jueves, septiembre 11, 2008

Ayer murió mi mamá


Ayer murió mi mamá. María Isabel Mármora. Tenía 84 años. Estaba enferma, de cáncer, de un cáncer veloz y fatal, propio de gente joven, y en Enero estuvo internada y por morirse, pero fue mejorando hasta pasar ocho meses en su casa. Meses en los que pudimos vivir buenos momentos, en los que la ayudé cuanto pude y la vi ir decayendo de a poco.

Uno de esos buenos momentos fue el domingo a la noche, que estaba perfectamente consciente de su situación y decía que estaba durmiendo mucho y le encantaba y quería dormir más. Estaba de buen humor, tranquila, jodíamos y conversábamos, disfrutándolo. Ayudados por una médica psicóloga del equipo de cuidados paliativos del Cemic, que fue una pieza clave en los últimos meses (sin ella las cosas no hubieran salido tan bien), pudimos hablar con libertad de muchas cosas, de cosas vividas a lo largo de los años y básicas en nuestra relación. Soy hijo único y mis padres están separados casi desde siempre -aunque se mantuvieron cercanos, tal vez más de lo aconsejable- así que esa relación de dos fue mi núcleo familiar esencial cuando yo era chico.

Era una mujer fina, elegante por naturaleza, inteligente y culta, bastante depresiva aunque capaz de alegrías y calideces de todo tipo, muy conectada con la belleza, gran lectora, preocupada por los demás, independiente al punto de la soledad, hinchapelotas como toda madre pero más respetuosa de lo normal del estilo y elecciones de su hijo. Cuando chico en mi casa se recibía la revista Pelo porque la compraba ella, que escuchaba los Beatles desde antes que yo aprendiera a poner un disco, para mí.

Durante décadas pensé que la vida me tenía reservada la muerte de mis padres y que iba a ser un momento insoportable. Desde hace meses me fui dando cuenta de que no era así, para nada. Ya no soy el chico que los sentía el centro del mundo, ahora tengo una esposa a la que adoro y tres hijos que son mucho más importantes para mí que mis padres, hijos que me traen una vitalidad increíble y me instalan en un presente pleno y cargado de fuerza y movimiento.

Estuve triste, sí, y seguro que voy a estar triste otra vez, pero estuve triste en Enero, en Febrero. Fui elaborando la cosa a lo largo de los meses. Estuve triste el lunes, cuando ya no respondía, y estaba perdida, con los ojos y la boca abierta, respirando con largas pausas. No podía verla así, estaba un poco con ella y me retiraba a la otra habitación. Pero ahora estoy bien, aliviado, contento de haber tenido una madre de la que puedo estar orgulloso. No me gustó ver su cuerpo muerto, pero no lo miré mucho. Ayer estuvimos con sus amigos y familiares sólo dos horas en una cochería con el cajón cerrado. Hoy la dejamos en Chacarita para la cremación. Todavía no sé qué voy a hacer con las cenizas, pero no siento nada por esos restos, no me inspiran sentimientos ni respeto ni nada.

Sé que la voy a extrañar. Hubiera querido tenerla más tiempo, sobre todo porque desde que se hizo abuela de mis hijos supe donde meterla, porque antes era una señora grande con la que no sabía muy bien qué hacer. Viene la tarea de ver qué hago con sus cosas, momento que también imaginaba durísimo y hoy no me lo parece tanto. Lo que más quiero de ella son unos dibujos en pastel, abstractos, en colores, hermosos. No hizo muchos y los hizo hace mucho tiempo, pero son muy buenos y me encantan.

Me sorprende que todo esto pueda vivirse bien, cuando yo creía que el único modo era el desgarramiento y un dolor insoportable. Me alegra. Incluso me hace más asimilable la idea de mi propia muerte (para la que falta muchísimo). Quería contarles…

64 comentarios:

Santiago Javier dijo...

Tu texto transmite mucha madurez para afrentar una situación dificíl, aunque no tan catastrofica, tu madre seguramente vivio la vida que quiso, por eso murió en paz...

Anónimo dijo...

