jueves, octubre 23, 2008

¿Por qué nos enamoramos? ¿Para qué? ¿Vinimos al mundo a ser felices o a amar?


Nos enamoramos porque sentimos que podemos estar muy conectados con alguien y que esa conexión (espiritual, sensual, amorosa, graciosa) transforma nuestra vida. Un enamoramiento es una promesa o una realización de una vida más intensa y sensacional. Un enamoramiento se refleja en el mundo, toda la realidad se baña de un sentido distinto. Un enamoramiento logrado cambia de forma con el tiempo. Ese estallido de felicidad (cuando es compartido, que es el verdadero enamoramiento) se calma y da lugar a una vivencia de mayor duración, el amor, en la que los estallidos de sentido se transforman en una realidad más agradable y consistente. Lo que parecía una explosión se hace permanente. Tiene menos potencia imaginaria, pero mucha más potencia real. Tanta, que incluye la vivencia de problemas, que pueden ser desilusionantes, pero que si uno es sano y fuerte (y la relación vale la pena) da lugar a los mayores logros que uno tendrá en su vida: felicidad crucero, proyectos, hijos, conocimiento del otro y autoconocimiento, maduración y diversión cotidiana.

Vinimos al mundo como parte de la producción festiva de la vida, pero la felicidad no es accesible a todos, o al menos no de la misma forma. Amar es la puerta de la mayor de las felicidades, no su contrario. Amar (o querer, o tener, o vivir una relación de larga duración con alguien por quien te sentís atraído, a quien estás muy unido, ligado) es imprescindible para el logro de la felicidad. Pero amor no es renuncia y altruismo, al contrario, es enriquecimiento sensual, personal, cruzado. Yo me satisfago al estar con ella y ella conmigo. No estoy con ella por hacerle un favor, ni querría que ella me hiciera tampoco el favor de abrazarme si yo no le gustara. El amor, bien comprendido, es un egoísmo mutuo, podríamos decir, bien llevado. Gustarse es imprescindible.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ayyy el amor el amor... hace 19 años, y no es joda, que estoy enamorada de mi amor. y tengo 36, asiq imagínense lo chicos q éramos. y con el tiempo y muchísimas cosas pasadas buenas y malísimas, seguimos eligiéndonos cada vez con más ganas. es increíble y es muy raro. todos a nuestro alrededor se separan, o viven juntos a las patadas. y nosotros cada día nos miramos y nos reímos y nos gustamos y tenemos muchos problemas y los superamos y nos la bancamos solos porque estamos lejos de nuestras familias, pero nos gusta así. algunos amigos y familia nos dicen los ingalls, vivimos en una chacra, con perros, muuuchos verde y para el verano una piletita muy linda. comemos sano, tenemos huerta, tenemos tres hermosos hijos y estamos convencidos de que vamos a morir así, juntos y felices.
emi te amo!!! y ya sabés, no puedo dormir sin vos, no puedo!!! bruna.

Anónimo dijo...

Muy bueno el fragmento Ale, coincidimos en un todo, o casi un todo, lo que veo hoy es muy poca tolerancia del uno hacia el otro y viceversa, me toco ver en mi familia, a las generaciones pasadas, como la de mis abuelos, mis viejos y mis familiares mas viejos, que la peleaban a full, por mas cosas malas que vivieran, por mas situaciones economicamente complicadas que les tocaran, hoy veo que aparece la culpa muy rapido antes que el dialogo para solucionar y seguir peleando por la causa, que es el amor. Veo como que la tolerancia hacia el amor, y hacia la otra persona, es cero, obvio no en todos los casos, pero en la gran mayoria. De todas formas, soy un convencido de que la voy a pelear con la que me toque compartir mi vida, porque me quedo con esa imagen. Un abrazo. EL MENDOCINO.

Anónimo dijo...

Genial!! como siempre.

Anónimo dijo...

¿Por qué no hacés un taller sobre el amor?

Anónimo dijo...

totalmente, un taller sobr el amor!!! apoyo la moción! está en tus planes hacerlo alguna vez ...?

Unknown dijo...

Que buenas preguntas y creo que Bruna ha dado una bella respuesta. Su cita a los Ingalls viene de perlas al tema. El año pasado me enganche y vi varias temporadas y realmente me sorprendí de que una temática tan simple y humana fuera blanco de tanto cinismo inútil. El manto de cuento de hadas que la cubre, es por lo imposible que parece la elección de vivir en un Universo de seres queridos de verdad. Pareciera prevalecer la lógica despiadada de un egoísmo improductivo como cliché cultural. Hay cierta sobre valoración de la individualidad libre de compromisos afectivos, como si tenerlos fuera un lastre que va impedir la evolución.¿Evolución de qué?. Nada sana mas, que los vínculos bien construidos. Saber armarlos es un logro silencioso, vive en el placentero anonimato detrás de la puerta del hogar, en la tibieza que emana del cuerpo amado al lado de la cama. No tengo ni idea, a que se viene a este mundo, pero lo que me queda claro es que somos criaturas hechas de agua, electricidad y un inmenso apetito sensitivo. Voy a procurarme ese alimento. No encuentro mejor manera de pasar la vida.

Raúl Soria dijo...

Apoyo también la moción sobre el amor.
Comparto también la idea del amor como egoísmo mutuo, es más comparto la idea del egoísmo no como una mala palabra.
Saludos

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