miércoles, septiembre 09, 2009

Tolerancia e intolerancia en la gran ciudad: mi artículo de hoy en El Cronista

Este artículo ya lo había bocetado y publicado en estos días en el blog.

Primer párrafo:

Una tal Adriana, que me contactó por Facebook, me mandó unas preguntas que su amiga Daniela tenía que responder para una investigación que está haciendo en su carrera de periodista. No conozco a ninguna de ellas, pero me gustó prestarme al intercambio libre de los tiempos e intentar responderlas porque me obligaban a explicar (y por lo tanto entender bien) cosas interesantes. ¿El tema? Las relaciones entre las personas en la gran Ciudad, la tolerancia y la intolerancia en el trato cotidiano. Un tema que está en el fondo de nuestra visión del mundo, a mi juicio no del todo bien pensado.

Estas son las preguntas y mis respuestas.

- En la calle, ¿notas que la gente pasa empujando a otros, como si no los vieran?

No, la verdad que no, lo que sí a veces me pasa de tener que empujar un poco porque hay gente que va muy lentamente o porque no se da cuenta de que camina por el medio y no deja pasar.

Más allá del chiste, que no sé si lo es tanto, está la idea de que en la calle coexisten todos los ritmos, y que eso genera lógicamente un poco de roce. Pero creo que el roce es mínimo, es decir, que la sociedad humana funciona bastante bien en el trato cotidiano callejero.


Link: Artículo completo

5 comentarios:

Astrid Walberg dijo...

medio bajonete pero es la pura realidad.
que bajon los kirchner!
mejor ya no leamos los diarios, contemos cual presos cuanto falta para que se vayan, tachando los dias que faltan.
pero mientras somos felices o intentamos serlo, en nuestras esferas privadas, laburemos para no tener un especimen kirchner nunca mas.

Sergio Muzzio dijo...

Alexander, te quería preguntar algo que está medio relacionado, pero no mucho: ¿qué te provocan los anónimos agresivos? ¿cómo los manejás? ¿hay que manejarlos? (yo digo que no, hay que mandarlos a pasear sin sutilezas)
La pequeña Beilin huyó de Internet porque la enloquecieron a anonimazos, por ejemplo.
¿Qué pensás?

Ramiro dijo...

parece ser que tu tesis, si la resumimos en una sentencia, es que no hay intolerancia, no hay mayor friccion en la gente de Buenos Aires? No podria estar mas en desacuerdo, yo he cadeteado por anios en Buenos Aires, ahora vivo en otro pais, y he viajado a varias "capitales" del mundo, y lo de Buenos Aires es tremendo a nivel de friccion, mala educacion, furia desatada, etc. No se si tu tesis parte de un deseo de como quisiera que sean las cosas, o de como son en realidad. Quisieramos que el nivel de friccion sea menor, pero en realidad es muy alto, mas de lo que deberia ser.

Unknown dijo...

El ritmo de la calle es muy agreta en el microcentro.
Ahora que deambulo cotidianamente por San Isidro, percibo la enorme diferencia entre los 2 puntos.
Que el microcentro sea la espina dorsal de miles de actividades vinculadas al tráfico de dinero; obviamente colabora a que la zona esté superpoblada de transeuntes ocasionales. Pero esos transeuntes son permanentemente hostilizados por la incomodidad de caminar por calles angostas rodeadas de bondis que avanzan 2 mts casa 15 minutos, motoqueros que se sienten toros liberados en Pamplona y un permanente olor a smog y contaminación acústica.
Son condiciones casi extremas, propias de un habitat hostil. No me sorprende que la irritación fisiologica devenga en furia, confusión y una permanente negociación entre el deseo de salir de alli y las obligaciones que debemos materializar.
Es un punto a tener en cuenta para la planificación politica de la urbanización. Hay que destruir el laberinto para ratas que son ciertas zonas claves de la ciudad. El gran numero de ciudadanos demandando inteligencia colectiva para la actividad publica, es un quehacer necesario.

Anónimo dijo...

COincido plenamente, si te quejas de la friccion logica de una gran ciudad, trata de cambiar vos, y andate a vivir a otro lado, no vas a pretender que cambie toda la ciudad por vos.
Angel

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