lunes, agosto 18, 2008

Sólo el entusiasmo nos hace ser (1)

Con el entusiasmo uno logra ciertas metamorfosis personales especialmente significativas. Cuando uno está entusiasmado o apasionado con algo, logra enfrentar algunos obstáculos que no podría enfrentar de otra manera. Por ejemplo, vale preguntarse por qué hay amores que crecen y otros que no crecen. Todos los amores tienen dificultades. Sin embargo, el amor que crece es aquel que ha logrado suscitar un entusiasmo tal en los involucrados que les permite enfrentar esas dificultades, sobrellevarlas y resolverlas. Precisamente a causa de que estos involucrados están entusiasmados con la relación, tienen en ese entusiasmo un argumento, una fuerza, que les permite hacer una elaboración de esos problemas pendientes evitando el fin de la relación.

Lo mismo sucede si uno se entusiasma con una tarea, por ejemplo, como escribir un libro. Si esa persona está realmente implicada en el deseo de escribir un libro, ese entusiasmo le va permitir sobrellevar los difíciles momentos que hay en la escritura, los tremendos estados de confusión, pérdida, desorientación y angustia que hay en el trabajo de escribir un libro. Ellos son subsanados si la persona está entusiasmada con ese trabajo. Si no está muy entusiasmada porque en realidad prefiere dedicarse al trabajo político, por ejemplo, o al desarrollo de otro emprendimiento, no tiene el combustible necesario para darle solución a esos obstáculos.

Por eso podemos pensar que el entusiasmo es lo que nos permite realizar las metamorfosis de la existencia, suponiendo que una existencia siempre es un camino de metamorfosis. Si hemos llegado a esta edad es porque hemos cambiado, sino no habríamos sobrevivido. Uno no puede llegar a tener 15, 16 años si no ha sido capaz de cambiar. No hablemos de llegar a tener 40 o 50. Esas metamorfosis son posibles y son expresiones de crecimiento en la medida en que han sido alentadas o estimuladas por una fuerza entusiasta.

5 comentarios:

Santiago Javier dijo...

El entusiasmo es mi nueva filosofía de vida, es una lástima que haya tardado tanto en adoptarla, pero lo que que pasa es que todo llega cuando tiene que llegar...

Anónimo dijo...

buenisimo el articulo Alejandro, lo que pasa tambien es que el entusiasmo se puede ver eclipsado por problemas menores, es ahi cuando esta bueno echarle leña al fuego, concientemente incrementar el deseo de llegar al objetivo. Hay que ver cuales seran los beneficios de conseguir el objetivo, digamos "hacerse el bocho" con el objetivo, disfrutar del camino tambien, aunque uno no haya llegado todavia. Si hay algo engorroso en el camino, como podemos hacerlo mas disfrutable? hay tecnicas para eso. Tambien no dejarse llevar por el derrotismo y el pesimismo. Yo tambien lo que veo como barrera a veces en la cultura Argentina es una incorrecta dependencia al "academicismo", una tendencia a creer que todo lo valioso pasa por una autoridad, sea la universidad, etc. O sea, para hacer algo creemos que necesitamos la bendicion de una autoridad mayor.

Guille Bravo dijo...

seguramente es la mia tambien ahora, un agradecimiento directo a Alejandro, que me ayudo a construit puntos de vistas muy postivos. Gracias!!!!!!

Guille

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Pregunto, Alejandro: ¿es posible conseguir el entusiasmo si uno está infectado de lo que el amigo Nietzsche llamó "enfermedad rusa"? Si la falta de entusiasmo lleva décadas en el cuerpo de uno, si la falta de entusiasmo se juzga ya constitutiva, ¿se puede igualmente acceder al entusiasmo?
Si la respuesta fuera positiva espero al próximo taller ¡BOOM! y te llevo a un hermano necesitado de vitalidad.

Andrea dijo...

Habitualmente a ese sentimiento lo llamo "pasión", ese deseo ardiente de llevar una idea o un sueño hasta las últimas consecuencias, a pesar de todo (o sin siquiera registrar aquello que nos limita).

Saludos!

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