martes, mayo 12, 2009

Hacer política


Lo peor que se puede hacer con la política es denigrarla. Descalificarla diciendo, por ejemplo, que todos los políticos son iguales, que prima en todos ellos un deshonesto deseo de promoción personal. Es lo peor, porque borra el trabajo de los que quieren cambiar las cosas y porque ensucia lo que es una actividad valiosa e inevitable: ¿cómo vamos a hacer para entendernos y crear cosas útiles para la comunidad si no hacemos política?

La política es el arte de entendernos y de establecer alianzas para producir realidad. Es cierto que hay en ese ámbito mil cosas detestables, pero echarle la culpa a la política por características propias del ser humano (que por otra parte derivan de la naturaleza) es dar pie a temibles retrocesos en las cuestiones públicas. La cura, como en tantos otros campos, o al menos el avance en la construcción de la salud posible, tiene que ver con hacer más política y no con hacer menos. Con meterse y hacer la política que nos parece correcto hacer, en vez de –como se dice con una metáfora cruenta pero perfecta- tirar al chico con el agua sucia.

Claro que hacer política no necesariamente tiene que seguir significando lo mismo. Los tiempos han traído nuevas realidades, innegables. Tal vez la época de la militancia haya pasado, como ha pasado la necesidad de ser formal y de dar discursos cargados de connotaciones cívicas impostadas. Hacer política hoy con un criterio antiguo es hacer mala política, representar el personaje de político y no serlo, creer que se trata de aplicar un modelo (vencido, además) y no de inventar modos nuevos para ser efectivo. Ser político hoy es encontrar una forma nueva de poder actuar en temas sociales sin caer en formulismos ni en repetir estilos convencionales y vacíos. El buen político hoy es un creador. Una persona que busca una forma que no conoce, prueba e inventa modos de hacer hasta que da con algo.

No sabe él (o ella, cada vez más ella, por suerte) cómo se hace política hoy como tampoco lo sabemos nosotros ni lo sabe nadie. Se trata de un trabajo raro, que requiere construir consenso, representación, proponer acciones, trabajar temas, generar posiciones, armar y mover poder. Hay que trabajar con los medios masivos, capacitarse como comunicador, ir y venir entre muchos tipos de personas distintas. Tener una paciencia infinita, hacer de a poco. Educarse, porque es mucho lo nuevo que hoy se sabe que no se sabía antes, y porque los cambios no se entienden fácil. Plantear ideas movilizadoras, pero buscar también movilizaciones que no son ya actos callejeros sino… ¿qué cosa? ¿Votar, votar mejor, convencer, explicar, educar?

Tampoco es ya la crítica el motor del político, como lo era antes. No es su desencanto el que lo mueve, son sus ganas de vivir, su entusiasmo por lo que se podría lograr. El buen político quiere hacer realidades, su terreno no es el campo de las ideas puras ni las tapas de los diarios: sin un amor por el mundo no llegamos a ningún lado.

El facilismo de la crítica a la política esconde una manera de desentenderse. Es más cómodo renegar de todo, pero hay que entender que esa posición quita validez a todo reclamo. ¿Con qué derecho vamos a decir que las cosas funcionan mal si no hemos hecho el menor esfuerzo por participar de las decisiones? Pero el encanto de la queja es grande, y es fácil que el quejoso pase por inteligente, al menos en un país que valora una versión de la inteligencia estéril pero dramática.

Pronto tendremos elecciones. Ojalá muchos logren superar la apatía y traten de entender qué está en juego, y qué implica cada candidato. La Argentina no puede ser perfecta, pero sí puede ser mejor. Si valoramos el cambio tratemos de votar, y de hablar, convencer, inventar, en consecuencia.

17 comentarios:

Natalia, la capricorniana alegre dijo...

Justamente de eso se trata. Todos tenemos que hacer política, de una manera u otra. Sin participación no hay cambio posible.
Criticar por criticar no lleva a nada; es más, es un retroceso porque siempre se critica con respecto al "pasado mejor" o "pasado peor", pero nunca mirando hacia a delante, lo bueno. Lo mejor.

delivery post-crucifixión dijo...

Creo que somos "seres políticos". Y, por ello, hacemos política, de algún modo, todos los días.

Estoy en general de acuerdo lo que escribís. El tema no pasa por la no participación. La cuestión tiene que ver con que uno se la pasa reflexionando qué partido, propuesta, candidato, etc. Y, al mismo tiempo, se sabe que por un "chori" hay miles (o millones?) de votos comprados.

Eso desmotiva a cualquiera.

En fin, es una opinión.

R.P.

Anónimo dijo...

