lunes, marzo 16, 2009

El movimiento de la sociedad


Existe una tendencia a agigantar las olas que hace la sociedad, que es siempre un mar tumultuoso, y a sentir que estamos en circunstancias excepcionales y peligrosas. Pero hay que recordar que esta es la vida real, no el sueño de un lago tranquilo y racional.

Además, este despelote político puede ser la oportunidad para dar un paso adelante, limitar el poder nefasto de los Kirchner y avanzar hacia políticos más capaces, interesados en el bien comun.

Los Kirchner no son los culpables, claro. Ellos, las personas, tienen severas patologías personales. Están para tratamientos psiquiátricos profundos, o para la reclusión. El país expresa su propia patología al hacerlos líderes, al tolerar esos tonos falsos, despóticos, ignorantes, exaltados.

Estamos en un nuevo despelote, disfrutando de la excitación que da lo excepcional, lo nuevo, lo indomable.

El de los Kirchner fue un gobierno de transición. Pensándolo asi lo salvamos, o nos salvamos nosotros. Pero tenemos que ser capaces de más, si no, repetiremos los traumas.

Culturalmente hay que ser capaces de superar al marido golpeador, la mujer sumisa o cretina, el padre golpeador o descuidado, el futbolismo, la madre dramática e infeliz, las adolescencias sin ayuda, perdidas y desanimadas, todas esas cosas que arman el trasfondo humano del peronismo, un movimiento pobrista.

Llegado este punto siempre alguien dice: eh, pero el radicalismo tambien fue una desgracia. Si, está bien, pero más inofensivo, me parece. Un intento de algo más serio que no salió del todo bien. Además, hablo desde mi conocimiento de la historia, que es escaso. Mi alusión al peronismo no es tan precisa. Aludo a un estilo argentino prepotente, sindical, tosco.

Lo que necesitamos es inteligencia, refinamiento, felicidad, ganas de vivir, entusiasmo, iniciativa, creatividad, participación no impostada, ganas de hacer, accion, movimiento, osadia. Efectividad, logros, avances concretos en problemas conocidos y repetidamente mal tratados.

A la Argentina hay que pensarla como a una persona enferma, a la que hay que hacer salir de su tendencia melodramatica y de su amor por el fracaso. Y hay que actuarla como a un emprendimiento serio, compartido, capaz de superarse.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

absolutamente de acuerdo

que lindo país, está todo por hacerse, con muy poco se podría hacer mucho

Anónimo dijo...

Me gusta este pensamiento tuyo, tenemos que ser capaces de más, hay que superar la actitud tosca imperante. Es un mensaje valioso y me gustaría que sea comprendido por muchos que hoy se dedican a la queja constante y se quedan solo en eso, sin obtener más resultado que un gusto a bilis en la boca. Porque esa actitud sospecho que es la que nos hace repetir una y otra vez todo. Parecemos los pasajeros de un hotel en que los servicios funcionan mal. Nos quejamos todo el tiempo, queremos que nos atiendan bien. Nos merecemos que nos atiendan bien. Escribimos cosas horrendas del gerente en la puerta del baño y vaciamos los ceniceros en la alfombra.
Pero resulta que el hotel es nuestro.

Anónimo dijo...

creo que seria bueno, pensar tambien "LO QUE PODEMOS" y dejar de una vez de lamantarnos por lo que pudimos ser y no somos, o definitivamente en lo que no podemos. Es hora de HACER y trabajar

Ricardo Fasseri dijo...

Yo creo que no hay que olvidar que el kirchnerismo nace de un golpe de Estado y una revolución social del 2001, y luego de cuatro presidentes en un par de semanas...
Ellos no salen de un huevo sino de nosotros mismos.
Cuales son nuestros problemas? Además de los sociológicos que mencionás, somos muy hipócritas, tenemos un falso discurso, nos cuesta muchísimo armar consensos mínimos porque somos extremistas. y además, tenemos graves problemas para armar partidos políticos nuevos con nueva gente.

En este último punto, que es el que más me preocupa ahora, creemos que la disidencia pacial, el matíz dentro de un partido político es traición, y así nos disciplinamos todos hacia la repetición de viejos problemas.