Mis respetos a vos y tu familia...saludos. Sergio Vallejos

Anónimo dijo...

Te mando un abrazo, loco. Aunque no nos conocemos, te considero un amigo.
Le agradezco a tu madre el haber intervenido positivamente en mi vida, a travès tuyo.

emilio

Anónimo dijo...

Mis condolencias. Gracias por compartirlo, es un texto que realmente dá mucho.

maria b dijo...

¡qué palabras tan valientes y tan llenas de afecto!! (¿porque viste que se cree que ser valiente es ser un duro?)
un beso enorme para vos y los tuyos

Anónimo dijo...

no sé qué se dice en estos casos, pero lo que escribiste me movilizó, qué claridad de pensamiento que tenés, impresiona. te mando un beso para vos, xime y los chicos.
bruna.

Cadena Blog dijo...

Mi sentido pesar, te acompaño en el sentimiento.

Raúl Soria dijo...

Alejandro me consterna la madurez de esta entrada; que bueno haber tenido todos estos meses para redisfrutar mucho de lo vivido.
Que lindo que hoy en día puedas tener tus hijos, seguramente debe ser algo maravillo, poder estar con esas personitas que nos miran desde abajo.
Sin sentir lo mismo que vos, sé lo que se siente, ya que me toco en mi vida lamentablemente acompañar varias muertes,demasiadas diria.
No las de mis pradres todavia porque los tengo
Te mando un fuerte abrazo, a vos y tu familia.
Gracias por compartir

goolian dijo...

te mando un abrazo a vos y otro a Ximena.
sabias palabras

Anónimo dijo...

Ale
Un abrazo grande para vos y tu familia. Nunca me es claro cuales son las palabras que se dicen en estos casos, pero vos ya lo expresaste de una manera muy linda, conciente , madura.
Es muy bueno (genial) haber tenido una madre como la que tuviste, será bueno guarda todas esas cosas materiales que ella dejo porque con el tiempo los recuerdos precisan de este tipo de elementos, sobre todo como en el caso de tu mama en el cual los recuerdos son de los buenos.
Jose Sztrum

esteban dijo...

Un abrazo, simplemente...

Anónimo dijo...

gracias por compartir tu experiencia, solamente quería decirte que me conmovieron tus palabras.
un saludo

Anónimo dijo...

Alejandro: Lo lamento mucho. Desde que dijiste hace unos meses que tu mama estaba mal, cada vez que leia un post estaba pendiende de cuando iba a pasar... Parecia estar muy cercano cuando lo contaste, asi que me alegro de que hayas podido disfrutar mas tiempo de ella.

Anónimo dijo...

Alejandro,
En Marzo murió mi suegro que paramí fue un segundo padre (o primero, no sé). Ese día estaba en la casa, donde murió, una amiga de su nieta, de 8 años de edad, y no había forma de consolarla. Cuando le preguntamos por qué estaba tan triste, nos dijo: estoy triste porque él fue el único que me escuchaba y me decía la verdad..." Los chicos nos sorprenden de formas inesperadas, y es muy bueno saber que ellos nos empujan a seguir adelante. Un fuerte abrazo!
Gustavo.

Anónimo dijo...

No me conocés, yo te conozco un poco por los libros y por el blog. Te considero una persona auténtica, inteligente, con energía y que dice lo que piensa con naturalidad y honestidad, y por sobre todo humano (humano, demasiado humano)
todo eso se nota en tu post sobre la muerte de tu mamá. Un desconocido te hace llegar un fuerte y afectuoso abrazo.
Julián

Mastrocuervo dijo...

Mi padre murió a mis 20 años y aquello fue una catástrofe. Sucedió de modo repentino, y teníamos -pese a mis arrestos propios de la etapa de rebeldía juvenil- una muy buena relación, de ir a la cancha juntos y eso.

Cuando murió mi madre, ella tenía 90 y yo 53. Se fue de a poco, meses después de haber sufrido un ataque en su casa -con golpiza incluida- por parte de uno o unos descerebrados que irrumpieron para robarle su magra pensión.

