Amistad en tiempos difíciles

Ayer me dí cuenta lo que quiere decir realmente la frase: ´amigos en las buenas y en las malas´. Lo que es difícil no es ser amigos cuando las cosas van mal, si no cuando van bien. Es fácil estar cerca de alguien a quién le va mal, compadecerse, unirse en el dolor, darse manija con que somos buenos pero no nos entienden, que el mundo cruel te ignora, etc. Lo difícil es ser capaz de estar con alguien a quien le va bien, que disfruta, que tiene muchas posibilidades, que siente la felicidad.

Por envidia, porque el feliz siempre parece un guacho, porque parece siempre más meritorio que te vaya mal a que te vaya bien. Es difícil tolerar el éxito. Sé que puede parecer ridículo, pero estoy seguro de que este un obstáculo mayor para uno mismo en su propio camino: si nos va bien, ¿qué hacemos? ¿Quién va a querer seguir siendo amigo nuestro? ¿No irán a creer que soy un hijo de puta si me va bien, cuando todo está tan mal? ¿A quién le voy a parecer una persona confiable si soy feliz, si tengo una buena relación amorosa, si tengo trabajo, si estudio y aprendo, si me dedico y hago mi arte o lo que sea?

Los problemas, los fracasos, se sufren, pero también te reciben entre sus brazos con un calorcito agradable: el no poder es un refugio. Ya sé que es una manera paradógica de verlo, pero me parece que tiene mucho de verdad.