lunes, enero 26, 2009

El cultivo de la objeción


Sí, está bien, pero… El pero es un arma del objetor en contra de cualquier afirmación completa. Es la actitud del que se guarda algo, del que se queda con un pedacito que no entrega, del que pretende sustraer a la posibilidad de la afirmación y el encuentro un segmento de la verdad completa para que la redondez no se produzca.

Vivimos en una cultura de la objeción, expresamos nuestra falta de confianza, nuestra abstinencia, en modos de sospecha y recorte. Daniel Gregori, un amigo, dice que la argentina es peronista, pero no por su adhesión al ideario justicialista, sino por su pasión por el pero. Siempre que podamos decir un pero, poner un pero, expresar un resquemor, señalar un defecto, una falla, una carencia, un límite, lo hacemos con placer, para destruir la posible entereza de algo.

Lo grave: esta práctica pasa por ser una expresión de inteligencia. La caracterización de la profundidad se enlaza con esta modalidad gataflorística: sí, pero… Sí, pero no. Sí, pero no totalmente. Sí, para vos, que no te das cuenta, pero para mí, que miro más adentro… no, no del todo. No, no tan fácil. No, un momentito, acá hay algo que no anda, que no sirve, que no está del todo bien. Hay una oportunidad de sustraerse, de no afirmar, de no coincidir, ¿vamos a desaprovecharla? ¿Por qué tengo que decir que sí si puedo intuir un no, si puedo desarrollar una aspereza, si puedo ponerme de lado y dejarte pasar?

La objeción es un arte miserable, es un recurso maligno, es una pasión triste, es un automatismo vicioso, es una manera de salvarse de quedar expuesto. Porque las afirmaciones, las afirmaciones sin peros, son riesgosas. Son elecciones, con ellas uno se juega, se mete en las cosas, elige y opera. Con la objeción uno puede en cambio permanecer en el campo puro del pensamiento, salvarse de la realidad, quedarse en la sombra de la evaluación constante de lo que otros harán intentando servir o satisfacerse, para que los objetores podamos después solazarnos en negar el valor de todo lo que podamos negar.

El objetor disfruta con su señalamiento, con su negativa, destruyendo o intentando destruir, la seguridad del que se jugó y formuló un proyecto, un paso, una opción. El objetor se ubica en el plano imposible del juzgador total, como si pudiera con su movimiento mezquino anular la riqueza de un mundo con el que no sabe bien como tratar.

No, por supuesto que no todo tiene que gustarnos. Pero superando el perfil de la objeción es posible dedicarse más a expresar confianza en los casos que lo merecen, que nos resultan valiosos, a metodizar esa actitud de constante señalamiento de lo que no. Es muy sencilla la formulación pero no por eso menos adecuada: hay que hablar de lo que uno quiere, no de lo que uno no quiere. De lo que nos gusta, de lo que sirve, de lo que buscamos, de lo que queremos, de lo que estamos tratando de hacer, de lograr, de nuestros posibles avances. El pero, tanto como la cultura de la objeción constante, es un modo menor, impotente, que nos lleva por el camino “lúcido” (en realidad idiota) de la evaluación constante de todo, y de la acentuación defensiva de lo falible. No tienen valor esas verdades enunciadas sin compromiso, esas anulaciones conceptuales a las que llamamos objeciones. Lo que tiene valor es lo que podemos querer y afirmar, lo otro es secundario.

La cultura de la objeción hace central lo secundario, el movimiento defensivo. La nuestra, la argentina, la porteña, la intelectual, la del sentido común, es más una cultura de la objeción que una del riesgo, de la afirmación, de lo posible. El cambio cultural necesario, ese que decimos que debemos lograr para superar ciertas incomprensibles pobrezas de nuestra vida nacional, tiene que ver con una superación de esta pasión objetora. Y con un crecimiento de la confianza y del querer. Eduquémonos en esta vía, y formemos a nuestros hijos en un territorio que esté a salvo de este vicio pseudo inteligente, en realidad testimonio de impotencia y de pobreza.

La imagen es de Antonio Seguí.

26 comentarios:

goolian dijo...

Sin ánimo de objetar nada, la imagen es de Antonio Seguí, gran pintor argentino.

Alejandro Rozitchner dijo...

En el apuro me había olvidado, tenés razón, Goolian, ya lo aclaré. Gracias.

Tiziana(+que4patas) dijo...

se q es reiterativo lo mio, pero...es que lo unico q puedo decir en algunas notas tuyas es excelente.

Raúl Soria dijo...

