martes, abril 21, 2009

Vocabulario político


El vocabulario político está completamente desactualizado, y en vez de buscar solucionar la cuestión solemos reposar en la constante repetición de equívocos y falsedades. Ejemplos: Los conservadores no son ya lo que eran. Esa palabra no sirve ya para designar a los oligarcas, que hoy no existen, sino tal vez con mayor precisión a la estructura política que, apoyada en el kirchnerismo, preserva el status quo: que nada cambie, que el poder siga siendo vacío. ¿Vacío el poder? Sí, pero no porque nadie lo posea, sino porque entre aquellos que se lo disputan no hay un deseo de hacer cosas, sino un mero deseo de poder. ¿De poder qué? No se llega a esa pregunta, o se intentan respuestas toscas que ayuden a tenerlo y mantenerlo, al poder, y no tanto a usarlo.

Estos conservadores que se dicen revolucionarios o agentes de cambio sin serlo en lo más mínimo (y que creen que basta con usar las palabras para ser lo que dicen ser), podrían también en justicia ser denominados “reaccionarios”. Reaccionan en contra de lo nuevo, de la participación, del crecimiento del país, reaccionan en contra de todo lo que amenace su poder. La izquierda, o el progresismo, o el peronismo, son hoy la reacción. Los conceptos, si los afinamos, empiezan a señalar para otro lado.

5 comentarios:

FERNANDO ESTEBAN CABRERA dijo...

El gobierno actual, que ya lleva casi 6 años en el poder ha ido descamando la institucionalidad en el pais a lo largo de su gobierno. Primero Nestor Kirchner y despues su esposa en el poder formal y el en el real, se han ocupado de temas como los derechos humanos hemiplejicos, la vuelta de empresas privatizadas en los años 90 al estado con el fin de contentar a quienes simplemente añoran los años 70, cuando siendo "jovenes imberbes", por la fuerza, trataban de adueñarse del poder.
En el fondo creo que en realidad todo esto no es una cuestion ideologica, sino una cuestion de conservar y acrecentar el poder por el poder mismo para lograr impunidad de los multiples delitos que han ido cometiendo a traves de su mandato.
La frase de un gobierno popular, donde los que tengan mas deben aportar mas es una verdad de perogrullo, pero a la vez encierra una forma de hacer de la politica, un instrumento para comprar voluntades y votos, un plan perverso donde lo unico que les interesa en realidad es su propia humanidad y riqueza y no el bienestar del denostado pueblo argentino.
Habra que ver que pasa en las proximas elecciones legislativas, ya que el pueblo se ha dado cuenta de esta farsa, donde los impuestos no solo no han vuelto al pueblo sino que sirven para llenar los bolsillos de los funcionarios y para pagar prebendas a ciudadanos necesitados de trabajo, educacion, seguridad y justicia.
Tengo la intima conviccion que sera el pueblo el que con su voto castigue a esta manera de servirse del poder.


FERNANDO ESTEBAN CABRERA

Estela dijo...

muy interesante lo que dice claudia rucci en un reportaje en el diario perfil
http://www.perfil.com/contenidos/2009/04/20/noticia_0012.html

Anónimo dijo...

Sí, tristemente hay algunos que ven al poder como un fin y no como un medio. No es un medio para alcanzar algo porque no desean más que el poder mismo. Y no por la fama o el reconocimiento que trae aparejado; sino porque con el poder también llegan otras cosas sucias. Cosas que una persona poderosa, y honesta (no son excluyentes), puede elegir no usar ni abusar de ellas.

Conservadores que procuran conservar el poder para poder seguir pudiendo. Más indignación: http://www.youtube.com/watch?v=oKq2_8R33EE

Algo más: Si de vocabulario político hablamos... Ojo Alejandro, pienso que a veces usás algunos términos con cierta soltura (puede que se deba a lo concisos de los posts quizás, pero creo que hay que tener cuidado).

Izquierda y derecha son categorías MUY AMPLIAS, que abarcan un espectro social, económico y político grande. Hay extremas, hay moderadas. Pero para cualquier lado que se incline la balanza, es imposible resumir la ideología de una persona en esta dicotomía. Creo que es muy reduccionista. No es una crítica puntual hacia vos, sino a la vaga utilización que, en general, se hace de estos conceptos y la veo bastante presente en tu blog (me refiero a los comentarios).

Anónimo dijo...

Quiero explicar el trasfondo de mi último comentario.

Creo que no hay que personificar a las ideologías. No tienen vida en sí mismas. Y si éstas cambian con el tiempo es porque son personas las que las hacen, las construyen, las destruyen, las defienden, las atacan, las forman y las deforman.

Eso. No acusemos a las ideologías. Fijémosnos en las personas que levantan sus banderas. Las esencia no está en las ideas sino en aquellos que las idean.

Espero que se entienda lo que quiero decir...

Luis Alberto Lecuna dijo...

También hay un cúmulo de palabras cuyo sentido se lo liga a situaciones laborales, económicas e intelectuales de una manera segmentada.
Por ejemplo, cuando los sindicalistas se refieren al "pueblo", "el pueblo trabajador", "los trabajadores", "los humildes", asociándolos excluyentemente a la clase obrera, y a los pobres.
Quien desarrolla un trabajo intelectual, ¿no es acaso un trabajador? ¿O sólo es trabajador el que usa pico y pala o maneja un camión del gremio de Moyano? ¿La humildad es patrimomio exclusivo de la pobreza? ¿Sólo los pobres son humildes? ¿No hay acaso humildes de clase media y alta? ¿Y pobres que no sean humildes?

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