Tampoco me gustó verla en el hospital, perdida y dependiente, justo a ella que siempre fue tan resuelta y autosuficiente. Estuve triste, igual que vos (también soy hijo único), pero no fue catastrófico. Me cruzaron entonces sentimientos parecidos a los que vos contás.

Algo bueno que me pasa es que puedo recordarlos a ambos sin dolor, por los momentos lindos que vivimos juntos.

El post me conmovió, hay cosas que uno tiene adentro que salen en el momento menos pensado. Gracias.

Anónimo dijo...

Lo siento mucho.
Andrea

Anónimo dijo...

es muy lindo lo q escribiste.
como mamá, me encantaría q mis hijos me recuerden de esa manera. y tenés razón cuando decís que trasladamos el centro a la flia. q formamos: esposo, hijos. nunca lo había pensado.
tengo un axioma propio q dice q si un vivió bien, muere bien. es eso cierto?
q estés en pAz
tAtA

Anónimo dijo...

Què bueno que lo puedas ver asì Alejandro. Yo a veces daria cualquier cosa por tomar un cafe mas con mi viejo.
Un beso enorme .

Belén dijo...

un abrazo, ale.

Rothbard dijo...

Mis condolencias, y que descanse en paz, porque trajo a una gran persona la mundo. Saludos.

Charo dijo...

Te conozco por el blog y sigo también el tu esposa. Los acompaño en este momento.

Anónimo dijo...

Alejandro,
me movilizaron mucho tus palabras, me emocionaron. Debe ser por lo cerca que me haces sentir cuando leo tus posts, aunque esté en desacuerdo algunas veces. Y me pega por que pienso en la muerte de mis viejos. Un abrazo grande,
Martín.

Anónimo dijo...

un abrazo

daniel

laura dijo...

No sé si tenés idea lo que enseñás con esto que escribiste. A mí, una vez más, me mostrás que hay otra manera de ver las cosas, que es posible salirse del libreto de lo "esperable"-desgarro, dolor, depresión, sufrimineto-
Es tan sanador poner en palabras sentimientos, compartir y sentirse acompañado.
Gracias por mostrarme que es posible otra manera de vivir.

Un beso grande a vos y a Ximena

(tan linda la foto)

miguel sznajderman, jazzmen dijo...

Al año de su muerte fui a visitar la tumba de mi padre. Fue un momento único, solitario e íntimo. Mientras caminaba atravesado por la emoción, mi curiosidad y asombro hurgaban entre los textos grabados sobre las monumentos. Perdida entre otras, encontré esta perla.
Un poema de un hijo enamorado a su padre ausente.Tan bello, tan pleno, tan cautivante.

Mis recuerdos son lazos
Que nos unen siempre
Ser como vos casi imposible
Aún en tu ausencia
Me aconsejo de ti
Porque fuiste palabra
Porque eres presencia


comparto tus emociones,
un abrazo
miguel
espaciosdereflexion.blogspot.com

Anónimo dijo...

Querido Alejandro, pasè por lo mismo con mi mamà hace 7 años y te mando un gran abrazo.
Me sorprende y te felicito como lo hablàs abiertamente, te aseguro que es lo màs sano, lo mejor. Asì lo hice yò tambièn.
Un buen lugar para las cenizas, es meterte en el mar una linda mañana en bote y devolverlas de donde todos vinimos.
Con todo mi respeto.

Anònimo Juan

Anónimo dijo...

Mis respetos Ale.
Seguis siendo un capo hasta en estos momentos..

Anónimo dijo...

bueno hola, mi mente esta un tanto caotica lamento lo de tu vieja en serio. Yo pienso que cuando mis viejos se mueran no voy a ir a su velatorio ni nada, voy a mirar sus fotos una y otra vez (tendré algunas?)..luego, me dormire para levantarme al día siguiente y decir: hola señora vida, aqui estoy. que hay de nuevo? muchas cosas. Bueno comenzemos....


Un saludo.

Flor.

delirious_illusions@hotmail.com

ahhh!!!! estas delirantes ilusiones!!.

Javier dijo...

