martes, julio 20, 2010

"La crítica es falsa inteligencia", mi artículo de hoy en Yahoo!

Me tiene cansado, harto, la tendencia argentina a producir un efecto de falsa inteligencia a través de la crítica. El ejercicio uno de la mente nacional, su función elemental, su abc, su leche de pecho, sus palotes elementales, es el arte de la objeción, la formulación de una crítica o una sospecha, el señalamiento del punto en el que alguna cosa no anda o no va a andar. Sí, es la mentalidad taxista (suena como marxista, se le parece, pero es otra forma de impotencia, de estilo nacional).

Me refiero al canalla normal, que prefiere descreer y siente que así es piola. Al que hace mohines de reparo y descreimiento, al escéptico natural, al que cultiva su fe en el fracaso como si fuera algo profundo. No, claro, no somos todos así. Sí, hay mucho argentino y argentina inteligente de modo más verdadero, capaz de lidiar con complejidades sin tirar al chico con el agua sucia, pudiendo ejercer el arte del hacer, del buscarle la vuelta, del querer vivir aunque el mundo no sea fácil. Hay muchas personas que viven su vida dando sus batallas, sin dejarse llevar por este vicio compulsivo de la crítica. No se engañan, saben quien trabaja y quien miente, quien sólo critica y quien aporta. Quien tiende a mentir y a tapar sus mentiras con enojos (sí, hablo de los Kirchner y de sus manipulaciones constantes, de la información,la economía y la justicia), y quien tiende a generar condiciones de crecimiento reales.

El crítico cree que como la realidad no es como él querría que fuera, su capacidad debe expresarse señalando el error presente en las cosas. Mientras más error señale, más inteligente se cree. Si no puede afirmar nada, si logra descreer de todo, de todo absolutamente, anular todas las opciones, ver detrás de cada cosa una trampa, una amenaza, una mala fe escondida, se siente un genio. Y muchos lo festejan como tal. Es una inteligencia que mide su fuerza a partir de su poder destructivo. Para quienes viven en esta costumbre patológica el inteligente es ese descontento críticón, cuyos aires de superioridad no tienen relación con ningún logro o aporte real, pero que hace creer a los demás que tiene un potencial tremendo. Nunca se verifica, ese potencial, pero tanta capacidad para detectar fallas hace suponer unainteligencia prodigiosa. Gran malentendido.

Gran malentendido, porque esa posición defensiva y arrogante no produce nunca nada. O sí, produce: desazón, desencuentro, amargura, escepticismo, aislamiento, inhibición, depresión, falta de vitalidad, pérdida de vida, de sentido, desprecio de las posibilidades plásticas de la realidad. Prefiero a los boludos que tratan de hacer cosas, y se equivocan, (a los inocentes, tan criticados, que se animan a confiar, a crear, a buscar, a entregarse a la vida sin medir todos sus pasos constantemente) que a esos inteligentes sin inteligencia, a esos críticos pretenciosos y carentes de vitalidad.

Todo ciudadano que se precie tiene opiniones formadas acerca de cómo tendrían que ser las cosas, aunque luego no sea capaz de producir aporte alguno. Vivimos cultivando el arte de la objeción, señalando siempre frente a cada fenómeno el punto en el que este falla o podría fallar, como si eso fuera pensar, como si eso fuera ser inteligente: no lo es. Ese uso del pensamiento dista mucho de ser una aplicación valiosa, es más bien una estrategia de empobrecimiento constante, de negación de la realidad, una forma de querer siempre estar en otro lado y en otro momento, una manera de hurtarse y de no ser. Claro, por esa vía te salvás de equivocarte, pero porque te salvás de algo mucho más importante: de vivir.

Un claro ejemplo de esta mediocridad crítica es la mayoría de las intervenciones en los foros de internet, o incluso en los comentarios en los blogs o en los artículos como éste. Hay un cardumen de maledicentes que no tienen otra cosa que hacer con sus vidas que basurear resentidamente todo lo que no huela tan mal como su mundo interno. Seguramente no son capaces de generar ideas, ni textos, ni acciones, ni proyectos, pero se desquitan tirando tierrita encima de las posibilidades ajenas.

