jueves, febrero 26, 2009

El sentido de los problemas


Al acecho. Agazapados, en la espera. O simplemente aguardando la noticia, el hecho. Cliqueo el ícono del diario esperando que haya pasado algo. Una sensación de urgencia o de peligro sería bienvenida. ¿Sirve la crisis? Claro que sirve, podemos preocuparnos mucho, y parece que por mucho tiempo. Vamos a tener que inventar de todo. Sirve cualquier cosa que produzca una desestabilización notoria, que nos haga sentir vivos al tener que esmerarnos y responder, inventar algo.

Ahora entiendo la frase de Nietzsche sobre la libertad, esa en la que dice que la libertad sólo existe al vivir la mayor presión, al borde de la tiranía, en el punto tenso de la lucha. Siempre me sonó un poco extrema, la idea, y me disgustó el carácter exigente y trascendental de tal valoración del extremo, pero ahora al menos la entiendo.

Los chicos juegan en el living. El mayor puso un colchón sobre un banco, el del medio se sube a una silla y se pone cerca. El bebé deambula por el piso y golpea las cosas con una especie de pandereta. Y los adultos acechamos las noticias. ¿No es suficiente despelote el que tenemos en casa? ¿Hace falta algún otro hecho que nos desvele u ocupe? ¿La vida no es noticia, las cosas de todos los días? Si no hay peligro no es noticia.

Leamos a Osho. “Siempre que tengas oportunidad de elegir, recuerda, elige lo desconocido, lo arriesgado, lo peligroso, lo inseguro, y no te equivocarás”. ¿Por qué? ¿No es mejor estar tranquilo? ¿No es legítimo querer una situación más agradable y ventajosa, por ejemplo, que la que más zozobras potenciales arrastre? “Lo que importa es tu elección: tu elección de aprender, de elección de experimentar, tu elección de adentrarte en la oscuridad. Poco a poco, tu coraje empezará a funcionar”.

La humanidad es problemática, porque es naturaleza. Es un rasgo evolutivo, la búsqueda de problemas, porque ellos traen la promesa de una lucha, y en la lucha se gesta, se inventa, se generan nuevas capacidades. “Yo digo que aunque todo lo viejo sea oro, olvídalo. Elige lo nuevo, tanto si es de oto como si no, eso no importa. Lo que importa es tu elección”: y que esa elección nos lleve a la necesidad de tener que rehacernos, seguir viviendo la experiencia de las cosas como nueva, es decir, inexplorada. La creatividad no es un ejercicio puro de invención lúdica, nace de la necesidad de respuesta a una realidad que se nos viene encima. No porque sea cruda, ella en sí misma, y nos obligue, sino porque la queremos así, para azuzarnos y poder sentir el peligro y de ese modo tener que crecer. Ponerse en problemas, para tener que movernos.

¡Bruno muge! ¡Andrés le dice “dime la verdad”! Yo le chillo: Andrés no grites. “Tengo algo para ti”, sigue diciendo como el héroe doblado al español que es cuando está contento y tira al hermano sobre un almohadón. El bebé se acerca, ahora gatea en pos de unos bloques. Tengo ganas de reputearlos: ¿cómo se escribe un artículo si Bruno se puso a llorar porque Andrés no entiendo bien qué le hizo? Se le pasa en seguida. El bebé sigue su avance, jodiendo, porque tendría que mirarlo en vez de escribir. Bruno llora otra vez. No grites Andy, no llores, Bruno. Ximena se está bañando.

¿Qué cosa mejor te puede pasar que tener semejante despelote en torno? ¿Qué artículo puede salir mejor que uno escrito en este riesgo de no entender ni lo que uno mismo está diciendo? Coraje, se llama el libro de Osho del que estoy tomando frases. Coraje es la actitud base, nos hace entender, porque es la que te arroja a las experiencias que te hacen sentir vivo. Y tener hijos no es precisamente una experiencia burguesa y conservadora, como creímos alguna vez los que aun somos hippies aunque seamos adultos. Tener hijos es la aventura por excelencia, el gran desafío desplegado en mil formas de amor y de guerra, de logro y de riesgos.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Ale, empecé a leerte hace más de 2 años y me estás ayudando un montón. Sos grosso. Estoy leyendo "La Psicología del amor", de Peck, y me compré algunos de Daniel Goleman. Estoy descubriendo un género bastardeado que me ayuda mucho.
Estoy por terminar el libro de Peck. No me cierra mucho su idea de la existencia de Dios y de la Gracia, pero igualmente lo considero un libro muy aprovechable. Abrazo

Alejandro Rozitchner dijo...

A mi me pasa lo mismo Hernán, con Peck. Me gustan algunas ideas pero no me engancho con su religiosidad y con algunas otras cosas. Un abrazo y gracias

Anónimo dijo...

Me mató el artículo, buenísimo.

Me voy corriendo a comprar Coraje.

Gracias.

J

Anónimo dijo...

....
Leamos a Osho. “Siempre que tengas oportunidad de elegir, recuerda, elige lo desconocido, lo arriesgado, lo peligroso, lo inseguro, y no te equivocarás”
....

Lo siento, pero esto me parece un
estupidez. Servirá para vender libros,
pero como consejo, una tontería.

Imaginate a uno de tus hijos
el día de mañana eligiendo
entre un porro y una jeringa
con heroína, y la jeringa ya
usada por otros 4 tipos....
y Osho diciendole al oído
"... elegí lo arriesgado...".
Osho no es serio.

Boxer en Pinamar

Ricardo Fasseri dijo...

