miércoles, marzo 25, 2009

Sentate derecho


sitting straight
Originally uploaded by Lulu at Home

Qué distinto era ser nene hace un tiempo atrás. No tanto tiempo atrás: cuando yo era chico creo que era otra cosa.

Ahora los chicos son personas, antes eran... ¿qué eran?

Hay algunos que sienten que este tratamiento amoroso es una exageración. ¿Son los mismos que tuvieron padres cortos, un trato severo?

No me gusta la gente que da una versión severa del amor.

9 comentarios:

Maga h dijo...

El tratamiento amoroso nunca es exagerado, para que el mismo sea saludable no deben faltar los limites.
Es la convinación adecuada.

José Luis dijo...

Antes eran personas también. El modelo severo no sólo era para los chicos, también era para los grandes, ergo estaba equilibrado.

Antes de que se desbande todo, creo que deberías definir qué es el "tratamiento amoroso" que a algunos podría parecerles una exageración. ¿Qué incluye, que los nenes hagan escenas en cualquier lado por cualquier motivo? ¿O estamos hablando de hacerlos dormir y preocuparnos por sus miedos y su interioridad?

JL

Alexis dijo...

La combinación adecuada es mb !

Anónimo dijo...

Hola Ale,

"Nosotros somos la generación perdida: fuimos esclavos de nuestros padres y ahora somos esclavos de nuestros hijos"
(o algo así)

Te recomiendo que veas este video de Emilio Calatayud (Juez de Menores de Granada).

Saludos!
Lisandro

Unknown dijo...

El grosso fascismo del siglo xx podría explicarse como una aceptación masiva a una autoridad inobjetable.Producto quizas de un patrón de obediencia que nacía en casá.La gente se alistaba en masa para ir a la guerra en el 14 y en el 40. Ya en los 60, la cosa cambió.La guerra era una cagada y el glorioso patriota fue descubierto como un sociopata. La gente había cambiado, el fascismo había sido derrotado. La severidad como regla, estaba totalmente superada.Divulgación de la Psicología y comprensión de la importancia del afecto en la crianza, cambiaron el mundo.
La rebeldia del Rock no hubiera sido posible en la Alemania Nazi o en la Rusia de Stalin.

Anónimo dijo...

Veo dos caras de la misma moneda: La otrora severidad de los padres hoy puede ser la tiranía de los niños. En ambos casos, la manera más fácil de evadir la ardua tarea de criarlos a consciencia.
Los dos estilos están cojos: a uno le falta la ternura y la demostración de cariño, y al otro los límites, combinación fundamental para que un chico crezca lo mejor posible.

Si se pudiera, a mí me gustaría rescatar ciertas "formalidades" de antes que creo le daban a los chicos cierta independencia, cierta auto-consciencia (sin convertirlos en autómatas reprimidos), e incorporarlas a una crianza "moderna" en donde se escucha más al niño,
se lo trata más amorosamente (sin erigirlo como emperador), con reglas y rutinas que hagan de base para que pueda vivir más relajadamente su descubrimiento del mundo.

x

Charo dijo...

Cómo se coordina ser un padre amoroso con los límites, con los buenos hábitos? Por ahí leí que los chicos necesitan discipina, pero no lo digo así porque me suena horrible, quizás por la severidad que tuve de chica. Otra pregunta, qué pasa con los chicos a los que - por no ser severos - no tienen límites? Qué pasa cuando llegan a jóvenes y adultos? Los veo en mi laburo y parece que no les podés pedir que cumplan con aquello para lo que les pagan el sueldo. Besos!!

Maisa dijo...

A mí tampoco me gusta esa gente. Como te conté más de una vez, fuí toda mi época escolar a un colegio católico. La "disciplina" era la madre del control de ideas y de cuerpos. Tuve un profesor que nos obligó a "sentarnos derechos", mirando al frente, con las manos sobre el banco. Yo no pude con mi genio y le dije que no estábamos en un régimen militar. Me echó del aula. Un bolonqui! Y encima, era paciente de mi viejo... juaaa!
Esa escuela hizo en mí mucho de lo que soy, porque sobreviví al abuso ideológico y pude crear en mi mente un mundo de deseo, de ideas y de fantasía maravilloso (claro, con algún que otro trauma ya superado,je!)
Otro beso Ale!

Maisa dijo...

Leí los comentarios y me sale decir que el trato amoroso no tiene que ver con no ponerles límites a los chicos. Los límites son algo que toda persona debe aprender, porque nos constituye como humanos junto con otras cosas. A los niños se los tenemos que enseñar para que de adultos puedan ponerse los propios. Y esto, de ninguna manera, es ir contra el deseo.
Los buenos hábitos... habrá que ver qué son los buenos hábitos para cada uno...
Claro que los chicos hacen berrinches en cualquier lado. Y no siempre se puede controlar eso. Es parte de la naturaleza de ser niño. El que debe controlarse es el padre/madre y no sacarse, contar hasta diez y ser firme pero amoroso con el hijo.
Qué se yo, con mis hijos me resulta...
Bueno, otro beso más!

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