Espeche ayer en Clarín
Ayer domingo salió un reportaje a Miguel Espeche sobre la paternidad. Buenísimo. Fragmento:
Peor que el miedo en sí mismo es la rumiación de ese miedo y el traslado de ese temor a los chicos. Hay un montón de efectos en los chicos y en los jóvenes de ese temor que se trasmite en discurso de los padres. Uno de ellos, que me parece muy significativo, es que frente a esa sensación de angustia y de queja que tienen los padres, que consideran que su paternidad es sacrificial (porque hay una idea de que la paternidad es un sacrificio), los chicos oponen al llegar a la adolescencia el no querer crecer. Entonces pasan dos cosas: la primera es que tenemos adolescencias eternas y la otra es la vivencia de que hay que hacer todo lo que sea divertido hoy porque mañana se terminó la historia. "Mañana entrás a ser grande y ser grande es un embole". Nadie quiere ser "eso" que son los padres.
¿Cómo reaccionar frente a esa imagen tan desvalorizadora de la paternidad?
La propuesta sería "pongámosle onda a nuestra vida"; recreemos, por ejemplo, nuestra sexualidad, nuestra vitalidad, vayamos a la fuente de nuestro entusiasmo cotidiano, confrontemos los problemas que tengamos porque no somos un ejemplo anhelado por nuestros hijos si tenemos esta cara que tenemos, si estamos abrumados y quejosos. Y frente a los problemas, tomar conciencia de que precisamos dar respuestas que no sean sólo la queja y que tengan que ver con la integridad y la dignidad.
Link: "El miedo no nos protege. Y les hace tanto daño a los padres como a los hijos"
6 comentarios:
Hace tanto bien Espeche!
Brillante!
Gracias Ale por estos posts.
lo leo siempre a Espeche, me parece tan lúcido y lógico. la nota buenísima.
Muy bueno.
La paternidad no es fácil. Pero tampoco es sacrificial, si por sacrificio entendemos la postergación de los proyectos de las personas, de los padres. Si elijo ser padre, sé que hay cosas que seguramente deberé posponer pero también sé que aparecerán circunstancias nuevas y acontecimientos extra-ordinarios.
Saludos!
R.P.
En este momentos estamos con mi marido con todo un tema con nuestros hijos: de límites, de celos de sus hermanos, de conducta en el colegio derivado de lo anterior, etc. El artículo de Espeche no podría haber caído en mis manos en mejor momento. Y te lo agradezco porque me enteré acá. Hoy mismo me compro el libro. Gracias.
que tema el de los miedos
hago mi pequeño aporte: "si no arriesgas nada, arriesgas todavía más"
parece de sentido común, pero casi nadie lo practica. me parece genial recordar que las cosas son como uno las hace.
alucino con la cantidad de gente que apenas tiene un hijo toma todo desde esa perspectiva del "sacrificio" (para qué lo tuviste? no te da alegría? no te genera amor? no es satisfactorio?), y a veces le da una vuelta más a ese miedo desde el anti-sacrificio, preparándose para que "nada cambie", con esa actitud "yo voy a seguir haciendo las mismas cosas, que el chico se adapte".
es tan genial ver chicos que crecen felices, tranquilos, en un buen ambiente, y por supuesto que es el trabajo más difícil y más importante que puede hacer alguien! por eso rescato lo fundamental que es pensar cómo abordar esa tarea, con qué actitud.
lo peor es cuando gana la fiaca, el medio pelo, cuando los padres se llenan la boca con los clichés de que un hijo es lo mejor que les pasó, por un hijo la vida, y después les fuman encima, los llevan a mc donald's, miran tele todo el día....siempre me quedo pensando....si por un hijo (que se supone es lo más en amor y la relación más importante de una persona) uno es incapaz de dejar de fumar, o aprender a cocinar mejor, o cambiar algunas costumbres, qué entusiasmo y pilas nos quedan para todo el resto?
por más fascista que suene sigo sin entender por qué hay que rendir un exámen de manejo pero cualquiera puede ser padre cuantas veces quiera o pueda y tener en sus manos un pedazo extra del destino de la humanidad. es que no es cuestión de plata o status, me imagino que debe ser terrible y casi irreversible ser criado por uno de esos zombies medio pelo que abundan y pululan entre los vivos.
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