El político es un artista de la sociedad
Esta fue mi columna de hoy en el programa de Ari Paluch. La idea ya la trabajé en mi libro "Amor y país", pero acá tiene otros ingredientes:
Habría que decir que el político es un artista del liderazgo, pero me gusta la metáfora en la que la sociedad es como un instrumento musical y que el político al dirigirse a ella y al conducirla la hace sonar.
Algunos hacen música, otros ruidos, algunos tocan una canción de protesta, otros cumbia, otros hacen una ópera (a los gritos), otros jingles publicitarios. Algunos canciones de amor, otros canciones de despecho, algunos tangos sufridos y otros canciones infantiles.
La sociedad es un instrumento y cada líder saca de ella un sonido particular. También es cierto que los instrumentos tienen sus limitaciones y sus características, y que es diífil tocar una sinfonía con una pandereta.
¿Qué es lo interesante de esta idea? Que permite entender el trabajo de un político más allá del eje moral. No se trata simplemente de que sea una buena persona, correcta, moral, sino que cada uno de ellos imagina un país distinto, genera una música distinta.
Que un político sea un artista sirve también para señalar que hay en la gestión un componente de creatividad, de juego, de imaginación, de deseo, de invención, que suele ser mal concebido. No se trata simplemente de "hacer las cosas bien", como uno cree, sino de ver qué cosas hay que hacer, cómo se logra de un modo eficaz y novedoso satisfacer las necesidades de la sociedad. El artista inventa, crea, imagina.
Otra cosa: La elecciòn no es un mecanismo racional, es una consulta básicamente emocional. Uno vota según la música que es capaz de escuchar, siente resonancia con el líder con el que comparte un universo afectivo.
No estoy diciendo que no sea importante la honestidad de un líder, estoy diciendo que eso no basta, o aun más, que una persona puede ser muy recta y ser un perfecto inútil.
El mejor líder, siguiendo con este juego, sería el que hace que el instrumento suene como nunca sonó, el que hace que una sociedad saque de sí misma una forma nueva, evolucionada, que saque un sonido mejor del que se creía capaz de sacar de sí.
9 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo Ale. Mi visión es un tanto más abarcadora: Todos somos políticos, con un grado de compromiso variable. Desde el analfabeto hasta el más letrado.
Te invito a mi blog, acabo de postear algo en relación al analfabeto político.
Abrazo.
En cualquier tipo de diciplina hay un proceso creativo, una necesidad de uso intensivo de la imaginación para crear, hasta para ser eficiente y conservador en determinados contextos hay que crear, me encanta ver todas las diciplinas como arte, trabajar en finanzas como lo hace un artista, sabiendo que se está creando. La política y la sociologíoa son sin lugar a dudas arte (en el sentido que aquí le das). Comparto plenamente tu enfoque, pero convengamos que en Argentina nuestros "artistas" son Cohelos y Bucays, o Bandanas y Mambrú, es decir plagian, se repiten y carecen bastante de imaginación, que hay de nuevo en ser lo que aquí se llama "progresista"? si es en realidad una moda frívola, que nuestra futrura reina combina bien con sus Versaches y sus colágenos.
los artistas de la sociedad son todos chorros
Y la pregunta que (creo) todo lector de este post se esta haciendo es: cual es el sonido que saca N. Kirchner? Me quede con ganas de escuchar que sonido (para el autor del post) saca el actual presidente.
Yo diría que K. toca el oboe en una banda de heavy metal... ¡Ja!
Interesantísimo tu artículo Ale, y definitivamente demostraste ser un gran artista -más que todos- vos: no se me hubiera ocurrido mejor metáfora para describir el manejo del poder -autoridad que algunos creen poder, más bien- en los políticos...
Soy un joven admirador de tus trabajos y me fascina haber encontrado tu blog.
Mis saludos.
- Juan Pablo Giusepponi
Alguien dijo una vez que la política es un arte. Muy interesante esa visión como arte musical. La mayoría en este concierto desafina o toca un instrumento equivocado.
Ojalá que como pueblo en estos días estemos más afinados que nunca.
Tan acertada es la metáfora que incluso Napoleón se animó a decir:
"Amo el poder como el artista, como el violinista ama su violín. Lo amo para obtener de él melodías, acordes, armonía"
Es un error de traducción. K y su banda son los llamados "con artists".
A mucha gente le gusta el arte; pero no muchos pueden serlo. Muchos lo intentan, pocos lo logran. No me refiero a la perversa dicotomía discriminante del talento vs la mediocridad. Sino a la necesaría propiedad de que el arte requiere siempre una mirada nueva; algo que no estaba allí hasta que alguien lo trajo,sacandolo de lo inexistente para hacerlo existente. Un buen ejemplo me parece Beethoven, sordo,pobre y medio chapa, sentando las bases estructurales de lo que sería el romanticismo. Hay muchos ejemplos, pero me parece que un politico, es todo lo inverso de un artista. No porque el artista sea un ser divino, con la sagrada misión de pulir el cosmos,sino porque el politico no esta para crear, sino para consensuar intereses y ejercer el poder. Poder de que?: De ejercer con total libertad su propio deseo sin que nada lo limite.Si un politico no hiciera esto, sería un personaje muy peligroso y terminaría como Jesus en la cruz. Lo mejor que podemos esperar de estos tipos, es que encuentren limites en la consecución de su deseo, eso a veces los motiva a construir soluciones que le sirven a las sociedades; o caso contrario; hacerse politico uno y buscar la manera de deshacerse de los tiranos, hasta que alguien se deshaga de uno.
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