En el tren
En el tren, ¡qué experiencia de intimidad! Llegamos a estar tan cerca. Nos olemos más que a nuestros seres queridos, algunos días.
Hay que querer un poco a la gente con la que vamos en el tren, si no es la muerte. Respirar el aliento de los muertos, parado, agarrado a una manija colgante.
7 comentarios:
yo viajo en el sarmiento, a la ida no hay problema casi todos nos bajamos en once
a la vuelta es la hazaña, porque en mi estacion no baja casi nadie.
La mayoria baja en liniers, yo antes.
abrirte el paso entre esos cuerpos cansados, hartos, con mala onda es una proeza.
Y si viajas en el vagon de las bicicletas, con cuidado que no se te venga ninguna encima.
Toda mi vida viaje asi, estoy acostumbrada, tengo el viaje en tren incorporado a mi vida, pero prefiero el bondi.
Se ve bellísimo pero no viajaste en el Roca en hhora pico.
La experincia es salvaje. Me robaron dinero, celulares, me apretujaron, sacaron lo peor de mí.
Recuerdo en mi infancia un viaje en tren a Tucumán en La Estrella del Norte con los mosquitos entrando por la ventana, los vendedores de rosquetes y las horas atravesando cañaverales. Recuerdo un desayuno, con las tazas de loza muy pesada y las mesas de fórmica. Muy freak. No, tampoco viajaste en ése.
"No voy en tren, voy en avión, no necesito a nadie, a nadie alrededor".
Claro, si fuera en tren en serio, se daría cuenta que es imposible eso de no tener a nadie alrededor...
Me causó mucha gracia eso de "el aliento de los muertos". Son entes pululantes, y el viajar en bondi y pasar por estación once de noche es otra experiencia del más allá, suben extraterrestres, seres de otra galaxia disfrazados de seres humanos.
Ah, me olvidaba, y este cuadro me pareció bellísimo, super realizado, como que con esta abstracción en particular conecté más, quién sabe por qué, que con otras incluso. Y la frase, muy cómica, era por Andrés, no?
Abrazo.
No recuerdo ningún viaje placentero en tren en toda mi vida. Sólo el subte A los domingos y el divino que lleva a Tigre.
Me parece que no hay civilidad. Los argentinos promedio trasladamos las costumbres de casa a los trenes, a los micros. Viajando en micro te encontrás con viejas que conversan al volumen de su casa, celulares que no paran de sonar, un chico que corre por el pasillo y el que te ronca y de tan dormido te dá una cachetada y no se disculpa. No se relajan. No hay conciencia del disfrute.
el tren que va a martinez olivos la lucila en fin a conchetolandia que onda? como es eso de que te subis y no pagas el boleto y todo normal? el tren que lleva a los mas ricos a su casa deja pasar por no poner boleterias o maquinas que exoendan y policia? NO SE ENTIENDE y no escuche a ningun concheto QUEJARSE de eso
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