lunes, diciembre 08, 2008

Qué es un alumno secundario


En mi libro "Pensar para hacer: cómo transformar la filosofía en una experiencia real", puse un "Mini diccionario de la clase del secundario nacional", con definiciones de alumno, docente, etc. Esta es la de alumno:

Alumno:

Joven que ha caído en situación educativa sin desearlo, que comprende a veces que es una situación necesaria y hasta valiosa y privilegiada pero no por eso siente que los procesos de formación a los que es sometido con diversas intenciones (a veces buenas, a veces inerciales, a veces sádicas) tengan demasiado sentido.

Joven desorientado que intenta cumplir medianamente con cosas que se esperan de él pero a las que al mismo tiempo no puede dejar de sentir como arbitrarias e inadecuadas, capaz a veces de llenar más o menos efectivamente con el rol en el que se lo encaja pero sumido en profundas confusiones de todo tipo que le hacen muy difícil la construcción de un sentido de la vida pese a que lo necesita violentamente.

Joven necesitado de orientación en todo tipo de cuestiones pero al mismo tiempo necesitado también de oponer resistencia a los intentos por dársela, en parte porque está sometido a necesidades de tensión y enfrentamiento determinadas por su momento en del desarrollo de la personalidad, pero en parte también porque la orientación que se le ofrece no suele tomar demasiado en cuenta su realidad.

Persona estallando, sujeto en proceso de veloz constitución, padeciente de decenas de procesos simultáneos de desenvolvimiento que exigen de él más de lo que puede dar.

Persona nueva, asustada y ambigua, individuo sometido al peso de posibilidades infinitas a las que desea y teme al mismo tiempo, abrumado por la convergencia de muchos problemas que eclosionan simultáneamente: necesidad de diferenciarse de su familia (a la que lo unen sentimientos de amor y odio en rápida sucesión); imperativo físico de contacto corporal con otros cuerpos; necesidad de determinar aunque sea imaginaria y parcialmente una imagen del futuro que ordene su caos presente y le otorgue una dirección; enorme necesidad de recursos económicos que por otra parte le resulta tremendamente difícil obtener (dada su escasa preparación y las pocas riquezas que posee para ofrecer en el siempre exigente mercado de trabajo); tendencia a la emoción fuerte, deseo de aventura y necesidad de experiencias varias; apasionada necesidad de autenticidad en una etapa del desarrollo personal que por cambiante hace vacilar todas las determinaciones de la realidad; etc.


El dibujo de Crumb ya lo puse alguna vez, pero creo que nunca tuvo tanto que ver con el tema como en este caso...

2 comentarios:

Raúl Soria dijo...

Lamentablemente, tristemente... Alejandro tenes tanta razón con tu definición, en especial con el 2º parrafo, pero hay escuelas que no son asi, gracias a la vida me tocó elegir una de ellas para poder sentir la diferencia y es genial.

Unknown dijo...

Que buena pluma chabon, si fuera rico, te regalaría un Mont Blanc, a cambio de unas clases de escritura. Que precisa descripción de los jóvenes secundarios, que mas allá de la correcta argumentación del texto, refleja una empatia emocional, casi conmovedora. Es grosso que la mejor vitalidad que uno tiene en su fase como ser humano, se diluya tan al pedo, en la obtencion de saberes que te importan 3 carajos. No disiento en que se eduque a los jóvenes, todo lo contrario, debería reveerse toda esa pedagogía anticuada y comenzar a utilizar tecnología para encauzarlos en el mejor concepto educativo de todos:"Trabaja, aprende y crea, la forma en que queres vivir". Darles un shock de posibilidades y enseñarles a bajar a tierra lo que su imaginación produce. Percibo cierta tendencia de que las personas educadas en escuelas de orientación Técnica, desarrollan una destreza mas pragmática en sus elecciones de objetivos. Es como si esa inyección de practica vía talleres, les desarrollara cierta metodología. No pretendo que todos sean técnicos, pero quizás la clave sea el poner las manos a construir algo. Manos y cerebro, es una combinación formidable para cualquier desarrollo. Y aquí viene una duda Maquivellica, ¿no será en realidad una estrategia de control social, el educar no educando a los que elegirán gobernantes el día de mañana?. ¿Una sociedad de estúpidos puede ser políticamente correcta?. Te la dejo picando para un video futuro de los tuyos.

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