miércoles, agosto 12, 2009

Impuesto a la tecnología



Rudi Borrmann, investigador público y privado, me acorraló frente a una combi de "Crónica" y me hizo hablar sobre el absurdo impuesto a la tecnología.

7 comentarios:

Bernard L. Madoff dijo...

Muy bueno.

Es genial que empieces diciendo "es una buena medida para..."

Diego dijo...

No está bien lo que planteás, es todo demasiado blanco-negro. Yo quiero mi iPhone, mi macbook y muchas cosas más, y tengo derecho a tenerlas. Pero los fueguinos también tienen derechos. Tienen derecho a poder quedarse es sus ciudades y no verse obligados a venir a la capital a buscar oportunidades como le ocurre a la mayoría de los jóvenes de las provincias. Los fueguinos están haciendo grandes esfuerzos para que prontamente tengamos notebooks y celulares de similar calidad a los importados, pero mucho más baratos. La industrialización es un camino difícil y conflictivo, pero es necesario emprenderlo si con ello hacemos un país más robusto y estable. Pensemos esto como un reacomodamiento, como reglas de juego distintas a la opción actual, que es exportar commodities e importar todo lo demás.

Recordemos, que al igual que en Tierra de Fuego, hay muchos sectores del país donde el suelo no es tan rico como en la región pampeana, y por ende, la producción de materias primas no es una opción para ellos. Necesitan aportar al país (y a ellos mismos en primerísimo lugar) con manufacturas.

Y hagamos un esfuerzo por no ver este proyecto con el tamiz de las críticas al kirchnerismo. Este gobierno se va a terminar en 2 años, y si realmente nos interesa que nuestro país produzca tecnología, creo que es oportuno que los opositores a este gravamen digan cómo se hace.

Una cosa más: no es un impuesto a la tecnología. Si yo produzco tecnología acá, el gravamen no me afecta. Afecta la importación de bienes de consumo electrónicos.¿Todavía no se hacen acá? Habrá que producirlos entonces. Me extraña, sos vos el que mejor habla de la actitud de los emprendodores.

Saludos!

delivery post-crucifixión dijo...

Concuerdo plenamente: impuesto absurdo y retrógrado (!)

Saludos!

R.P.

Francisco dijo...

**Aplausos**

delivery post-crucifixión dijo...

Diego: Pero si afecta "la importación de bienes de consumo electrónicos", teniendo en consideración que la tecnología crece, se complejiza y sofistica a DIARIO, y que cada vez dependemos más de ella..., pregunto: ¿no quedaremos (nuevamente) rezagados con respecto a los países en donde esa tecnología circula?

Pregunto nomás,
mi temor es que otra vez nos quedemos con material obsoleto y eso termine perjudicando a los sectores genuinamente productivos de la población.

Me parece genial que los fueguinos produzcan, ¿pero no lo pueden hacer a costo de que no quedemos atrasados?

Saludos!

R.P.

Diego dijo...

Delivery post-crucifixión, de algún modo estoy de acuerdo con lo que decís, pero para obtener algo tan valioso como el desarrollo industrial que nos permita producir componentes electrónicos tenemos que hacer algo distinto a lo que hacemos ahora.

Bien decís que por un tiempo va a haber menos acceso a lo que viene de afuera, pero si eso habilitara la producción propia, bienvenido sea.

La vanguardia está en Europa, EEUU y Japón porque ellos apuestan a sus industrias. No digo que esta ley nos iguale a esos países, pero nos acerca a esa lógica de país.

Y hay una más que tiene que ver con una postura mas filosófica si se quiere: realmente siempre el progreso vendrá de afuera? qué pasa si protegiendo nuestra producción surgen ideas que invierten el sentido, y en vez de comprarle al mundo, le terminamos vendiendo? creo que tiene que ver con la autoestima, lo de pensar que nunca podremos aportar buenas ideas al mundo. Es integrarse al mundo desde un lugar mejor, no solo consumiendo, sino además produciendo, y por ende, dialogando e intercambiando.

Saludos!

Marcos Gaser dijo...

Hola Ale....tu comentario final me hizo sltar una imagen mental: Argentina como la Cuba del siglo XXI... Cuba con sus autos americanos de hace 50 años, Y Argentina con computadoras "fueguinas", igual de atrasadas.

La diferencia es que los autos antiguos de Cuba son el resultado del bloqueo americano, mientras que, en el caso del impuestazo a la tecnología, son los argentinos mismos que se autoimponen alegremente semejante desatino.

El país está cada vez más desvariado.

Related Posts with Thumbnails