Tu corazón está en paz, por eso no te duele la muerte.
Ahora estas "maravillosamente desamparado frente al mundo", ya sos un adulto.
Un abrazo inmenso.

Anónimo dijo...

Aunque sea una desconocida para vos, me diste tanto con tus palabras, tus reflexiones de vida, que me emocionaste hasta las lagrimas con este testimonio de amor. Te envio con estas lineas un calido abrazo y celebro que exista la posibilidad de crear con las palabras redes que cubran las ausencias y las hagan mas tolerables... y en tus palabras senti luz , esa que seguramente sembro tu madre en vos...y que lindo que lo comunicas
Te mando un beso a vos y a toda tu hermosa familia
Romi

capitanfla dijo...

Gracias por compartirlo.

Te mando un abrazo muy grande y fuerte.

Sos un privilegiado por aceptar y comprender determinadas cosas con la claridad que te caracteriza.


Gracias por estar y por hacernos partes de nuestras vidas.

Liluka dijo...

Ale: vos sabés ponerle palabras a lo que sentis, me llegaron mucho.
Vas a ver que a medida que pase el tiempo, muchos estantes se van a ir reubicando, muchos cajoncitos abriendo. Es parte del crecer.. tambien la tristeza se transforma, dejarla que fluya.. levemente tocas fondo y volvés a subir. Te mando un fuerte abrazo a vos y a tu familia.
Liliana

Anónimo dijo...

curioso, las enfermedades, se nos parecen .... no? tuvo algo que le agarra a los jovenes y por lo que veo siempre conservó algo de "lo joven" a lo largo d e su vida
es un alivio cuando la muerte sucede a la edad que usualmente se la espera
estos meses de recuperacion de ella y recupero de las vida ... suelen suceder ... algunos lo hacen asi
bueno un abrazo
Sole

Anónimo dijo...

abrazos.

anonimus bosch.

Anónimo dijo...

Un abrazo señor.

Anónimo dijo...

alejandro,tengo en mi agenda impreso un texto tuyo que se llama ¿que es la muerte? no es de ahora ,mi viejo muriò hace poco y lo leo siempre ...me hace bien
Pero tambièn me hace bien llorar por el todo lo que mi cuerpo y mi cuore necesiten...

Anónimo dijo...

Alejandro:
Ojalá los ateos no tengamos razón.
Y si la tenemos, ojalá ante estos casos aparezca, como un rayo, nuestro superhombre.

Un abrazo

Walter Doti

Anónimo dijo...

Un abrazo para vos y la familia. Una vez más, pero en esta oportunidad con algo fuerte e inevitable de la vida; demostrás la manera correcta de encarar un asunto.
Te admiro por esto, y sinceramente desearía lograrlo. Estoy en eso.

Conz dijo...

me encantó como escribiste este relato.

sé que sobran las palabras. te mando un abrazo gigante.

Anónimo dijo...

Aunque solo te conozco a través de los blogs, me conmovieron mucho tus palabras.
Qué bueno haber tenido esos meses en que pudiste darle lo mejor a tu mamá y que ahora te provocarán esa inmensa paz que se ve que sientes.
Ojalá que pasado el dolor inmenso que obviamente sentirás a pesar de la gran madurez que transmites, puedas recordarla de la mejor manera, o sea con agradecimiento a una buena madre y abuela que se ve que fue.

Anónimo dijo...

