domingo, noviembre 16, 2008

Lo contrario de los "derechos" de los gordos

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23 comentarios:

Anónimo dijo...

Está bueno. Así por lo menos se acuerdan de que están gordos. Hay lugares donde se ha tratado de proteger tanto los derechos de los gordos que parece que estas en un mundo imaginado por Botero.
No es bueno ser obeso, no es lindo, y no me parece mal que se lo vea negativamente.

Anónimo dijo...

De acuerdo... Y ya es hora de sacar también esas malditas bajaditas para sillas de ruedas que impiden estacionar el auto...

perogruyo dijo...

El que elige ser gordo tiene derecho a serlo, mientras no invada con su gordura el derecho de los demás. Estoy de acuerdo con el diseño de ese asiento público.

Anónimo dijo...

Ese diseño de asiento es muy común, no para discriminar a los gordos, sino para evitar que usen el asiento como cama. Me da la impresión de que el cartelito es una broma. El asiento tiene las divisiones un tanto altas, de todas maneras.

Obeso no se nace, se hace. No es ser celíaco o diabético.. La obesidad no es comparable a tener que usar una silla de ruedas. La opinión de boyle mariotte me parece reaccionaria, además de ser la comparación inconducente. Opino de igual manera que max: tal vez poner a la obesidad en una perspectiva negativa y no poner al obeso en el lugar de la víctima sería mejor.

Encuentro un tanto extraño hablar de la gordura como enfermedad. Los que defienden el derecho a la obesidad están hablando del derecho a una peor calidad de vida. La obesidad es evitable: basta con no comer. ¿Puede una cuestión de hábitos ser una enfermedad? ¿Puede uno estar enfermo de, por ejemplo, leer el diario los domingos?

Cuando estaba el programa ése de los gordos en Canal 13 se debatía el tema de la Ley de la Obesidad. No sé si estoy muy de acuerdo con la ley: el sistema de salud argentino, tanto el público como el privado, está colapsado. No necesitamos que se agregue el tener que dar tratamiento a una condición evitable. Eso es tener que quitar recursos a otros problemas que considero más importantes. No me parece muy astuto pagar más impuestos, o una cuota de obra social más alta, para que los hospitales y las obras sociales cubran una problemática que tiene su origen en los hábitos de algunas personas.

Anónimo dijo...

che, qué jodidos q son... qué mundo de mierda...

Anónimo dijo...

Juan Pablo, lo de Boyle Mariotte es simplemente la respuesta a tono con los tiempos, la forma facil de ser el bueno de la película. En los tiempos actuales, un tipo que hace lo que está bien visto. La realidad es que gente que hoy se anime a decir "tal caractrística de fulano no me gusta y me parece negativa" no hay más porque es políticamente incorrecto, más alla de si lo de fulano es accidental o voluntario, malo o bueno, sano o insano, etc. El defensor de pobres y oprimidos fue siempre idealmente un rebelde, un tipo diferente, hoy es la norma, es la moda y el promedio. Ahora el perseguido es el que se anima a decir "no, no me gusta". Y me juego que Alejandro tiró esto para generar un debate por el estilo.

Anónimo dijo...

Tata: Me parece que no todo es una mierda, los jodidos se juntan acá!!! La obesidad ES una enfermedad, principalmente psicológica, pero también física, son trastornos de alimentación causados, entre otras cosas, por la diabetes, solo que los comentaristas de este blog son bastante sectarios, casi nazis.
Pd. Juan, dejar de comer también es una enfermedad, se llama anorexia, y es la otra cara de la obesidad.

Anónimo dijo...

Supongo Paul que tambien saldras s defender a los fumadores, que estan igual de psicológicamente enfermos, para que no se los discrimine, no?

Paul Maril dijo...

Max, tu forma de debatir es.... abiertamente nazi. Si comparás peras con manzanas, el resultado es una mermelada...

Anónimo dijo...

La obesidad y la anorexia no pueden compararse con la diabetes o con el celiaquismo. La obesidad y la anorexia incluyen factores que pueden ser controlados por la persona, y en los cuales el azar parece tener menor influencia. Que la obesidad y la anorexia sean dos caras de una misma moneda parece justamente refutar el argumento de la enfermedad, y apuntar en otra dirección. Bastante más acá, hay diabéticos flacos, como mi abuelo, y gordos sin diabetes, como mi tío. No hay correlación entre la diabetes y la obesidad. Sí hay correlación entre comer de más y ser gordo, y comer de más puede evitarse.

