Familia y afinidad
Según Nietzsche, es necesario dejar de lado el "prejuicio de la contigüidad fisiológica". Y agrega: "con quien menos se está emparentado es con los padres". Sí, puede sonar muy raro, pero el panorame empieza a aclararse cuando uno repara en que sus relaciones más intensas son las electivas, por ejemplo, la de la pareja que uno ha formado. Ese nuevo emparentamiento no es fisiológico en un sentido hereditario, sino producto de una elección (o de algo que parece serlo) y de nuestra afinidad no sanguinea. Por lo menos no se puede negar que es un punto de vista interesante...
El cuadro es un Balthus.
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