Marqueros y marqueras
Creo que lo dijo mi mujer, o alguien muy cercano. La categoría alude cierta adicción particular, a la de aquellos que difrutan comprando cosas de marca, dándole a la adquisición un sentido que va mucho más allá del valor de uso del objeto, casi como si se tratara de una idolatría. El concepto es gracioso, sobre todo porque es tan cercano a "merquero", como se le dice al que está pegado a la cocaína. Estos se drogan, pero con marcas. Obtienen sentido de esa adhesión irracional a un logo y sus implicancias, al modo en que en otro tiempo se buscaba la imagen de los santos.