La señora Forbes, del colegio, dijo que Madre al morir se habia ido al cielo. Eso lo dijo porque la señora Forbes es muy vieja y cree en el cielo. Y lleva pantalones de chándal porque dice que son más cómodos que los pantalones normales. Y una de sus piernas es ligeramente más corta que la otra a causa de un accidente de moto.
Pero Madre al morir no había ido al cielo, porque el cielo no existe.
El marido de la señora Peters es un párroco al que todos llaman reverendo Peters, y de vez en cuando viene a nuestra escuela a hablarnos. Yo le pregunté donde estaba el cielo y él me contestó:
-No está en nuestro universo . Está en otro sitio completamente distinto.
A veces, cuando piensa, el reverendo Peters hace unos raros chasquidos con la lengua. Y fuma cigarrillos y se los puede oler en el aliento, y eso a mí no me gusta
Le dije que no había nada fuera de nuestro universo y no existía ningún sitio completamente distinto. Quizá lo haya si uno logra atravesar un agujero negro, pero un agujero negro es lo que se llama Singularidad, que significa que es imposible saber qué hay del otro lado porque la gravedad de un agujero negro es tan grande, que ni siquiera ondas electromagnéticas como la luz pueden salir de él, y es a través de las ondas electromagnéticas como obtenemos la informacion de lo que está muy lejos. Si el cielo estuviera al otro lado de un agujero negro, a las personas muertas tendrían que lanzarlas al espacio en cohetes para llegar allí, y no las lanzan , o la gente ya se habría dado cuenta.
A mí me parece que la gente cree en el cielo porque no le gusta la idea de morirse, porque quiere seguir viviendo, y no le gusta la idea de que otras personas se muden a su casa y echen sus cosas a la basura.
El reverendo Peters dijo:
-Bueno, cuando digo que el cielo no esta en nuestro universo, en realidad, es por decirlo de alguna manera. Supongo que lo que en realidad significa es que esta con Dios
-Pero ¿dónde esta Dios?- le dije yo.
Y el reverendo Peters me dijo que deberíamos hablar de eso otro día cuando tuviese más tiempo.
Lo que de verdad pasa cuando te mueres es que tu cerebro deja de funcionar y el cuerpo se pudre, como el de Conejo cuando se murio y lo enterramos al fondo del jardín. Todas sus moléculas se descompusieron en otras moléculas y pasaron a la tierra y se las comieron los gusanos y pasaron a las plantas. Si vamos y cavamos en el mismo sitio al cabo de 10 años, no quedará nada excepto su esqueleto. Y al cabo de 1.000 años, hasta el esqueleto habrá desaparecido. Pero eso está bien, porque ahora forma parte de las flores y del manzano y del matorral de espino.
A veces, cuando las personas se mueren, las ponen en ataúdes, lo que significa que no se mezclan con la tierra durante muchísimo tiempo, hasta que la madera del ataúd se pudre.
Pero a Madre la incineraron. Eso quiere decir que la metieron en un ataúd y lo quemaron y redujeron a cenizas, y a humo. Yo no sé qué se hace de las cenizas, no pude preguntarlo en el crematorio porque no fui al funeral. Pero el humo sale por la chimenea y se dispersa en el aire, y a veces levanto la vista al cielo y pienso en que alla arriba hay moléculas de Madre, o en las nubes sobre África o el Antártico, o en forma de lluvia en las selvas de Brasil, o de nieve en alguna parte.

(Fragmento de la novela "El curioso incidente del perro a media noche")

Un abrazo Ale,

Carlos.

Anónimo dijo...

Mis sentidas condolencias Alejandro.
Ante estas cosas no tengo mucho mas para decir
Abrazo
Hernan

Louis Cyphre dijo...

Lo lamento mucho, Alejandro. Ahora a meterle para adelante y recordarla con cariño.

Anónimo dijo...

Alejandro,

en este dificil momento, solo quería decirte que tu entrada me hizo ir a visitar a mi vieja. Tengo la suerte de tenerla viva y no quiero dejar de pasar este momento sin mandarte un fuerte abrazo (aunque solo nos conozcamos via tu blog).

Anónimo dijo...

Un fuerte abrazo Alejandro.
No dudo de tu fortaleza para sobrellevar este duro momento.

Anónimo dijo...

alejandro,
saludos afectuosos y celebro la lucidez en un momento de tanta sensibilidad,
mg

Anónimo dijo...

Mi sentido pesar, y un abrazo para vos y los tuyos, Alejandro, desde los EEUU.

Miguel

Lazarillo Mochilero dijo...

Es muy fuerte el texto, me llega al corazón porque viví una experiencia similar.