Si señor, son TODOS iguales (al menos un 95%), todos buscan el beneficio propio y más PODER. Es así, aunque no te guste.
Desde Macri, Elisa Carrio, Michetti, Kirchner, Cobos o De Narváez hasta el último concejal de algún pueblito del interior.
Que alguien me demuestre lo contrario de que no es así, que alguien me demuestre que más allá de las palabras a estos señores (y señoras) no les importa la gente más allá de las elecciones, momento en que somos importantes ya que gracias a nosotros después consiguen los puestos que les permiten seguir vegetando en el poder. Son todos impresentables.

S.E.

Ramiro dijo...

yo no descartaria tanto la critica de la politica que parte del "son todos corruptos". En el fondo no es mas que una representacion de la realidad. Muchos, demasiados son corruptos. Esto tambien es real. Es en la naturaleza del ser humano ser corrupto? No lo es mas que el ser honesto. Ser honesto o corrupto son actitudes y conductas aprendidas, no se nace siendo corrupto. Por lo cual la critica a la corrupcion no me parece mal. La gente cuando dice eso dice que los politicos tendrian que tener otra etica. Por otro lado no todos tenemos que hacer politica. Todos tenemos que colaborar a hacer un pais mejor, pero no todos tenemos que hacernos politicos, ni seria deseable que todos participen. Es una actividad profesional. Los que se dediquen tienen que hacerlo porque tienen las habilidades y la conducta etica para hacerlo,
Saludos,
Ramiro

Converti dijo...

Hay que confiar, eso nos hace mejores!
http://rockylibertad.blogspot.com/2009/05/arg.html

Unknown dijo...

Muy buen posteo, realmente es asi. Pero la pregunta del millon es: que tipo de sociedad queremos?.
Actualmente existe un estado falaz de concepción de la misma. Hay un mix entre conceptos idealistas comunitarios y distributivos, conviviendo con un entorno de grandes corporaciones que manejan los mercados. Todo un contrasentido. Creo que la primera acción politica a gran escala es comprender como nos limitan las leyes y como deberíamos modificarlas. No ir de lo macro a lo micro, sino a la inversa. Que la sociedad pueda elegir no solo a sus gobernantes(los elije?),sino tambien a los jueces y una corte suprema. Ya no corre esa de que el pueblo solo gobierna por sus representantes. El mundo digital nos permite invertir esa ecuación, cuyo correcto funcionamiento debería ser: los representantes gobiernan en función de las necesidades de la sociedad. Para mi esa es la revolución del siglo xxi. Un mundo donde los gobiernos no sean pirámide.
La promoción de mecanismos para que esto sea posible, es algo que debería implementarse. Vos ale como comunicador de ideas, estas en la posición correcta.

Nicolás Farina dijo...

Ale,

Gracias por enseñarnos a re-pensar. Tu planteo de la política -en estos términos tan entusiastas y vitales- es muy saludable (y contagioso).

Subrayo dos cosas que me parecieron fenomenales:
1- "¿cómo vamos a hacer para entendernos y crear cosas útiles para la comunidad si no hacemos política?"
2- "sin un amor por el mundo no llegamos a ningún lado". (La falta de amor, es lo que es la pereza)

Un saludo!

Sebastian dijo...

Desde que tengo conciencia este pais va para atras. No tiene arreglo. Podes ser politico honesto, como podes ser policia honesto: Seras honesto el primer tiempo hasta que veas como funciona la cosa, luego si seguis estas metido en la transa. Por ejemplo el caso del ñoqui que cobra desde el 79, ese paso por todos los gobiernos, de todos los colores. Y? Me diran que este es distinto porque al menos lo descubrio. Pero que garantia tengo que en 20 años no encuentren los ñoquis que entraton ahora? Estas cosas no existen en paises civilizados. Yo directamente no voto, total el estado es tan inutil que no me puede detectar. Para salir del pais no piden DNI, sai que listo.
Como decia, esto no tiene arreglo, es como querer vaciar el mar con una cuchara.

Anónimo dijo...

Cuando este país fue rico, se debió al campo, al precio y cantidad de materia prima que exportamos (nos compraban, mas que vender) Crecía y la subiamos a un barco, no mucho mas.
Nunca fue grande por su gente o sus políticos.
Somos Sudamerica + España + Italia. Que puede salir de aca?

Ricardo Fasseri dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que decís en este post. Hace años que lo digo y lo sostengo y siempre participé en política hasta hace un par de años.

En lo que no estoy de acuerdo, en lo que veo una contradicción en vos es que no me levantes los comentarios cuando tengo un disidencia parcial con propuesta hacia el gobierno de la ciudad.