El fundamento psicológico de la obesidad y la anorexia indica no que sean enfermedades, sino síntomas. Si entramos en el terreno de la enfermedad mental, entramos en un terreno bastante más complicado. (Hay petición de principio al asumir la existencia de las enfermedades mentales.) La posición de obesidad como enfermedad va a terminarse, más tarde o más temprano. Los argumentos que sostienen que la obesidad es una enfermedad son los mismos que sostenían que la masturbación o que la homosexualidad eran enfermedades.

Vayamos a algo mucho más mundano: ¿cómo reparto un recurso limitado, como el dinero para la salud? Ejemplo: tengo cien pesos, con los cuales puedo atender un problema congénito en el corazón de un nene, o hacer adelgazar a un gordo. Lo lamento mucho por el gordo, esa es mi opinión. Puede que el ejemplo sea muy forzado, pero ahí se está jugando la problemática de la salud. Es verdad que la vida del gordo no corre riesgo; tal vez por eso justamente la obesidad no sea una enfermedad. El gordo puede dejar de comer, puede cambiar sus hábitos. Discúlpenme, para mí eso no es una enfermedad, sino un problema de hábitos. Dejen de victimizar a los obesos, y que se hagan cargo de sus vidas.

Parece difícil aportar un argumento y no ser acusado de nada. Es más sencillo acusar que proponer un argumento. Es debilidad de pensamiento o tal vez falta de formación el no permitir ver correlaciones, o ver correlaciones donde no las hay, o pensar que este blog tiene el monopolio de los comentaristas jodidos. Ni este blog tiene ese monopolio, ni tampoco tiene el monopolio de los insultos gratuitos, o del pensamiento de fundamento débil. Parece que tener un pensamiento medianamente riguroso y exigente es ser jodido, casi nazi. Que el nivel de debate tienda a la pobreza no me parece que ocurra por las opiniones de max, sino por quienes antes que aportar al debate, critican a los otros. (Argumentum ad hominem, le dicen por ahí). Acepto las digresiones. Sigo esperando los argumentos.

Qué extraño lo que puede disparar un asiento y una broma mal entendida...

Anónimo dijo...

Se hace duro odiar a los gordos con ese apellido.

Anónimo dijo...

Paul, Nazi? Y la tuya es abiertamente maraca!! Cuando van a dejar de poner nombres como comodín de la victoria? Si te parece taaan distinto un tipo que morfa por angustia o por lo que sea de una forma incontrolable del que fuma de la misma manera por exactamente lo mismo explicá por qué, en vez de usar la muletilla estupida del nazi.
Pero te salto el Nazi a vos, ya que te gusta poner nombres. Los gordos son una causa politicamente mucho más correcta que los fumadores estos dias. hipocrita.

Anónimo dijo...

Las Maracas son instrumentos de percusión muy simpáticos, gracias! De todas formas, prefiero que me tildes de puto (que no es delito ni mucho menos) que ser tildado de nazi. Esos muchachos, con argumentos xenófobos, narcisistas y psicópatas como los que usan vos y Juan Martínez limpiaron a miles de judíos, homosexuales, mogólicos, extranjeros de etnias supuestamente sucias (eslavos, polacos, rusos) gitanos, testigos de Jehová, enanos... y hasta gemelos! ¡Fuera de aquí con tus crímenes de odio, Max!
PD: Los fumadores le fuman encima a los que no fuman y los enferman, los gordos solo se joden a sí mismos, no te da cáncer a vos porque ellos se coman 10 huevos fritos. ¿O existen los gordos pasivos?

Anónimo dijo...

Seguis proscribiendome. Crimenes de odio, a ver, contate otra de miedo. Sos un clásico autoritario progre que reprime proscribiendo. Si no pienso como vos soy malo.
Sos un cobarde, si te gusta más que maraca. Ejerces violencia haciendote la victima y quitandole el derecho a hablar a cualquiera que piense distinto, en vez de defender tus ideas positivamente.
Cobarde.

Alejandro Rozitchner dijo...

Muchachos, ya está. No publico más la pelea.

May dijo...

Los obesos somos enfermos emocionales. Reconocer a la obesidad como una enfermedad crónica, adictiva e incurable nos ayuda a controlarla. Yo lo aprendí de alguien que me ayudó mucho.
A los obesos no hay que discriminarlos sino ayudarlos a que reconozcan su enfermedad.
MAY

Anónimo dijo...

Si la obesidad tiene causas emocionales, entonces la obesidad no es enfermedad, sino síntoma de otra cosa, y concentrarse en la obesidad, el síntoma, tiene la misma utilidad que concentrarse en la fiebre mientras la infección continúa o avanza.