Yo también el día de la muerte sentí como un alivio en el sentido de liberación de ese cuerpo que ya no le pertenecía, era como si algo (cáncer) se lo hubiera usurpado sin mínima consideración...vivir todo el proceso fue durísimo, horrible, una verdadera mierda...luego, a las semanas, a los meses comencé a sentir con profundidad su ausencia, de hecho me costó mucho más la posteridad que el momento de la muerte. Ahi reside lo terrible, acostumbrarse a que no va a estar para festejar mi cumpleaños, sentir la ausencia de la voz, sus abrazos, incluso luego encontrarla parecida a muchas mujeres por la calle...

Han pasado años y esa experiencia me hizo madurar. A veces yo queria que estuviese conmigo y me daba bronca e impotencia, era como un adiós soberbio, pero luego de mucha reflexión aprendí a tener una concepción de la muerte relacionada con la libertad de cada ser humano.

En cada recuerdo que viene a mi corazón ella está sonriendo.

Apo dijo...

Te mando una abrazo grande, estoy triste por tu perdida. Nunca dejo de pensar cuando esto mismo me pase a mi y como me va a "pegar", tu texto me ayuda mucho, pienso mucho en la muerte de mis seres queridos,no la mia.

Anónimo dijo...

uh, un abrazo, alejandro.

juliana h.

Maisa dijo...

Alejandro,
no creo que pueda agregar mucho; es hermoso el apoyo y la calidez de la gente que te lee. Me incluyo, por supuesto, en esto de leerte y de no dejar de asombrarme y de conmoverme con tu manera de filosofar, y en el sentir que te acompaño en tu pérdida, aunque sea de manera virtual.
Un abrazo muy fuerte.

Anónimo dijo...

Mis condolencias, me alegro de que estés bien a pesar del dolor.

Anónimo dijo...

Mis saludos a vos y tu familia. Tu texto me trasmite tranquilidad. Es un poco egoísta esto pero es lo que siento. Siempre me pregunto cómo será ese momento en mi vida (mis padres son jóvenes, tienen 63 años) pero me parece que el momento va a ser de dolor degarrador e infinito. Pero tus palabras me calman. Pensabas lo mismo que yo y no fue así. Qué bueno. Guardate lo mejor de tu mamá que en definitiva es lo que te llena. Pato.-

Anónimo dijo...

Que se cumpla tu deseo de morir dentro de muchísimos años, eso si, sin abandonar el blog.
Un fuerte abrazo
Rafael

Instituto Agrotécnico "Víctor Navajas Centeno" dijo...

Un fuerte abrazo.
Y gracias por la lucidez del momento.

fedetipito dijo...

Ale:

No deja de impresionarme como respondes, aún en una situación así, de esa manera tan linda y clara.

Te mando un abrazo.

Prof.Mg. Gustavo Aveggio dijo...

Alejandro, me ocurrió lo mismo, hace ya 18 años.Al leer tus palabras recordé lo que sentí en aquel viernes 31 de Agosto de 1990.
Recuerdo que tuve una cantidad de sentimientos encontrados...un momento muy complicado y triste.
Un abrazo

Gustavo

Igor dijo...

Visto desde afuera de la relación entre vos y tu madre, la lectura de esta entrada me hizo pensar que le diste a tu madre la mejor manera de terminar su vida.
Así vale la pena vivir. Y morir,
Me tocó particularmente porque yo tengo a mis padres ancianos y aunque están bien, en cualquier momento no los tengo más, y eso me lleva a disfrutar mucho mas que antes los momentos en que estamos juntos.
Un fuerte abrazo.

mariana cincunegui dijo...

qUERIDO AMIGO !Que suerte esa mamá bettlera que te tocó !!!!
llena de libros y de aventura .
Que buena despedida y que cosas lindas que dejó no ??
me enteré que tiene un piano ,dicen que es el alma de las casas y que su sonido lleno de tonos y armonías cercanas a una orquesta pueden dibujar en los días de la vida .Quizás ella quede también ahi en una casa llena de hijos, sus nietos que pueden disfrutar de un tesoro como esa abuela y ese piano
Mi abuela cincu era concertista !!y me enteré hace muy poco y siempre quise un piano y me acordé de una tarde en su casa a upa tocando, que se ve quedó por siempre en mi !

