miércoles, junio 16, 2010

Sobre el suicidio, en ocasión del horror de Salta: mi artículo de esta semana en Yahoo!


Empieza así:

En estos días apareció entre los titulares la horrible noticia de un grupo de adolescentes salteños suicidados en un juego de asfixia. El hecho ensombrece los diarios, se instala con un peso de sordidez extremo. ¿Por qué lo hicieron? ¿Es un problema de exclusión, es algo inducido por el poder de Internet, tiene que ver con la ausencia de dios? ¿Estamos viviendo una época especialmente difícil? Las explicaciones que suelen barajarse, las que acabo de enumerar y otras equivalentes, tratan de despersonalizar la cuestión, de plantearla en términos sociales, cuando el suicidio es precisamente lo menos social que existe. Buscar una explicación social es intentar desconocer las variables que importan, las íntimas, afectivas, esas que si hubiera que pensar llevarían a los padres de los chicos a tener que revisar responsabilidades que prefieren negarse. Jamás una persona se mata por una dificultad objetiva. Puede hacerlo, sí, estimulado por ella, pero siempre depende de una variable personal, una falta de ganas de vivir o una renuncia íntima que produzca la sensación de sinsentido apabullante. Hace falta una gran desesperación.

O puede hacerlo, explican los entendidos, como un modo de castigar a los suyos, de responder a una falta de atención, de amor, de cuidado. En ese caso el suicidio parece un redoblado acto de odio: hacia sí mismo, con la supresión absoluta de la propia vida, y hacia los que quedan, que deberán cargar con el peso de una culpa infinita.


Link: Artículo completo

8 comentarios:

EDS dijo...

decis: "el suicidio es precisamente lo menos social que existe"

Y es verdad. Lo extraño es que aquí lo hacen en grupos. Y si hay grupo hay una inducción social.

Me sorprende, es horroroso, y, la verdad, no tengo palabras.

Hay que demostrarles que de la desesperación se vuelve.

Bartolo Toledo dijo...

El suicidio es, precisamente, un "hecho social" (al contrario de lo que tu sostienes). La explicación de Durkheim del suicidio anómico permite entender este tipo de suicidio, cuando habla de ausencia de reglamentación moral en cienrtas esferas de nuevas de la sociedad.

laura dijo...

nunca viví de cerca el tema, menos con adolescentes, lo q creo es q hay avisos, conductas raras, tristezas, cosas q se ven antes de q alguien decida suicidarse. más en el caso de adolescentes que viven con adultos. los tienen q ver muy mal y sopechar que algo anda pésimo

de todas maneras acá creo q hay algo más justamente por lo q decís, es muy raro q se suiciden en grupo. muy raro.

tenés una habilidad genial para abordar el tema desde muchos ángulos, me quedo con muchas ideas y cosas para pensar

Unknown dijo...

Es una pena que le haya pasado eso. Tambien opino que su problema es una consecuencia de su actividad. Cerati es un tipo que nunca se quedo quieto. De hecho leí hace unos años que sufría ciertos efectos físicos por volar tanto.
Es probable que su estado sea mas critico del que se cuenta. Y también que su entorno trata de protegerlo de la insaciable voracidad de los medios y seguramente también, a su patrimonio.
Desde aqui, solo le deseo que se restablezca. Es casi como un amigo de todo la vida. Su ausencia es como ese ruido blanco que es una alarma en mis oidos.

Unknown dijo...

Muy bueno tu articulo nono, es un punto de vista muy reflexivo y movilizador.
Por mi parte opino que el suicidio es como el iceberg. Solo vemos el 25%. El 75 restante debe poseer fundamentos que van mas allá de las motivaciones emocionales. Sospecho que existe un componente físico, un desorden fisiológico que toma el cuerpo y lleva a transitar estados que van erosionando los centros del placer.
Es acumulativo, algo así como sedimentos que se van acumulando hasta que ya no existe lugar para contenerlos.
En el suicidio flota una incógnita inquietante. Es la mente la que mata el cuerpo?, o es el cuerpo quien mata a la mente?....
Es la clase de interacción interior, que cuando se perturba, hace estallar la alarma. Tu articulo potencia ese punto. La reflexión interna de los estados que estamos transitando. Hace falta inspeccionar atentamente ese sentido autocritico para saber alejarse de los estados que pueden llevarnos a transitar caminos tenebrosos.

delivery post-crucifixión dijo...

Coincido con Dexter, también con Laura. Es muy feo que pasen estas cosas. No se puede generalizar, pero si lo he de hacer creo que, dada la complejidad del cuerpo humano (incluye en él la esfera espiritual), se va gestando una predisposición en la persona que finalmente lo lleva a cometer semejante acto. Lo social es un disparador, no lo veo como una determinación esencial. Acá se suele acentuar "lo social" porque de ese modo parece más fácil comprender las cosas. Pero creo que no es así. O, al menos, no tanto.

Saludos!

Anónimo dijo...

Por lo que estuve investigando, estos chicos no querían suicidarse, buscaban emociones o jugaban a algo extremo.
La pasividad de estos lugares donde no pasa nada frente la información que produce internet?
El aburrimiento de los pueblos donde se emborrachan diariamente hasta el hartazgo y luego salen a manejar y se matan en la ruta, casi a diario?
No sé, a mi me suena mas por ahí...lo vengo pensando desde hace bastante, constatando muertes a los que yo llamaba suicidios.
Impresionante tu capacidad para escribir sobre estas sensaciones.
Silvia Pritz

Ricardo Fasseri dijo...

En la Argentina mueren todos de la misma dolencia "paro cardiorespiratorio". Qué poco originales! En Suecia en cambio muchos mueren por suicidio, será porque tampoco tienen al Indek...

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