Coincido plenamente con vos, nacimos con el pero a cuesta; en mi posicion yo adhiero al ideario justicialista, no es por el PEROnismo que soy peronista. Aclaro es en mi casi, y esto me hacer replanterme muchos que conosco, Gracias. Aunque agrego que esto no es peronismo; esto es comunismo disfrazado, ahora tengo que elegir que heladera comprar, o que auto, a donde vamos?
En vez de generar confianza en el empresario, se trata de generar el consumo inverso sin generar confianza y con tasas de interes por la estratosfera, pasando por la ionosfera y llegano a Korea o cualquier parte del mundo en dos horas.
Ahora en serio...
La palabra PERO, es una trampa mas de nuestro lenguaje; "yo no tengo nada contra los negros Pero..." de alguna manera intento invalidad o anular parcialmente lo que dije primero o escuche de otro.
Los PERO nos frenan, porque no se puede avanzar sin compromiso es uno el que avanza; y los PERO nos hacen retroceder. Ale esto lo suelo ver mucho cuando la gente se enoja, cuando no adhiere a algo y no se anima a confesar, que no adhiere, siquiera se permite ser el mismo. un ejemplo "Ale para mi Macri es un hijo de puta, le partiría la cabeza, pero... esta haciendo las cosas" (bueno es burdo el ejemplo lo reconosco, pero pongo al abzurdaje que te lee contento ja) Esto no es otra cosa que no animarse a reconocer algo que el tipo por ahi es un hijo de puta, por ahi es un mal bicho, que te da ganar de romperle la cabeza y ADEMAS ESTA HACIENDO LAS COSAS... que anularia lo anterior... entonces paro mi expresion con un tremendo y garca PERO.
Bueno que tengas un buen día, es un día hermoso PERO me tengo que ir a trabajar... Ja Ja JA
La reputa que lo pario, me tengo que ir a trabajar con este día hermoso.
Chau saludos

Anónimo dijo...

Es una gran verdad.En toda reunion con amigos o con familia, el 90% de los comentarios son objeciones.Ya sea destruir una pelicula, un programa de television, un politico, lo que sea.es muy dificil salir de una reunion sin haber escuchado criticas escepticas.
Hernan

Anónimo dijo...

Me gustaría agregar que Daniel –que es uno de mis hermanos- tomo prestada la cita de mí. Igual entre hermanos siempre uno se presta las cosas, no nos vamos a hacer problema por los copyrights.(Está todo bien Dani)

Incluso, jugando, había exagerado un poquito más diciendo que justamente si el pero es una objeción que busca trabar la acción, el avance, la afirmación, entonces el hecho de que Perón se haya casado con Evita era obvio. Porque el pero evita enfrentarse con la realidad, evita formular un proyecto, una solución, evita dar con un querer, evita mostrarse.

Anónimo dijo...

Tenes razon, no objeto nunca mas!

Me hiciste acordar a los italianos que cuando usas una doble letra donde no va se enojan, pero cuando dicen Peerrroooo lo hacen con 4 letras por cada.

Pero tenes razón.

Siempre que puedo quiero subir desde PB a la terraza de un salto, trato de "ahorrame" algunos escalones, que boludo!
Jole

Victor dijo...

Buenísimo el punto y el artículo, muy oportuno también.

Coincidentemente a mi me tiene un poco obsesionado (y cansado) el exceso de peroismo. Ademas ya se lo usa de casi de muletilla, aunque no corresponda. Esta conducta hace mal, te condiciona de manera negativa, nubla el pensamiento y va minado la confianza en lugar de construirla.

Hace poco le propuse a la gente que trabaja con migo y los familiares que frecuento, que dentro de los posible evite usar la palabra "pero".

Saludos

Anónimo dijo...

Es cierto, Alejandro Gregori es mi hermano, pero si me bajé toda la discografía de los Allman Brothers sin preguntarle a nadie, porqué no descargarme algunas ideas del cerebro de mi hermano.

Aclaración: Estoy en desacuerdo con vos Ale R, porque considero que el peronismo no es ni un arte ni una cultura, es una torpeza habitual que como argumento nunca termina de trastabillar. En algún momento se va a caer piensa el entusiasmado, pero si me caigo dice el neurótico...y chau arrancó de nuevo.

Semana Onírica dijo...

Yo creo que el cultivo excesivo de peros vino en mano a reacción de algo peor: el rechazo a gente que viene a imponer certezas de mala manera, que en una época fue furor.

"Perón" en sí es una certeza para unos cuantos. Fue la respuesta a cualquier pregunta.

Dentro de un marco parecido, otra certeza que generó más conflictos que soluciones, es decir "Dios".

El "pero" tiene una función muy distinta según el contexto.

