martes, diciembre 09, 2008

Tipos de felicidad


Nietzsche, que distingue entre tipos de personas, y sitúa lógicamente la variable principal en las cantidades de fuerza que cada persona tenga, explica que la diferencia se capta especialmente bien cuando se piensa en el tipo de felicidad de cada persona.

Las personas sin fuerza, que eluden los problemas, encuentran su felicidad en la paz, en la tranquilidad. Las personas con fuerza, que crecen al enfrentar y resolver, encuentran su felicidad en la autosuperación.

La cosa es mucho más larga, pero basta esta descripción mínima para entender que nos equivocamos cuando hacemos de todos los casos, de todos los individuos, una muestra del mismo sujeto humano abstracto. No hay tal cosa, hay tipos de hombres, muy distintos. Aprender a mirar, entender la realidad, pide que nos entrenemos en la captación de estas diferencias.

La imagen es de Hiraki Sawa.

7 comentarios:

Imaga dijo...

que lindo lo que escribiste.

Ricardo Armando dijo...

Yo creo que aparte de depender de la fuerza también depende de los contextos de cada persona tanto como del pasado. Yo creo que hay tantas felicidades diferentes como desafíos y victorias personales en cada persona.
Muy interesante reflexionar sobre las felicidades.

Javier dijo...

Muy bueno.No hay estereotipos de personas. No somos un producto terminado.Tal vez tendencias.
Creo que la verdadera fuerza es un equilibrio entre ser enérgico y tranquilo.
Fortaleza para enfrentar problemas, hacer, superarse. Ser tranquilo para pensar.
Saludos.

Anónimo dijo...

si, es un entrenamiento en la captacion de diferencias, pero el obstaculo para poder captar diferencias subyace en un problema de moral: que quiere decir? mucha gente piensa que "yo no tengo porque ponerme en los zapatos del otro" porque "quien es el" "el deberia primero ponerse en los mios" etc. Y ya vemos que aca el problema es de indole moral, que tiene que ver con lo que la persona piensa que "debe ser". Dale Carnegie habla de la necesidad de entender primero a la otra persona. El problema esta en la comunicacion, mejor dicho, en las barreras para una buena comunicacion.

Saludos,
RL

Anónimo dijo...

como tantos otros posts, lo primero q me atrajo fue la IMAGEN.
y luego, cada vez más convencida, gracias al amor, de q todo todo todo en esta reputing life es relativo y subjetivo.
un facilismo??? maybe...

Unknown dijo...

Cada uno debería escribir una lista de los tipos de felicidad que conoce. Si logra hacerlo con una lista de ítems, donde cada uno es distinto del anterior. Que publique su email. Es un tipo digno de conocérsele.

perogruyo dijo...

Hay un linyera que vive en un extremo del parque Saavedra, al lado del museo. El tipo encontró su alojamiento debajo de un añoso árbol y tiene allí sus pocas pertenencias, sillita, frazadas y hasta un perro. Algunas de sus cosas las transporta en dos carritos de supermercado cuando, entiendo, sale a hacer su ronda de "pedir" o cartonear. No parece pedir nada al estado, sólo utiliza ese pequeño espacio público que no creo que él considere de "su propiedad", es decir, a mi entender es un liberal, como yo. Su vida se basa en relaciones voluntarias con sus semejantes. Tiene mi más profundo respeto.

¿A que viene ésto? A que todos, creo, buscamos la paz y la felicidad.

El estado de felicidad, de entusiasmo responsable, se alcanza, entiendo yo, cuando, aún no habiendo obtenido lo que queremos, confiamos en nuestra capacidad y en la posibilidad de lograrlo. La EXPECTATIVA. La expectativa trajo a los inmigrantes a este país, que no, el éxito asegurado. El problema surge cuando nos "hacen creer" que nuestras necesidades crean "derechos", es decir, obligaciones de otros a satisfacérnoslas y ahí es dónde nace la lucha de clases y la desgracia humana y el negocio de la mayoría de los políticos argentinos: los pobres.

En ese negocio está embarcada casi toda la oferta política de este país: desde el socialismo/comunismo hasta el peronismo/radicalismo. Existe oposición, pero no se avizora como posible, una alternativa hacia una convivencia responsable. La CN de 1994, Pacto de Olivos mediante, Alfonsín mediante, hasta consagró ese tipo de derechos de "obtener", malversando la Contitución de Alberdi. La famosa "egalité" francesa, tan ansiada y tan mal entendida, que hasta te cortaban la cabeza para emparejar.

Este negocio de pocos: los políticos, está haciendo que nuestras expectativas de alcanzar la felicidad en este sistema, vayan evaporándose...

No necesito que publiques este largo comentario, sólo sentí la necesidad de expresarlo, como si lo escribiera en mi diario personal.

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