No creo que nadie esté a favor de discriminar a los gordos; plantear que alguien quiera la discriminación de los gordos es una ridiculez. Más acá, no creo que se haya ejercido en esta discusión ningún tipo de discriminación, ni tampoco en la foto. La cuestión sería ver si los gordos son efectivamente discriminados. ¿Existe una discriminación contra los gordos? Nunca me tocó verla. Me parecen que más discriminados son los morochos (ya vendrá quien me acuse de nazi por escribir morocho; ¿habrá que empezar a usar eufemismos, como hacen los estadounidenses?). Lamentablemente, soy rubio. Muchas veces me pasó, en la calle, en el tren, que los policías a mí me dejaran pasar y que a otro de tez trigueña (para que no digan que reincido en mi discriminación) lo paraban y le pedían los documentos. Soy flaco, también; nunca vi que pasara un flaco y no le pidieran los documentos, y que a un gordo sí.

Antes de que mencionen tamaños de asientos, etc.: el mundo está hecho para los medios. Esto no es discriminación ni falta de democracia, sino la mejor respuesta que encontró la civilización ante la diversidad humana. En cuarenta millones de argentinos, el 1% más gordo son cuatrocientas mil personas. Aún si pudieran pensarse soluciones para el 99% más flaco del país, quedan igual muchísimas personas afuera. Intentar pensar en el 99% de la población vuelve impracticable cualquier solución. El problema no es exclusivo de los gordos: lo mismo pasa con los altos, con los bajos, y también con los flacos.

Mis padres son de estatura baja, no llegan a los pasamanos en trenes o colectivos. Nunca oí que se dijera nada sobre la enfermedad de la petisidad. Antes dije que lamentablemente soy rubio. Hasta donde llega mi entendimiento, no elegí ser rubio, como mis padres probablemente tampoco eligieron ser petisos. De la misma manera que con la petisidad, no se habla de una enfermedad de la rubialdad. ¿El problema será la vivencia que cada uno tiene de sus circunstancias? Nunca escuché a mis padres quejarse de su estatura, ni los vi autolimitarse por su estatura, como creo nunca haberme autolimitado por ser rubio. Como dice May, la obesidad puede cambiarse, no así la petisidad, la diabetes o el celiaquismo. Insisto: en la obesidad hay factores controlables, como también dice May. Insisto: la obesidad no es comparable a la diabetes, al celiaquismo, a la ceguera, o a la paraplejía.

Alejandro Rozitchner dijo...

Muy buen comentario, Juan Pablo: hay que pedirle documentos a los gordos. (Es un chiste, aclaro, porque a veces hay quien lee sin sentido del humor)

Anónimo dijo...

No es difícil encontrarse con los mismos tarados de siempre que piensan que todos son iguales a ellos. Como ellos no tienen el problema, solucionarlo parece tan fácil.
No todos tienen el mismo metabolismo. No quiere decir que el que es gordo no puede ser flaco, le cuesta más. Pero entonces aparecen los que describí en el primer párrafo. A ellos no les toca, para ellos es un "cerrá la boca y adelgazás", sin tener en cuenta que un dieta donde se pasa hambre, genera el efecto opuesto: no come durante una semana y baja 5 kilos, pero la semana siguiente SEGURO aumenta 10 kilos, porque la única forma matándose de hambre y no terminar comiendo de más es caer en la anorexia.
Entonces digo, tomar conciencia de que en muchos casos (y estamos hablando de 50-60 kilos de más) el problema de hábitos adquiridos desde chicos requiere asesoramiento profesional, ¿tan malo es una ley que promueva eso?
Darle la categoría de enfermedad permite que puedan atenderse, que sean ayudados a modificar sus hábitos de alimentación y de vida. Sacarlos del ciclo en el que entran, donde engordan y se ven limitados en sus capacidades, su vida se vuelve más sedentaria, lo que empeora su estado físico, y los limita aún más en sus capacidades físicas, repitiendo siempre las mismas conductas, los mismos resultados.
ES un problema. (Y vuelvo a aclarar que no estoy hablando de los que tienen 5kg de más) Y necesita asesoramiento profesional. ES una necesidad, hace falta la ley.

Anónimo dijo...

