Fragmentos de mi libro "Argentina Impotencia": Bataille y el principio de la pérdida
La noción del gasto es un trabajo de alrededor de 30 paginas. En su primer capítulo, llamado “Insuficiencia del principio básico de utilidad”, Bataille observa una distancia entre las concepciones sociales normales, las que conforman lo que podríamos llamar el “sentido común”, y las necesidades reales de la sociedad. Dice: “La humanidad sigue siendo menor de edad. Se excluye por principio el gasto improductivo. En la práctica, sin embargo, se comporta de manera que satisface unas necesidades de un salvajismo atroz, y ni siquiera parece capaz de subsistir si no es al borde del horror”.
“El consumo en una sociedad tiene dos partes distintas –nos dice-. Por un lado, el uso del mínimo necesario para la conservación de la vida y la continuación de la actividad productiva”, el consumo racional, el uso útil de los recursos. Por otro los “gastos improductivos: el lujo, las ceremonias de luto, las guerras, los cultos, los monumentos, los juegos, los espectáculos, las artes e incluso la actividad sexual perversa”.
Bataille señala que para que estos “consumos improductivos” tengan su sentido más pleno, el gasto en ellos tiene que ser el mayor posible: “La pérdida debe ser la mayor posible para que la actividad adquiera su auténtico sentido”, dice. A eso llama “el principio de la pérdida”, una especie de ley de desastre que arma, como vamos a ver enseguida, una finalidad inconsciente para los movimientos de una comunidad.
Uno pensaría lo contrario, lógicamente, que el gasto es un movimiento secundario al de la producción, mientras que Bataille observa que la producción es un medio, pero que la finalidad es el gasto. Es decir, que lo que una sociedad busca es gastar, perder, destruir, dilapidar, y no guardar, acumular, tener. La acumulación sería sólo el primer paso de un plan que va en un sentido opuesto.
Recordemos algunas expresiones conocidas: “tirar manteca al techo”, “tirar la casa por la ventana”. Esa dilapidación es una expresión del principio de la pérdida y según Bataille rige –domina- al principio de la adquisición.
Esta trama oculta y sin embargo fundamental no puede ser pensada con los recursos del sentido común. Éste nos impide ver más allá del criterio de utilidad y de la racionalidad productiva, según el cual una persona o una comunidad no va jamás a hacer algo que no le convenga. Esto determina nuestra incapacidad de pensar las conveniencias no productivas, las conveniencias artísticas o de derroche presentes en los procesos sociales.
Solemos creer que en última instancia si fuéramos capaces de buena voluntad y control estaríamos salvados del desastre, pero las hipótesis que surgen de esta visión de Bataille son extremas: el desorden –la irracionalidad, el gasto- es inevitable. Nos queda tratar de establecer una diferencia entre un desorden padecido o ejercido. La sociedad que logra darle forma, ligarlo a la ley, transformarla en expresión de una ambición nacional, logra tal vez construir a través de esta canalización una situación plena y productiva.
Link: "Argentina Impotencia" en Bienvenidos a mí.
Link: Librería Capítulo dos.
4 comentarios:
En ciencia económica nos parecemos un poco a Bataille. Se supone siempre que la finalidad última de los individuos es consumir (no importa qué, cada uno elige). Nadie va a ahorrar si no es para consumir más en el futuro, ningún país se va a desarrollar sólo para ver muchas fábricas al costado de las rutas, sino para tener mejor alimentación, mejores autos, mejores teléfonos, etc. La confusión es propia de aquellos que defienden a la industrialización per se.
Existen otros ejemplos en el reino animal. Es lo que se llama "the handicap principle", cuyo caso mas representativo es la cola del pavo real.
http://en.wikipedia.org/wiki/Handicap_principle
Me encanta Bataille. Aunque un poco desprolijo a la hora de escribir. Me subraye todo "el erotismo" que ya lo termino...
saludos!
Bataille: a tus zapatos.
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