La visión de la crítica como suprema inteligencia avala tales costumbres como si fueran un aporte. No lo son. Aporte es sumar, con inteligencia, valor. No es sospechar, es construir; no es seguir diciendo lo que no se quiere, es animarse y poder decir qué cosa sí se quiere y colaborar con el logro de la cosa señalada. No digas más que es lo que no hay que hacer, tratá de decirme que sí te parece bien. Y no te olvides del cómo, pero de un cómo realista, no te escudes en el sueño utopista, que sirve para escribir poemas malos pero no suma nada en el mundo de la vida real.

El Gobierno Nacional cree en esta inteligencia crítica, en esta falsa inteligencia impotente, y recolecta adhesiones en quienes padecen de su mism impotencia creativa. Viven a costa de sus enemigos, sólo se orientan existencialmente peleando contra alguien a quien poder llamar “malo”. Sin ese recurso no saben qué hacer, ni quiénes son, ni qué quieren, ni cómo se llaman. Es un mal nacional, tenemos que aprender a ser de otra manera.

17 comentarios:

Maximiliano Galin dijo...

Muy buenas palabras, Ale!

Te comparto algo relacionado a la mentalidad taxista y hechos recientes, como la condena social a Macri o la ley que salió de matrimonio igualitario que me salió condensar en esta nota:
Discriminar, el enano fascista interno

Hay mucha herencia de Perón en todo esto... algún día lograremos librarnos supongo.

Abrazo!

Anónimo dijo...

Existe una crítica que nos permite cuestionarnos la realidad y transformarla.

La crítica a la que te referis en el artículo es una crítica esteril, propia de espíritus mediocres. No se si estos tiene salvación.

Igual hay que darle batalla.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo.
Pero como se sale del círculo vicioso? (y los medios tienen algo que ver en ese proceso enfermizo, así como los denunciantes profesionales). Aunque también están los "voluntaristas" que se suben a cualquier tren -no se si por convencimiento o por no saber separar lo posible de lo probable de lo que sólo te lleva a perder el tiempo-.
Que este gobierno no sirve no es un descubrimiento novedoso, pero no porque no tengan ideas sino porque son antiguos: porque todo lo que han hecho ya ha sido hecho o probado anteriormente (y no nos llevó al éxito), porque son abrumadoramente antiguos, brutal y burdamente antiguos. Esto sin contar que no trabajan y que viven maquinando como perdurar en el poder (en el trámite maltratando a la mayoría silenciosa y beneficiando a una minoría indecente habladora y mentirosa). Son escandalosamente predecibles y no van acorde con los tiempos. Que si son merecedores de críticas no tengo dudas. Pero cuando la crítica se esteriliza (y nuestros mandantes se nutren de ella y se potencian con ella) ello genera impotencia y o depresión o mayor obstinación y virulencia.
Como se sale? Cómo se traduce la crítica en acción positiva para que lo que se critica no se produzca nunca más y se excluya de la cosa pública a los responsables?
Si tan solo surgiera alguien, algún movimiento con ideas nuevas, que provocase la atención de la gente, el votante se sentiría alentado, con ganas de renovar su creencia en que sí se puede. Mucho de lo que decís es lo que se necesita, hacer participar a la gente creativamente, que el electorado sienta que no lo aturden ni le dan cátedra ni le mienten más, que los fondos del Estado no se malgastan en caprichos o en compra de voluntades. Que los derechos individuales se respetan, que las negociaciones turbias entre bambalinas están erradicadas
En fin, tal vez me extendí demasiado...
Atentamente,
Roger

Unknown dijo...

