La historia y lo nuevo

No podemos estar peleados con el paso del tiempo, es propio de la historia estar produciendo novedades constantemente.

Si vivimos en el 2009 teniendo como referencia las ideas de 1976 es porque no hemos desarrollado las ideas y las estrategias que corresponden al momento presente.

El pasado pesa en nosotros como un compromiso, y sostener un compromiso con lo que ya no existe es como dejarse morir.

Aceptar el presente no es transformarse en cómplice de un fantasma del mal que nos está haciendo daño, es aprender a ver y decir lo nuevo, ser capaces de enfrentar los temas y problemas actuales con recursos disponibles hoy, de inventar las estrategias teniendo en cuenta las posibilidades a nuestro alcance.