Santiago.

Anónimo dijo...

Me parece que Alejandro está necesitando mayor acuerdo y conformidad. Seguí lo que el dice.(lo digo por el pintor...)

Saludos
Carlos Anchorena

tibu dijo...

Alejandro, entiendo tu punto y concuerdo con que el "pero" tiene muchas veces connotaciones negativas, si embargo (cabría utilizar aqui el "pero") en otras circunstacias utilizar es "pero" significa marcar o llamar la atención sobre distintas características de una idea, tema o cuestión importantes para quién las plantea y con las cuales podrás o no estar de acuerdo...

Me parece que muchas veces planteas las cosas en blanco o negro, y hay muchos grises en el medio...estoy muchas veces de acuerdo con vos pero tambien muchas veces estoy de acuerdo con "peros" que son atendibles (por lo menos para mí) y eso no significa "negatividad"...

No todo "pero" tiene la carga negativa que vos describis, muchas veces es bueno que haya "peros", el mundo y la vida no son tan lineales para las deficiones univocas carentes de "peros", algo que por otra parte, más de una vez te leí y/o te escuché decir y con lo cual estoy absolutamente de acuerdo (sin peros).

Atte

Elio

Pablo dijo...

Felcicitacioens, uno de tus mejores posts.

Anónimo dijo...

Posiblemente haya mas de una manera de definir al "pero".

Tomando un aspeco, podria pensarse que la cosas tienen mas de un aspecto, por lo tanto, el "pero" describe ambos aspectos que siempre estan presentes. En las primera pag. de la Fenomenología del espiritu, Hegel nos dice que por la universalidad del lenguaje, es imposible decir "es", porque cuando lo decimos decimos a la vez "no es".

Otro ejemplo, cuando todos decian que sospechaban de las victimas, eso era cierto: se es víctima y victimario a la vez. Aca el "pero" esta presente.

En sintesis, el "pero" es fundamental.

Anónimo dijo...

comparto con Elio, las cosas no son tan lineales y me imagino Alejandro esta hablando de los que constantemente senialan un pero o una objecion. La verdad es que tampoco es correcta la persona que dice que Si a todo SI SI SI SI SI SI, eso es una idiotez, me imagino que la mayoria concuerda en que que decir que SI y afirmar todo es medio idiota.

Jime dijo...

quizás el problema este inclusive antes del "pero"

el argentino estandard es opinólogo por naturaleza, y no siempre tiene conocimiento del tema sobre el que va a opinar, so, su mejor recurso es utilizar la "critica" como modo de expresión

imaginemos la siguiente fórmula:

digo algo con formato de critica "constructiva"

+ utilizo un "pero" (asi inhabilito lo anterior)

+ digo algo a posterioridad que parezca una aclaracion

= no dije nada "pero", parecio todo lo contrario

me llego tu post a traves de un amigo (por reenvio de un mail), y aca estoy

"opinando" ;)

Unknown dijo...

Alegato apasionado el tuyo, creo que no se trata de una critica al "pero",sino a un abuso malicioso del mismo para fines bajoneantes. Es interesante el uso que le das para describir un contexto ideológico de difícil descripción objetiva. Una palabra de 4 letras tan poderosa como un fragmento de agujero negro. Ya que estamos en tema; presiento que el móvil de la objeción obstinada e incrédula obedece a un apetito desmedido por poseer la razón. De que nadie moleste con visiones distintas y cambie los paradigmas del mundo. Es la visión de la vida como una quintita que nadie debe invadir. Un pánico animal por la invasión del territorio, un yo pelotudamente narcista que se resquebraja al primer embate serio de la vida. Tal vez el error mas grande de esta clase de personas es que sientan que no tienen que aprender nada; porque alucinan que ya lo saben todo. Eso es vivir alienado.

perogruyo dijo...

NO SE, PERO ME OPONGO.

Entiendo que "Cultivo de la objeción" es cuando "objeción" = "excusa" para no accionar y no cuando se refiere a una mirada distinta de la realidad que bien puede enriquecer la mirada propia. Ahora bien, hay un punto en que la decisión se impone. A partir de allí, no hay "pero" que valga, a partir de allí: objeción = excusa.

Este capítulo del libro Metamanagment de Fredy Kofman está enfocado en la resolución de esta actitud inefectiva. Pasa por "poner el cuerpo", como espacio para el aprendizaje.