El criticon al que te referís, creo que en el fondo es una forma de personalidad perversa.
Sabido es que la perversidad tiene mil caras. Tendemos a concentrarnos en aquella clase que es mas dañina, pero hay una infinita variedad de grados muchos mas invisibles, pero no por ello, menos perjudicial.
La perversidad es como una variante social del mundo de los microorganismos, aquella donde ínfimas formas formas de vida pueden desencadenar una reacción en cadena que eliminara una organismo complejo y poderoso.
El criticón perverso, con su rancia lógica envenenada, funciona como las larvas de las moscas, contribuyendo a la descomposición de la carne.
No lo sabe, pero su adhesión a la inercia, es el granito de arena que conforman el árido desierto que mantiene intactas las estructuras sociales dañinas.
Es el que se encarga de cimentar un universo hecho de malas intenciones y descreimiento. El que es capaz de matar con tal que su visión del mundo se mantenga de la manera que el la concibe.
El criticon perverso es el enemigo numero 1 de todo acto evolutivo.

Anónimo dijo...

Excelente análisis, coincido en todas sus partes. Mientras lo leía no podía dejar de imaginar los ojos inyectados en la mirada ladina de un bruto con labia como Aníbal F( ídem Conti, Kris, Pichetto, Rossi, etc) notable exponente de esta fauna que sin dudas será recordada en la historia como energúmenos, eternos señaladores de fugaces enemigos como insólito alimento de sus ansias de poder enfermizas.

Martín dijo...

Yo creo que hay crítica inútil y crítica que atuda a la construcción y a develar la verdad, pero la crítica es inevitable, Un mundo sin crítica sería un mundo de tontos donde nadie se cuestionara nada, de modo que además sería muy funcional a quienes ejercen el poder, ya que nada cambiaría nunca, o lo haría sólo a conveniencia de quien tiene el poder. ¿Qué sería del periodismo sin crítica? Fijáte, Alejandro, que ni en una breve nota que cuestiona la crítica podés llegar al segundo párrafo sin dejar de criticar a los K.

Anónimo dijo...

Me quejo, me quejo y me voy a seguir quejando. El estado me cobra los impuestos y no me da ni educación ni salud, ni seguridad. Vivo en el conurbano, y todos los dias escucho que le robaron a un vecino, o mataron o violaron a alguien. No lo veo en TN. Es info de 1°mano. La escuela estatal a la que asistí esta en ruinas casi.
El año pasado, para no seguir quejándome en vano, me ofrecí de fiscal para las votaciones. Pero no siento que haya servido de mucho. (salvo para mi conciencia)
Como ciudadano, me siento impotente. Los únicos cambios reales que puedo hacer son dentro de mi propia casa.

Saludos.
Marilú

ramiro dijo...

Si, es un verdadero problema nacional (y hasta un poco internacional, yo no vivo en Argentina, pero creo que trolls y criticones los hay de todas las nacionalidades), pero no hay que pensar que por ser mal de muchos uno se puede esconder en la masa. Creo que la lucha, la batalla es personal. La transformacion individual. Ahi es cuando tambien el todo, el ambiente nos condiciona. Porque para poder transformarse uno necesita cierta informacion y cierta gente alrededor. Muchas veces no se tiene ni una luz como para ver otra cosa. Yo tengo la suerte de haber encontrado otra informacion, mas alla de la cultura Argentina. Pero mucha gente no tiene otra informacion ni otra gente, y hay que reconocer que es muy dificil de salir de la mediocridad cuando uno esta hasta el cuello de ella. El tema es que transformarse a uno mismo cuesta trabajo, hay que tener constancia y cierta disciplina. Es jodido, es algo que hay que practicar diariamente.

José Pepe Parrot dijo...

