domingo, octubre 26, 2008

Noche en la playa

Estoy pasando unos días en la costa. Anoche fui a la playa, tarde, solo, porque no convencí a ninguno de mis dos hijos mayores para acompañarme. Salí con ellos, en realidad, caminando hacia el mar, pero a los dos les dió miedo y quisieron volver.

Cuando estuve en esa situación que me parece de las mejores posibles (la playa de noche, las olas apenas brillando, el viento, la inmensidad, el cielo enorme) me di cuenta de que esa experiencia es como asomarse a la nada, a la inmensidad, al vacío. Es uno de los pocos escenarios pre históricos, además, una situación que no debe haber variado en millones de años, reveladora, con sonidos más suaves de los que la imaginación puede recrear.

Y sentí que lo que uno quiere en la vida es encontrarse con otros en ese borde. Que las personas que están en el límite al que uno puede llegar (el límite con la nada, al abismo) están ligadas a uno de manera especial. Son los cómplices existenciales, los cercanos, que comparten las cosas casi a punto de dejar de ser, los amigos frente a la muerte). Estar con alguien en la playa de noche es estar juntos en el borde de la existencia, una situación de intimidad especial.

Había una familia haciendo una fogata. No los ví con claridad, pero los escuché, había chicos jugando, risas, despelote. Me pareció lindísimo. Quise acercarme pero tuve miedo de asustarlos, ¿qué quiere este barbudo surgido de la nada?

Creo que es de las cosas que más me gustan: la playa de noche. Cuando los chicos crezcan seguro me van a acompañar. Y también Ximena, con quien fuimos muchas veces en otras épocas, va a poder volver conmigo a esa "zona" de la existencia. Pese a que a ella le gusta más la playa de día. Se ve que yo soy medio nocturno, me van bien las sombras del bosque y la oscuridad de la noche. De día la playa me mata, me aplasta. La tolero poco.

(La foto la saqué de internet, un montón de gente junta en una playa de noche, una metáfora de la humanidad, muchos al borde de nada, pero contentos).

13 comentarios:

Gustavo Saint Martin dijo...

Uno de los momentos más felices de mi vida, fue en una playa de noche. Con mis dos hijos, escuchando el ruido del mar y mirando las estrellas.

Anónimo dijo...

Maravillosa nota Alejandro, te inspiraste de verdad.
Gracias, yò pasè noches de fogata en la costa en mi post-adolescencia con amigos, novias, pesca al amanecer, mates...el mar es lo no-lìmte, segùn la metafìsica y el esoterismo es el espìritu ò el mundo supraterrenal, el màs allà...para la ciencia, el lugar donde se originò la primer vida y de donde -por lo tanto- todos provenimos.
Me encantò lo que dijiste de que no cambiò en millones de años, las cosas eternas o cuasi-eternas e inmutables como las montañas (me hipnotizan tambièn) son la medida real nuestra de tiempo, espacio, dimensiòn como humanos.
Nò las pelotudeces diarias, miserables y aplastantes.
Gracias nuevamente, me sentì en la playa de noche, con todo lo que provoca en nosotros.

Anònimo Juan

Maisa dijo...

Hermoso relato. Es verdad, la playa de noche conecta con la inmensidad del universo; con su energía y su misterio. La oscuridad se ve infinita, con todo lo que eso significa. Algunos la sienten romántica; yo me identifico más con las sensaciones que dijiste.
Un beso para vos, Xime y los chiquitos.

•Miserable Fan• dijo...

Que lindo es el mar. Soy de Mar del Plata y la verdad que voy poco y nada...en verano ni asomo un pie en la arena.
Lo mas lindo es en invierno, y cuando te volves a casa te queda ese olor a sal en el pelo.

Ahora noto que cuando voy a otras ciudades sin mar, siento que estoy encerrada...falta donde ir a respirar y ver el horizonte que nunca termina. Quizas a los demas les debe pasar lo mismo, es una sensacion dificil de explicar.

Anónimo dijo...

“Amaba el mar por razones profundas: por la apetencia de reposo propia del artista sometido a un arduo trabajo, que ante la exigencia plural del mundo fenoménico anhela cobijarse en el seno de lo simple e inmenso, y también por una propensión ilícita, hacia lo inarticulado, inconmensurable y eterno: hacia la nada. Reposar en la perfección es el anhelo de todo el que se esfuerza por alcanzar lo sublime; y ¿no es acaso la nada una forma de perfección?”

Fragmento del libro “La muerte en Venecia” (1914) de Thomas Mann.

Saludos

Anónimo dijo...

Live Love and make it happen!

Anónimo dijo...

"Desde màgicos abismos temporales
de auroras y ocasos infinitos,
sumidas en un juego indiferente
ajenas, lejanas, las olas repiten
el indescifrable secreto del tiempo"
Autor Anònimo (antigua China)

Anònimo Juan

Anónimo dijo...

...se queda oyendo como un ciego frente al mar...
Spinetta

emilio

laura dijo...

el mar, la inmensidad, la eternidad del mundo frente a la certeza de nuestra finitud, el mar, el cielo, la noche.

Anónimo dijo...

Que lindo texto, creo que es una experiencia compartida por todos, por eso nos gusta. Que linda esa capacidad de captar la realidad y procesarla en palabras.

nahuel.

pd: ale te mande un mail de borges que me dijiste que lo marcaste y me lo ibas a responder, no se si e acordas por casualidad

Anónimo dijo...

La foto es de la noche de San Juan. Si no me equivoco se festeja todos los 20 de junio en España y se hacen hogeras por la noche, la gente bebe, hace parrilladas y se juntan las familias y los amigos en la playa. Hasta q a las 12 van todos hacia al mar a mojarse por q asi lo dice la tradicion. Es una fiesta muy linda y divertida. Andres

Anónimo dijo...

el mar y la playa son hermosos de noche. lástima q no tenga muchos adeptos.
lo q más me gusta es esa especie de "arrullo" y me asombra la "reverberancia" q tiene: el ruido q hacen las olas cuando rompen se escucha en muchos kilómetros!!! y ese olor q se siente cdo te vas acercando, mezcla de sal y pescáu podrido me fascina, pero me fascina MAL.
estoy segura de q en alguna vida pasada fui una criatura marina, porq la playa y el mar se me dan como muy sensuales.
chau

CandyCaroline dijo...

Te felicito, pusiste en palabras un momento lindísimo. Desde que vi la película la playa, más allá del argumento. No pude desprender de mi retina esa imágen especial que muestran en la playa de noche. Increíble. Tuve la oportunidad de vivir la playa de noche en un bar de Brasil, en el morro de San Pablo, 12 de la noche y 30 grados.. la unión por la subida de la marea de las playas segunda y tercera REALMENTE da la sensación del fin del mundo, con 3 coqueiros coronando el fin. IMPECABLE. Gracias por traerme tantas cosas lindas a la mente con lo que escribiste.

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