Resumen porteño
"Resumen porteño" es el nombre de una hermosa canción de Luis Alberto Spinetta, pero usé su título cuando, en el año 2000, publiqué este textito en la sección (hoy desaparecida) llamada "Calles de Buenos Aires". La reproduzco aquí:
Resumen porteño
Juan dice que cuando va sentado en el colectivo y su codo toca el de la vecina no lo retira para que la pobre no se sienta despreciada. Ximena flashea cuando camina por Libertador un día de sol, porque siente que sobre ella hay tanto cielo y tanta luz. Luis imaginó tirar bidones de LSD en los depósitos de agua de la ciudad para que la población tuviera una visión de otros mundos posibles. Willie quiere preservar el hall del edificio en el que tiene su oficina, y lamenta que los plomeros hayan destrozado los mármoles del piso original sin valorar que la construcción fuera de 1900. León vive cerca de los lagos de Palermo, y se pasea por ellos como si fuera Luis XIV caminando por sus jardines privados en Versalles. En un viaje de 20 minutos en taxi desde San Telmo hasta Palermo Ralph recibe seis llamadas en su celular, una del extranjero. Cristian vuelve a su casa en tren leyendo "Las aventuras de Gulliver", que rescató de una librería que tira a la calle los libros que no puede o no quiere vender. Corchi y Mishima pasan las tardes acurrucados en el mismo sillón, durmiendo una siesta interminable, y después se lamen las pieles con ardor, hasta que llegan los humanos a la casa y corren a pedirles comida. Luciano vino de Villa María a vivir su vida, y trabaja en una estación de servicio en el turno noche, depurando su talento de escritor y músico aunque él mismo no se de cuenta. La ciudad somos nosotros.
Ya que estoy ilustro con una vieja foto de Luis, a quien quiero tanto.
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