Me cuesta dilucidar con precisión cuál es la crítica que está reñida con la inteligencia.
En mi vida me he cruzado con muchos estómagos resfriados que usaban el desacuerdo como forma de vida sin mayores fundamentos. Uno de esos personajes habitaba mi pueblo: ante cada afirmación de cualquier naturaleza decía "-No vaya a creer", poniendo en duda lo que fuera, aunque lo mentado no pudiera ser puesto en duda.
Si, hay de ésos.
Pero hay otra crítica necesaria. Recuerdo aquí algunas cosas que exploré buscando alguna claridad en torno al trabajo intelectual. Allí me encontré con una caracterización que me parece interesante: el intelectual es un inconformista por definición, donde muchos ven el mejor de los mundos, el intelectual debe ver lo que falta, lo que no está del todo bien, buscar el desatino, como indica Dolina. Creo que en ese sentido, la crítica es el motor del cambio.
Ahora, estoy seguro que la falta de crítica es también dañina. Por motivos obvios.

Juan Carlos dijo...

Excelso! Espectacular! Inmejorable! Sos un genio Ale!

Felicitas dijo...

Genial la nota Ale! Odio a la gente que critica todo! Entusiasmo y mentalidad PROactiva!

María Luján dijo...

Increíble lo que escribís Alejandro. Absolutamente genial! Y escribíte algo sobre Mauricio y esta "kama" que le armaron. Ahora resulta que todos en el gobierno nacional roban y a Mauricio lo procesan por pinchar un teléfono de un tipo que ni se sabe quién es ...

flaviavanina dijo...

Hola Ale, estoy de acuerdo...aunque francamente no estoy dentro de los q solo critican...pero la verdad trabajo con gente terriblemente incompetente todos los dias!! y es agotador pensar que para construir un pais mejor uno de cada cuatro argentinos tenemos que laburar de sol a sol y los otros 3 solo "hacen lo q les corresponde"...y aveces ni eso!!no es justo, seguramente me diras "la vida no lo es.." sin duda, pero cansa ....

PORKETEKIERO dijo...

Comento algo que es una capacidad que logre a traves del budismo.Alguien cercano me daño-e hizo daño a todo el que transitara por sus alrededores-durante mucho tiempo con sus criticas DESTRUCTIVAS HASTA que llegue a LA CONCLUSION QUE LO HACIA POR ENVIDIA Y COMPLEJO DE INFERIORIDAD, asi reprimia el ego del projimo y su PROPIA mediocridad emergia.Un buen dia le hice entender que si estaba enojado, se parase enfrente del espejo y se DEJERA todo lo que la imagen le inspirara., o que me miraba tanto a mi para encontrarme defectos para EVITAR enfrentarse con la imagen que le devolvia el espejo. Las agresiones disminuyeron-no puedo decir que desaparecieron-pero es duro para todos enfrentarnos con nosotros mismos, es mejor distraer la mirada en los OTROS.

lacrisisesfilosofica dijo...

Yo desde el colegio que me "peleo" con la gente... y desde ese timepo siempre sospeché que uno de mis peleadores favoritos siempre tendía a criticarme pero no para discutir, sino para demostrarse que "él no se comía ninguna", que él era un tipo pensante en serio.

A veces éste criticón viene acompañado de puteadas, otras de un lenguaje inentendible(lo que lo hace más inteligente aún, por supuesto!). En fin, siempre sospeché que este personaje existía y vos lo describiste con esa brillante honestidad que te caracteriza.

Ojo, me preocupó al principio caer dentro de tu definición también.

Creo que no. Yo me la juego!

Abrazo!

David Delpino dijo...

Oye ale, disculpa que te moleste con esto, pero sabes? este artículo me parece genial, y en la actualidad de vez en cuando me encanta compartirlo con personas que me importan (he sido profesor de dibujo y la critica de shit en los institutos de caracas anda jodiendole el autoestima y la vida a mas de uno) la cosa es, que viendo el articulo, me doy cuenta que el enlace al articulo completo en la pag de yahoo esta como roto.. nose si fue que lo quitaron de la pagina de yahoo o algo, pero lo que pienso es que sería muy fino poder tener acceso al articulo completo, y a los otros que has publicado tambien.
No se que tan dificil será, pero me parece un material muy valioso para compartir y esparcir ideas que lo ayuden a uno a ser mas fuerte, a pensar mejor

:)

saludos desde ccs

Alejandro Rozitchner dijo...

Listo, Dave!

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