ABRAZO!
MARIAN

Anónimo dijo...

Alejandro, soy Alejandra Sayago, de Madrid. Cuánto lo siento por mí, pero me deja una tristeza muy muy dulce saber que mi Marie descansa en paz. Tuve la suerte de hablar por teléfono con ella unos días antes y a pesar de que podía hablar poco, se interesó _como siempre_ más por saber cómo estaba yo que contarme sus dolencias, con esa elegancia en la comunicación que la caracterizaba. Hoy la llamé para saludarla por el día de la madre y al no contestar el teléfono fui a tu página y confirmé lo que temía. La describís perfectamente en tu comentario, era una mujer espectacular con quien nos quisimos mucho, una trabajadora, una buscadora, una eterna teen. Te mando un beso enorme.

fernanda dijo...

Mañana se cumplen 5 Meses del fallecimiento de vieja,
Oculto su enfermedad de cáncer hasta que lo terminamos descubriendo en la clínica.
Parece mentira que la mas fuerte de todos se me haya ido.

Extrañar a tu vieja es una deuda a cuenta gota para toda tu vida.
si bien al principio uno la siente mucho con el tiempo no te vas olvidando de ella, si no recordando los mejores momentos que viviste.



A veces recuerdo en sus momentos gloriosos de podía dormir,
la miraba desde la puerta de la habitación, y parecía bruja,

abría los ojos como dos huevos fritos, diciendo -ME ESTAS MIRANDO!
y uno decía..... -No ma, estoy entrando a la habitación.

A veces la nulidad y la bronca te supera y otras veces la calma te da el aliento para seguir.

Creo que lo mas aterrador para mi es cuando el silencio no responde.

Aun espero que me mire aunque sea desde lejos,. Para demostrarle que soy tan igual a ella.


Espero que te recuperes pronto, y la verdad me siento muy identificada con las líneas que escribiste, ya que parecieran hasta algunos de mis pensamientos y sucesos por esa despedida que me toco vivir.

Saludos, Fernanda.
www.fernadat.com.ar

Anónimo dijo...

Hace dos días, que se me fue, y leí esto, creo que tenes razón, hoy no puedo pensar, trabajar, reir, no puedo hacer nada solo pensar, se que mañana si,nunca realmente nunca pense en una tristeza como esta, pero todo pasa, y me queda algo lindo, ella, sino esta pena no estaría. Gracias

Anónimo dijo...

Hoy se cumplen 2 semanas desde que se murió mi mamá. Si bien era grande (le faltaban 10 días para cumplir 82), estaba bien, fue todo muy repentino. Tengo 43 años y ella siempre me decía "yo no soy eterna, te vas a quedar sola" y tenía razón. La extraño demasiado, vivíamos juntas y si bien yo no estaba mucho en casa, compartíamos muchas actividades, charlas a la noche y a veces salidas. Teníamos una hermosa y especial relación.
La extraño demasiado, Si bien es reciente y se que es normal que me sienta sola, no es sólo que me siento sola, estoy sola, literalmente sola, sin nadie. No tengo pareja, ni hijos, ni otra familia, sólo algunos familiares lejanos que viven lejos y con quienes no tengo demasiado contacto (nadie vino cuando ella murió y sólo dos me llamaron una vez por teléfono como para cumplir).
Tengo pocos amigos, pero no amigos del alma, si bien me acompañaron y me acompañan, tienen su vida armada. No se qué hacer, no tengo a nadie por quien seguir viviendo, quiero salir adelante, pero no encuentro ningún motivo, ningún incentivo.
¿Alguien tiene alguna sugerencia? Pero no esas frases armadas que todos te dicen, alguna idea concreta, yo no la encuentro.
Perdón por mi bajón. Desearía poder volver a disfrutar de las cosas, a reír y sentirme feliz y no tan vacía algún día.
Mami te quiero mucho, te extraño y te necesito. Quisiera poder volver a abrazarte y que me abraces, darte muchos besitos. Nunca voy a entender por que te fuiste, si teníamos tantos planes, espero poder aceptarlo algún día

Related Posts with Thumbnails