No hace falta tratar a nadie de tarado para demostrar un punto. No creo que nadie piense que el resto es igual, por lo menos no es mi caso. Nadie dijo (no dije) que la obesidad no es un problema; dije que no es una enfermedad, y dije que en la obesidad hay factores controlables por el individuo, y que en la obesidad hay responsabilidad individual, a diferencia de, por ejemplo, el celiaquismo, en donde la responsabilidad individual es computable en cero. Que no padezca ni haya padecido la obesidad no quiere decir que no la haya vivido de cerca. Las personas que conozco y que enfrentaron su problema de obesidad coinciden en que la única manera de enfrentarlo es comiendo menos. Una mujer, incluso, dijo (palabras textuales): "La única manera es cerrando la boca". Que a mí no me haya tocado ese problema, por otra parte, no quiere decir que yo tenga mi vida resuelta, que no tenga mis problemas: cada uno tendrá sus cosas que resolver. El problema de la obesidad no es intratable: el problema de la obesidad, como todos los problemas, tiene que ser resuelto por el afectado. Discúlpenme si mi postura es demasiado liberal para algunos; hasta ahora, no conozco a nadie que haya adelgazado por otro.

¿Es necesario que tenga que recalcarlo, cuando los comentarios que parecen ofrecer otras opiniones están diciendo lo mismo? Si al gordo le cuesta más ser flaco, entonces hay un factor que es controlable por la persona. Si hay que cambiar hábitos adquiridos, entonces el problema es de hábitos. ¿Soy el único que conoce a obesos que viven una vida plena? ¿Es necesario entonces aclarar también que la plenitud de la vida, obeso o no, pasa por otro lado, por el de las elecciones del individuo, y no por la cantidad de kilos? ¿Hay que aclarar que las limitaciones que viven los obesos son autoimpuestas?

¿Será una enfermedad la obesidad cuando antes se la veía como un indicador de salud y de fertilidad?

¿Será una enfermedad la obesidad cuando la Organización Mundial de la Salud no la considera una enfermedad? ¿Será la obesidad una consecuencia casual, cuando la OMS la define como la segunda causa evitable (y quiero resaltar el evitable) de muerte, después del cigarrillo? ¿Serán las causas de la obesidad el metabolismo o problemas psicológicos, cuando la OMS informa que la causa fundamental de la obesidad es el desbalance entre calorías consumidas y calorías gastadas? ¿Pueden ser otros los motivos de la obesidad, cuando el tratamiento es alimentación balanceada y ejercicio? ¿Será que otra vez nos creemos más piolas que el resto del mundo, que el resto del mundo no entiende nada y nosotros, los argentinos, entendemos todo?

¿Será necesaria esa Ley de Obesidad? ¿Quién la fomentó: un prohombre sin interés en el tema, un puro benefactor de la humanidad, o un profesional con intereses económicos que, casualmente, vende tratamientos para la obesidad que son extremadamente caros y que el grueso de la gente no podría pagar a menos que el Estado los subsidie? ¿La Ley de Obesidad no será el medio que eligió un comerciante para ampliar su mercado sin necesidad de resignar ganancias? Si el objetivo es combatir la obesidad, ¿no podría haber formado a un grupo de profesionales que trabajen en el ámbito de la salud pública para que atiendan de manera gratuita a los pacientes? No sé; digo, como para seguir pensando el tema.

Anónimo dijo...

Ese diseño simplemente es para gente pequeña, pues
yo no estoy gordo pero soy alto y voy a un gimnasio
lo que me hace pesar 105 kg y yo desde luego no cabría ahi....

Anónimo dijo...

malparidos mejor porque no critican a su hijueputa madre de la mierda y no a la jente que lo unico malo que hase es comer cojan oficio hijueputas ojala su madre sea gorda y que no se pueda ni parar haber si van acriticar a otras personas . malparidos
posdata:abrancen ala mieda perros
att:m.a.l

Anónimo dijo...

La obesidad nunca fue aceptada, es por eso que inclusivela religión incluye en sus pecados la gula, a la que la mejor interpretación le encuentro, es comer más de lo que uno necesita por mero placer. Y eso quieras o no trae problemas, uno, para la salud el individuo, dos, le quitas la comida a los demás (en la actualidad no se consideraría una razón valedera pero imaginen estar en una tribu), tres, el ser obeso te aumenta la inutilidad en actividades físicas, cuatro, al ocupar más espacio que los demás te topas con cosas como que no encuentras ropa para ti, no eres adecuado para ciertas profesiones o actividades (a favor de que los obesos no ocupen asientos en las salidas de emrgencia en aviones), cinco, es antinatural se obeso, admitamoslo es un problema moderno a consecuencia de la comodidad que gozamos en las ciudades. Bueno en mi opinión, ¿Que derecho tiene un obeso? A adelgazar... Como cualquier otro vicio la adicción a la comida no deberia darte ningún derecho por tu condición de adicto, más que a recibir ayuda para mejorar.

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