"Meter el cuerpo" significa que "saber hacer" es más importante que "saber". Se inicia en el instante mismo de elegir una alternativa, cuando todos los "jugos" internos se movilizan en pos del resultado esperado. Alternativas puede haber muchas, "pero" el camino, se hace al andar. Y no-hay-garantía-de-éxito. Una solución que sirvió hasta ayer, bien puede hoy, dejar de ser efectiva. El riesgo es inherente a la realidad.

Hay que atravesar la angustia accionando, dicen los sicólogos. La acción mata al juicio, dicen los coachs ontológicos. Lo que importa no es "tener razón", lo que importa es lograr resultados, dice Kofman. "El cerebro no lo tenemos para pensar, lo tenemos para accionar" dice el fisiólogo Henri Laborit en la película "Mi tio de América" de 1980.

Queremos vernos "en forma", ergo, debemos bajar el sobrepeso: ¿Cuál es la manera eficaz por excelencia?

¿Y? ¿Cuándo empiezo? ¿Hoy? ¿El lunes? ¿Espero la orden de alguien? ¿De quién más que yo mismo?

Emiliano López dijo...

Me encanta este post. Me parece tan pero tan acertado. Me hace acordar a algunas personas con las que trabajo, que parecen disfrutar de buscarle un freno a las propuestas, sean las que sean, les guste o no... su objetivo es poder tener la atención demostrando que algo puede fallar. Basan su importancia en mostrar los puntos débiles de cada alternativa. Al principio me ponían muy nervioso estas actitudes, ahora, para vivir unos años mas y mejor, solo les digo que si!

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Cualquiera sea la tesis que uno plantee, siempre es dable oponer una antítesis. Y esto sucede porque no hay verdades absolutas sino tan sólo perspectivas. El conocimiento de esta circunstancia nos puede llevar a, por lo menos, dos actitudes:

a) La inacción que surge de la constatación del abismo de sentidos dados y la actitud consecuente de señalar el carácter provisional de toda propuesta (PEROnismo, según el post).

b) La labor esforzada, entusiasta, valiente y afirmativa de crearse para sí un sentido propio, adquirido, ganado. Como este enfoque surge a partir de la consciencia plena del carácter perspectivístico de toda valoración, no se ve en la necesidad de remarcar este aspecto, de exhibir "peros" que hagan visible una provisoriedad que se conoce de antemano.
Así, desligado de esta prerrogativa paralizante, puede aplicarse a la absorción de lo que refuerce su propia perspectiva, evitando imponer objeciones al resto de las propuestas.

La lucidez que se arroga la actitud crítica advirtiendo sobre la provisionalidad de todo, señalando a cada paso el abismo, no es más que una molestia inútil para el hombre afirmativo que, desde hace rato, ha puesto manos a la obra construyendo puentes de sentido.

perogruyo dijo...

Sólo quiero agregar esta frase del genial Sarmiento que escuche de un maestro cuando era pequeño y recuerdo que en ese momento me molestó porque me dije ¿Cómo hacer las cosas mal, pero hacerlas?. Buscándola en la web, la encontré textual:

"las cosas hay que hacerlas mal o bien porque solamente haciéndolas se conocen sus dificultades"

Ahora entiendo que el genio, además de genio, era un sabio.

También recordé y encontré este fragmento de una carta de San Martin a Godoy Cruz del 24 de Mayo de 1816:

"Veo lo que usted me dice sobre el punto de la independencia: no es soplar y hacer botellas; yo respondo a usted que mil veces me parece más fácil hacerla(declarar la independencia) que el que haya un solo americano que haga una sola (botella)."

(El agregado entre paréntesis es mío).

perogruyo dijo...

También recuerdo a mi madre que me decía:

"Es más efectivo uno destruyendo que diez construyendo"

Posiblemente por eso me jode tanto que un grafitti -o una consigna política- arruine una pared pintada.

Anónimo dijo...

Es lo mejor que leí en lo que va del 2009...¡¡excelente!!

Anónimo dijo...

"No le pidas peros al alma",
dice Tom Lupo.

Anónimo dijo...

Acertado, hermoso. Soy docente y creo en la posibilidad de lo imposible, el deseo de hacer, en la locura del riesgo.

Te felicito...

Gracias por tanto aliento en estos días...

Javier dijo...

Volví del campo..ni señal para celular...Out de la civilización.
Y me encontre con unos post brillantes. bue como siempre!
El pero tambien es otra forma de demagogia. Quedar bien con todo.Usa el pero para dejar una puerta abierta hacia otro sector, por las dudas.
Va y viene.Encima descalifica animicamente al que hace.
Como decis, no todo tiene que gustarnos.
En ese caso podemos debatir,cada uno dejando en claro sus gustos.

Que la envidia deje de ser el impuesto al éxito ajeno.

Saludos

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