto que te corrió el cerebro de lado y queres más.
Me paso con Osho y el PNL y posta que aplicar esas ideas te van cambiando significativamente.
Obvio que parece medio inocentón buscar soluciones envueltas en libros. Hay en la sencillez de sus soluciones, un cachetazo a toda la complejidad innecesaria que le agregas a tus problemas. Pero es bueno bajarse del pedestal narcisista de tanto en tanto (SIEMPRE, SERIA UN GRAVE ERROR) y darse cuenta que la estrategia empleada es mala. Lo complejo no siempre es difícil y lo fácil, a veces es infinitamente complejo. La auto ayuda estaba allí antes que el foro de Internet fuera siquiera concebido.

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