Nadie puede decir dentro de la Coalición Cívica que Carrió debe dejar de ser denunciante todo el tiempo, nadie puede decir dentro del Pro que Solá es un problema ó que Michetti debería terminar el mandato para la cual se votó, ni el radicalismo cuestionar cuál es el valor de gestión de Cobos. Cuál es el problema si lo decimos? Nos quedamos fuera de una lista a diputados? Y después que hacemos? entramos al Congreso y tenemos un voto no positivo? Cuál es el consenso que se puede armar si no podemos ni siquiera ser sinceros dentro de los partidos políticos? Acaso esa falta de sinceridad y debate luego no nos genera un problema en el Poder?

Bajo qué consenso mínimos nos juntamos, ó gobernamos? Hasta donde se debaten los programas de gobierno? Donde se habla qué se va a hacer, por ejemplo, con las empresas reestatizadas? Con qué elementos voy a votar en julio?

Demasiadas preguntas como para no repetir viejos errores...

Anónimo dijo...

A la Argentina hay que pensarla como a una persona enferma, a la que hay que hacer salir de su tendencia melodramatica y de su amor por el fracaso. Y hay que actuarla como a un emprendimiento serio, compartido, capaz de superarse. NO TE MIENTO, ME CAGUE DE RISA CUANDO HACES REFERENCIA AL AMOR POR EL FRACASO... ES LA PURA VERDAD.
EL MENDOCINO

Anónimo dijo...

Coincido en parte.

Hay cosas que forman la identidad nacional como por ejemplo: el Futbolismo.

Y el "refinamiento" refiere a comportarnos civilizadamente como los Europeos ?

Saludos
elsupermercadito.blogspot.com

Converti dijo...

No podría estar mas de acuerdo!

Es tan dificil eso? Es tan iluminado lo que decis? Si eso lo planteas en cualquier país te van a mirar raro! Seria como ir a la Nasa a explicarles que 2 + 2 es 4! Es como decir que Arg necesita estabilidad, me da vergüenza decirlo, es tan obvio! Pero hacemos exactamente lo opuesto!

Eso ya se sabe, me parece lo que nosotros queremos es encontrar un atajo, que nos feliciten por encontrar otro camino! Ya sabemos cuales son los problemas y cual es el camino, pero nos parece demasiado obvio, demasiado ¿fácil?!

Puede que exista un país en el mundo donde el "Casi" sea una forma de vida, que cuando veamos la meta digamos, "ya esta, ya la vi para que voy a ir" y nos demos la vuelta?

Existe Italia donde agigantar las olas es religión, y existe NZ donde soplar una un vaso de agua es grasa! Seattle también! Solo podes hablar si tenes algo para decir, sino automáticamente te ignoran esperando que tu proxima intervención sea mejor!

Lo que si estoy seguro que una corriente haria dar vuelta 180 grados o mas a todo el país en un segundo, ya ví que la gente va, y defiende a muerte lo que les dicen que es lo bueno sin anallizarlo por supuesto!

Sergio Muzzio dijo...

Alejandro, una cosa.
Más allá de que comparta casi todo, me hace ruido lo siguiente: comenzás diciendo que tenemos tendencia a agrandar las cosas (y es muy cierto) pero en cuanto llegás a los K diagnosticás que están para la reclusión.

Eso también es agigantar las circunstancias, me parece.
Si directamente los tratamos de locos, ya no hay mucho por hacer, ni siquiera por opinar: son los actos de dementes y punto.

Está bien que al final decís que "a la Argentina hay que pensarla como una persona enferma", pero ahí arriba se lee de otra manera completamente distinta.
Abrazo.

MLS dijo...

Me gusta la metáfora del país como una persona enferma.
Implica dos cosas:
-para recuperalo se necesitan más que buenas voluntades, se requiere gente capaz. Hay gente muy buena y honesta, pero no sabe operar y el paciente se te muere.
-recalca la calidad humana de un país, en contraste a la horrible semejanza de un país a una empresa. Las empresas quieren plata, plata, plata. Y no saben de inseguridad, salud, trabajo, transporte. Es decir, nada que ver una cosa con la otra.

Con respecto a lo que se dice por aquí de los Kirchner, creo que ya todos aquí saben que no comparto la mayoría de las críticas. ´
Lo que si está claro y fuera de discusión es que los K no son paracaidistas. Por algo son los que gobiernan. Y por algo fueron re-elegidos. Y por algo su imagen cayó tanto. Todo tiene explicación.

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