Yo no puteo, no hago crítica fácil ni estéril, no soy ni siquiera oposotir al gob. de la ciudad, siempre la acompaño con una propuesta, estoy bien informado, doy la cara, qué más querés? por qué no los subís? no crees que puedan ser buenos para mejorar la gestión?

Te parece coherente esa actitud con todo esto que decís y escribís en este post?

Sigfrido dijo...

Exacto!! El peor político, el más corrupto es el que "hace lo que el pueblo (?) quiere". Porque el político debe ser un intermediario que regula lo que los ciudadanos quieren según su posibilidad o conveniencia. Lo que generalmente se quiere es que se "reparta" lo más posible lo más rápido posible, aunque esto mande al país a la quiebra. Y el político que lo hace, sabe que está comprando votos.

Alejandro Rozitchner dijo...

Ricardo: efectivamente, no publico ni publicaré cosas que creo inexactas con relación al gob de la ciudad o a Macri, porque estoy repodrido de que sea un blanco fácil. Es tanta la mentira que se dice y la mala fe al enjuiciarlos que no quiero dejar entrar en este blog esa onda. No me acuerdo qué pusiste, pero mi política en relación con este tema es: si no me gusta o no tengo ganas no lo pongo. Saludos

Ramiro dijo...

hoy estaba pensando en que posteos publicaria en mi blog, y mi conclusion fue, si no me gusta no lo pongo, no tiene porque ser una "democracia" el tema de los posteos. Creo que alguna vez no me publicaste algun posteo y no me calente, entiendo que uno no tiene ni tiempo ni ganas de publicar cosas en las que no esta de acuerdo o que te molestan. No tiene porque ser racional el tema...
Saludos,
Ramiro

Ricardo Fasseri dijo...

Si Ramiro, tener un blog es genial. Armate uno, poné tú foto y dirección de mail y armamos debates copados!

Ramiro dijo...

Ricardo, no tengo tiempo para mandar pensamientos al dope al ciberespacio, pero respeto a los que les gusta y tienen el tiempo, saludos
Ramiro

Lorena dijo...

Si cada uno se compromete consigo mismo, es una persona trabajadora, responsable de que sus actos sean buenos para sí mismo y para la sociedad; hace valer todos sus derechos y cumple con todas sus obligaciones, es una de las mejores formas de hacer política; lo cual implica, además,querer informarse, y participar.

Busquemos calidad democrática, primero en nosotros mismos.

No olvidemos que los políticos que nos representan, mal que nos pese, son siempre el reflejo del estado de nuestra sociedad en cada momento; de las características que la están definiendo.

Aprovechemos mirarnos en quienes hoy están en el poder y descubrir, especialmente en esos aspectos que nos generan rechazo, qué debemos modificar en nosotros mismos, en nuestra forma de relacionarnos,en nuestros hábitos en comunidad. Hacerlo, cambiar y votar, luego, por quienes representen ese cambio y la posibilidad de promoverlo y conducirlo en el país.
Es una toma de conciencia que a mí me sirvió mucho, me hizo ver el arte de hacer política de otra manera, y estimular un mayor compromiso.

GI dijo...

Sub 40, hijo de padres humildes y laburantes, primera generación de estudios secundarios, pero también con universidad y post-grado finalizados. Gerente de una corporación, ciudadano de Villa Urquiza, 2do matrimonio, 3 hijos. Clase media.
Hace unos meses decidí participar en ese "espacio público" que siempre me llamó. Saldé el pendiente de dedicar más tiempo a mis hijos porque "la caridad bien entendida empieza por casa" y salí a donar horas por un país mejor. Elegí un área (la educación) y empecé a trabajar con dos ONGs y un partido político (es más preciso decir con un grupo de gente que colabora con un político conocido). No soy del palo de la política ni de lo público, me siento fuera de lugar, no manejo los códigos ni tengo una tradición que me brinde soporte o contención.
No sé qué va a salir de estas semillas que estoy sembrando... una batata, un limonero, un ombú o simplemente NADA.
La gente no entiende porqué lo hago (cuál es el negocio?, me preguntan). Ya no lo cuento... Prefiero mantenerlo en secreto antes que tener que ver las caras de desconcierto cuando digo que no gano un peso y que lo hago porque no quiero a mis nietos viviendo en un país TAN desigual o simplemente "porque me gusta".
Un amigo (caso de excepción) me dijo que si alguna vez ocupo un espacio, habrá un espacio menos para un corrupto. Otra amiga me dijo que lo hago porque me gusta el poder y que eso no tiene nada de malo mientras mantenga mis valores.
Llegué a este blog buscando respuestas, no las encontré pero igual resultó reconfortante leerlos (a todos). Gracias!

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