Yo sigo creyendo que la estructura familiar sigue siendo "LA" salida más fácil, segura y conservadora al dilema de la vida. Cuando esta se pone más complicada, más gente acude a al despelote conocido, programado, seguro, propio, que es la familia... Es el caos controlable, archi-conocido, muy distinto a "elegir lo desconocido, peligroso, oscuro y nuevo" en el sentido que habla Osho y con el que comenzaste la nota.

Ese "caos" familiar del que hablás en el fondo te contiene, te retiene del otro, del desconocido, del peligroso, del que te lleva a nuevas salidas y muchas veces incluso, se contrapone.

En tal sentido, te recomiendo el libro "Amor" de Osho. No es fácil conseguirlo, pero puede que te lo consigan en la editorial "Luz de Luna", donde se hacen las meditaciones activas de Osho.

Anónimo dijo...

Concuerdo con Boxer, eso que dice Osho no debe tomarse literalmente sino es mas una declaracion en contra de una actitud excesivamente conservadora. Es cierto que al volverse adultos, las personas tendemos a no arriesgar y creo que de ahi parten muchas de nuestras infelicidades y nuestra actitud desencantada, pero claro que a Osho no hay que tomarlo literalmente, sino los resultados en la vida real serian bastante desastrosos. Ejemplo, tocarle el culo a una chica muy bonita: esta el riesgo, esta el miedo, etc. Recordemos que Osho vivio en terminos muy peleados con su filosofia escrita, andaba en Rolls Royce, se cagaba en todo (creo).

Unknown dijo...

Gran post. De los que me siguen enganchando a este blog.
Ale sos un compañero de todos los días.

Anónimo dijo...

Boxer, me parece que estas relacionando lo arriesgado con la muerte.

Creo que las soluciones son travestis, se disfrazan de problemas.

Un abrazo,
Manuel

Anónimo dijo...

Yo tampoco creo que tener hijos sea una experiencia burguesa y conservadora. Lo que si creo es que es una experiencia extraordinariamente hinchapelotas.

Anónimo dijo...

concuerdo con la mirada de Jose, yo no tengo chicos primordialmente porque me romperian las pelotas y me limitarian mi libertad de hacer cosas. Ya que estamos criticando las religiones y somos ateos, tambien habria que impulsar la paternidad por eleccion, no por "default". Gracias

Ricardo Fasseri dijo...

Jose, yo sigo creyendo que es la experiencia más conservadora por el mismo motivo que decís: "que te hinchan las pelotas".
Lo que está hinchado está lleno, y el temor y desafío de nuestra época es transitar el "vacío", porque vivimos en la era del vacío.

Lo que casi nadie resiste es el vacío, por eso el ruido, la tv, los celulares, el matrimonio, los hijos.

Osho ya hace décadas la presagiaba y escribió sobre atravesar primero el vacío antes que algo lo hinche... pero el camino es complicadísimo y la gente está resolviendo por la postura más fácil, más conservadora, y dejó a Osho para los ratos libres y espiar el mundo que no se atrevió a transitar...

La idea de paternidad por "default" del último anónimo, aunque sostenga lo contrario, lo confirma..

Pato dijo...

Desde hace mucho tiempo te sigo. Y me gusta lo que hacés. Pero desde que compartimos la experiencia maravillosa y trágica de tener tres hijos varones me siento más cercana aún. Mi vida es tal cual la describis. Yo no puedo escribir ni leer, pero aún así lo hago. El otro día me encontré con Federico, mi hijo menor, sentado en una de mis piernas. Tomás, el del medio, en la otra, viendo en la pantalla de la computadora videítos en YouTube sobre Madagascar 2. Y yo elevando un libro por encima de sus cabezas para poder leer algo. Es un verdadero quilombo. Pero lo disfruto que me sobrepasa y quiero matarlossss! Voy a anotar a Osho en mi lista de pendientes. Saludos,

Unknown dijo...

Boxer, cuando era muy joven, me toco elegir entre el porro y la heroína. Preferí el porro y de mas grande, lo deje. En ese momento, sentí que no me importaba experimentar ningún "viaje". Sorprendentemente, los drogones no son gente arriesgada. Es todo lo contrario, se trata de gente que escapa de si misma, de su caos interior, que no es otra cosa mas que impotencia para decidir lo básico, y se alivia químicamente. Hay una base demente que te lleva a esa condición. Hay niveles de insatisfacción que van mas allá de lo tolerable. Pero un plano no tan extremo, el riesgo es un saber que conviene manejar de muy joven. El fracasado es un tipo que no sabe manejar el riesgo. Lo intentó pero no pudo. Es un acertijo que nunca supo resolver. Es ser un león criado en cautiverio, que lanzado a la selva, ya no sabe cazar. Ni se te ocurra lanzar a tus hijos al mundo sin unas buenas lecciones de riesgo. No solo la droga acecha mas allá de la puerta de tu casa.

Anónimo dijo...

Que recreo es leerte¡¡

stu polk dijo...

Muy buena Nota! Estas metido en el mejor de los kilombos...!!

laura dijo...

lo que más me gusta de tu blog es que siempre hay cosas nuevas y bien diferentes. este posteo me dejó muchas cosas, sobre todo tu manera de escribirlo. y los comentarios no tienen desperdicio. te felicito x la garra q ponés y gracias por compartir.

Betty dijo...

Muy interesante. Ahora entiendo tanta gente que corre a jugar a las traga monedas. No son como Robert Redford en Propuesta indecente, pero cada uno en el nivel que elige vivir.
También viajar colgado en el tren que va al suburbano, la adrenalina que genera debe superar a Tarzán contra una pantera salvaje.
Los mas intelectuales (?) que arriesgamos? Perdernos en laberintos imbrincados, no trabajar en tareas monótonas y pasar necesidades? Repito, muy interesante. Viva la libertad!!!

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